VANIDAD

“Jehová conoce los pensamientos de los hombres, que son vanidad” (Salmos 94:11 BSO)

Shankar Kurhade says people ask him for selfies. Photo: Reuters

Hace pocos días atrás, el empresario indio Shankar Kurhade fue el centro de la información en varios periódicos del mundo. Sin embargo, no hizo noticia por una donación hacia los menos favorecidos o por un gesto de amor social, sino por su tapabocas: uno de oro.

India es uno de los países más afectados del mundo por el nuevo coronavirus. Según datos entregados por la universidad Johns Hopkins, después de Estados Unidos, Brasil y Rusia, esta es una de las naciones con mayor cantidad de contagios. Hasta el momento registra cerca de 650.000 infectados y reporta más de 18.500 muertes por esa misma causa. En los últimos días tuvieron un pico de casos diarios, pues el pasado 3 de julio llegaron a su máximo histórico, registrando más de 22.000 nuevos contagios.

Las medidas de confinamiento han golpeado su economía y han provocado un rápido deterioro en las condiciones de las poblaciones más vulnerables del país. Entre otras decisiones que se han tomado para contrarrestar la expansión del virus, el gobierno indio decretó el uso obligatorio de tapabocas en lugares públicos. No obstante, por la extrema pobreza, algunos no pueden conseguir ni el más simple de ellos, pero Kurhade, oriundo de la ciudad de Pune (India), decidió comprar un tapabocas de oro hecho a su medida, que le costó 4000 dólares.[1]

Shankar Kurhade shows off his face mask. Photo: Reuters

Asimismo, Kurhade, tiene un gusto particular por el oro. Además del tapabocas, cuando sale a la calle también porta brazaletes y anillos adornados con el metal precioso.

El accionar de este empresario indio ha causado controversias en las redes sociales, de tal forma que algunos discrepan con su ostentación y otros apoyan su opulencia. Sin embargo, considerando la coyuntura en la que vivimos, donde la pobreza y necesidades están golpeando a millones de personas en el mundo por causa de la pandemia (y en forma particular a su nación), un artículo de lujo de esta clase, es innecesario, es vanidad.

Con razón el salmista, menciona que Dios conoce la insensatez de los pensamientos y decisiones de los seres humanos. Los términos “vanidad” y “vano” se “hallan frecuentemente en la Biblia para dar la idea de aquello que es vacío, pasajero, sin valor”[2] o absurdo. Asimismo, la palabra hebrea (hebel) significa literalmente «una bocanada de aire», «un aliento» o «un vapor».[3]

Es cierto que el concepto clásico de “vanidad”, que resalta la preocupación egoísta por uno mismo, puede llevarnos a confundir su significado bíblico, porque en la Biblia, en palabras sencillas significa “pérdida de tiempo”. Y estos días de incertidumbre, de carencias y muerte, no hay tiempo que perder, ni bendiciones que desperdiciar. Cada minuto que pasa, es propicio para ayudar, para hacer una acción de bien y para animar a los que nos rodean, especialmente a los que se han encontrado con el nuevo coronavirus y a otros que se han topado con la enfermedad del miedo y la angustia de un futuro incierto.

Si no hay tiempo que perder, tampoco hay bendiciones que desperdiciar. Si eres de los más favorecidos, porque pan, trabajo y salud no te falta, entonces eres de los elegidos de Dios para llevar consuelo y bendición a otros. Tu sitio no es en las colas de los “malls” para “ponerte al día” con la ropa y zapatos que no has podido comprar, menos para conseguir una “mascarilla de oro” o aprovechar la necesidad para hacer más dinero, sino, para llevar y compartir el amor que Dios tiene hacia tu familia y hacia ti. Como la respuesta que me dio un vecino cuando lo abordé y cuestioné porque por varias tardes lo encontré ajetreado y sudoroso subiendo bolsas a su camioneta: “Dios es bueno conmigo, debo compartir su misericordia”. Estoy seguro que él no tenía tiempo que perder.

Mi apreciado(a) compañero(a) de fe, Dios conoce nuestros pensamientos. Ojalá no mueva su cabeza compungido porque solo encuentra “vanidad”.///////////.

Pr. Joe Saavedra

Desde mi rincón de poder… un poquito antes del retorno de Jesús…

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[1]https://www.scmp.com/news/asia/south-asia/article/3091866/coronavirus-bling-bling-indian-businessman-wears-us4000-custom

[2]Samuel Vila Ventura, Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado (Terrasa (Terrassa, Barcelona):: Editorial CLIE, 1985), 1188.

[3]James M. Efird y Mark Allan Powell, «vanity», ed. Mark Allan Powell, The HarperCollins Bible Dictionary (Revised and Updated) (New York: HarperCollins, 2011), 1084.

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