SUFRIMIENTOS (miércoles 31 de agosto de 2011)

“Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce perseverancia…” (Romanos 5:3)[1]

Nada existe sin sentido en la vida de un hijo de Dios. Cada paso, cada acontecimiento es parte del plan de Dios, y ya lo dijo el discípulo Mateo: Él (Dios) les tiene contados a ustedes aun los cabellos de la cabeza”.[2] Entonces, deberíamos gozarnos en medio de la dificultades, porque éstas también están en el plan de nuestra vida. La palabra griega kauchaomai[3] involucra la idea de alegrarse en medio de los problemas, y hasta de jactarse por las pruebas, en el sentido de que todo proviene de Dios, y si Él lo permite es porque hay algo de mucha bendición detrás de eso.

Quiere decir que hasta los sufrimientos, los problemas y las pruebas que tenemos que enfrentar es parte del plan de Dios, con el objetivo de volvernos personas perseverantes. En nuestro texto de reflexión la palabra griega de perseverancia[4] es hupomone, que bien podría ser traducido como paciencia, o mejor aún “resistencia”.[5] En otras palabras, las pruebas tiene el objetivo de volvernos fuertes, porque solo así podremos soportar los embates de un mundo que no soporta cristianos fieles. La palabra de Dios advierte que un hijo de Dios tiene alternativa de permanecer de pie en este mundo si posee ciertas características: “Manténganse alerta; permanezcan firmes en la fe; sean valientes y fuertes”.[6] Y esa fortaleza proviene de la confrontación cara a cara con las dificultades. Con esto es fácil entender por qué Pablo decía esto: “Por eso me regocijo en debilidades, insultos, privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”.[7]

En este contexto, Elena de White nos exhorta: “Sin cruz no hay corona. ¿Cómo podremos ser  fuertes en el Señor sin ser probados? Para tener fortaleza física, debemos ejercitarnos, del mismo modo que para tener una fe vigorosa debemos ser colocados en circunstancias en las que nuestra fe pueda ser probada. Cada tentación resistida, cada prueba valerosamente soportada, nos da una nueva experiencia y nos hace progresar en la obra de la edificación del carácter. Nuestro Salvador fue probado en todas las áreas, pero El siempre triunfó en Dios. Es nuestro privilegio ser fuertes en el poder de Dios en medio de todas las pruebas y gloriarnos en la cruz de Cristo”.[8]

Mi amigo(a), quizá sea confuso si te pido que oremos por tener más dificultades, pero así debe ser. Pidamos dificultades y también salidas, porque así fortalecemos nuestra vida, nos hacemos resistentes y nos preparamos para la crisis final. Solamente un cristiano resistente, mejor dicho, un cristiano perseverante se encontrará con Jesús, porque “el que persevera hasta el fin será salvo”.[9]

Pr. Joe Saavedra

Desde mi rincón de poder y un poquito antes del retorno de Cristo…

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[1] Reina Valera Actualizada (RVA)

[2] Mateo 10:30 NVI

[3] Barbara Aland, Kurt Aland, Matthew Black et al., The Greek New Testament, 4th ed. (Federal Republic of Germany: United Bible Societies, 1993, c1979), 417.

[4] Mañana complementaremos el concepto de “perseverancia”

[5] The Greek New Testament, 417.

[6] 1 Corintios 16:13 NVI

[7] 2 Corintios 12:10 NVI

[8] Reflejemos a Jesús, 1 de diciembre, “pruebas fuertes”.

[9] Mateo 24:13 NVI

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