SOLO POR INTERÉS
“Así que Moisés salió y le rogó al SEÑOR por el faraón. El SEÑOR accedió a los ruegos de Moisés y apartó los tábanos del faraón, de sus funcionarios y de su pueblo. No quedó un sólo tábano. Pero una vez más el faraón endureció su corazón y no dejó que el pueblo se fuera” (Éxodo 8:30-32 NVI)
Cuán decepcionado habrás quedado al saber que alguien procuró tu amistad por interés. Mientras podías ser útil para sus intereses, o sacaba de ti algún provecho, esa persona te sonreía, te llamaba y quería pasar tiempo contigo. Pero cuando logró sus objetivos, o consiguió lo que buscaba, entonces allí reconociste su verdadero rostro, dejaste de ser importante en su vida, tu nombre no figura mas en sus lista de prioridades, eres ignorado (a) y hasta despreciado (a).
Al revisar definiciones, el término “interés” en su acepción peyorativa, designa la actitud del interesado, el que pretende aprovecharse de una situación o de otras personas, por codicia o egoísmo. Esto equivale a buscar todos los beneficios y ganancias personales, sin considerar a nadie más que uno mismo. La personas interesada, vive para él mismo, no le importa si daña o lastima a los seres que le rodean, aunque fueran sus familiares más cercanos, el objetivo que lo mueve es lograr sus objetivos a costa de cualquiera. ¿Ya te topaste con una persona así?, ¿cómo terminó esa experiencia?, ¿cómo te sentiste?
Si alguna vez ya pasaste por algo similar, sabes bien que el dolor que produce esa situación es muy profundo, y marca la vida. Los frutos de esa experiencia son rencor y desconfianza. Creo que no le desearías a nadie la experiencia de saber que fue utilizado y que se aprovecharon de su amistad o de su amor. Sin embargo, a pesar que consideramos como traición descubrir que una persona solo te buscaba por interés egoísta, y que una vez que consiguió lo que buscaba no se acuerda ni tu nombre, nosotros actuamos de la misma forma con Dios, cómo lo hizo el faraón.
Dice la historia bíblica que el faraón al ver la plaga de moscas que había infestado todo el reino, incluyendo su palacio, llamó a Moisés y negoció la salida del pueblo hebreo, aunque sus fines eran otros: “El faraón respondió: —Voy a dejarlos ir para que ofrezcan sacrificios al SEÑOR su Dios en el desierto, con tal de que no se vayan muy lejos y de que rueguen a Dios por mí”.[1] Él no quería liberar al pueblo de Dios, ni mucho menos rendirle culto, sus deseos giraban en librarse de esa plaga que los atormentaba; porque cuando no vio ni una mosca más “… endureció su corazón y no dejó que el pueblo se fuera”.[2]Él estaba interesado en su propia satisfacción.
Mi amigo (a), cuantas veces actuamos como el faraón con Dios. Nos acercamos a Dios por mero interés, deseando bendiciones que satisfagan nuestros deseos. Estas frases reflejan esa realidad: “si me libras de ese problema te voy a servir”, “si me bendices en ese negocio te voy a ser fiel”, “si me concedes ese trabajo te voy a adorar como nunca”, “si consigo ese dinero te voy a devolver lo que te corresponde y mucho más”. La tragedia es que se nos concede los pedidos, y nunca más nos acordamos de nuestras promesas, y lo que es más triste nos olvidamos de Dios, dejamos de orar, de adorarlo y actuamos cómo que no pasó nada. Mientras el problema o favor estaba pendiente, orábamos con fervor, ayunábamos, leíamos nuestra Biblia, estábamos puntuales en la iglesia, pero cuando todo fue resuelto, miramos a Dios y le decimos: “¿quién eres?
Nuestro Padre Celestial siente un dolor grande al verte lejos de Él, luego que te concedió todos tus deseos; con esa actitud, de interés egoísta, pierdes la credibilidad delante del cielo. ¿Por qué seguirlo por interés?, ¿por qué condicionar nuestra fidelidad a cambio de algo? Una aptitud que es muy preciado a los ojos de Dios es que lo sigamos incondicionalmente, en las buenas o malas. Que de nuestra boca salga cada mañana la siguiente oración: “Mi Dios, te seguiré pase lo que pase… cuenta conmigo en todo momento, lugar o circunstancia”. ¡Amén… que esa sea tu oración diaria!”.
Pr. Joe Saavedra
Desde la línea de batalla y un poquito antes del retorno de Cristo…
Ubícame en mi página web: www.poder1844.org
hoy aprendí a no buscar a Dios solo por interés… excelente