¿QUIÉN PUEDE?

“¿Quién ha subido a los cielos y descendido de ellos? ¿Quién puede atrapar el viento en su puño o envolver el mar en su manto? ¿Quién ha establecido los límites de la tierra? ¿Quién conoce su nombre o el de su hijo?” (Proverbios 30:4 NVI)

El 5 de septiembre de 1977, desde la base de Cabo Cañaveral (Florida, EE.UU.), fue lanzado la sonda espacial Voyager 1 con la misión de localizar y estudiar los límites del Sistema Solar, incluido el Cinturón de Kuiper, un conjunto de cuerpos de cometa. Lo sorprendente de esta misión es que han pasado treinta y cinco años, después de su lanzamiento, y todavía no ha alcanzado su objetivo, informó hoy la revista científica “Nature”.

Las noticias dicen que en la actualidad y contrariamente a lo estimado por los científicos, la Voyager 1 aún no ha sido capaz de abandonar el Sistema Solar. Para entender mejor esta información, debemos saber que en el borde exterior del Sistema Solar se encuentra la heliopausa, una región en la que el viento solar se une al espacio interestelar y que se considera la frontera con el resto del universo. La extensión real de esta región se desconoce, en parte porque durante los once años que dura un ciclo solar la heliopausa se expande y se contrae, en respuesta a la actividad del astro rey. La Voyager 1, el objeto fabricado por el ser humano más alejado de la Tierra, entró en la heliopausa en 2004 y los expertos esperaban que ya hubiera terminado de cruzar esta región y abandonado el Sistema Solar, algo que la sonda aún no ha conseguido. Frente a esto, Robert Decker, astrofísico de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (EEUU) y uno de los responsables de los instrumentos de medida de la sonda, ha invitado a la comunidad científica  a reconsiderar el conocimiento que dispone de los límites del Sistema Solar.

Quiere decir, que si ya han pasado 35 años y hasta el momento la sonda Voyager 1, lo más avanzado de la ciencia espacial,  no ha podido llegar a los límites del sistema solar, ¿podría el ser humano siquiera atreverse a soñar en conocer más del espacio infinito? Los mismos científicos reconocen que su conocimiento del sistema solar en ínfimo, entonces, ¿podría uno de ellos calcular más allá de nuestro insignificante sistema solar? Con razón el sabio Salomón exclamó: “¿Quién ha subido a los cielos y descendido de ellos? ¿Quién puede atrapar el viento en su puño o envolver el mar en su manto? ¿Quién ha establecido los límites de la tierra?”

La reacción más sensata sería quedarse en silencio y reconocer que somos tan insignificantes y que solamente Dios lo conoce todo, porque Él lo ha creado. Sin embargo, “los más profundos intelectos del mundo, cuando no están iluminados por la Palabra de Dios, se desorientan y aturden mientras tratan de investigar los asuntos de la ciencia y la revelación. El Creador y sus obras están más allá de la comprensión finita, y los hombres concluyen que la Biblia no es una historia fidedigna porque no pueden explicar las obras y los caminos de Dios a partir de causas naturales. Muchos están tan determinados a excluir a Dios del ejercicio de su voluntad y poder soberanos en el orden establecido del Universo, que degradan al hombre, la más noble de sus criaturas”.[1]

Además de muchos científicos que ponen a Dios a un lado, quedo sorprendido al encontrarme con simples seres humanos que piensan que su fuerza, su inteligencia o sus posesiones son suficientes para asegurar su vida, y se creen poderosos, cuando la verdad es que frente a lo infinito no somos más que un pequeño soplo, que pasa en un abrir y cerrar de ojos. El rey David entendió la fragilidad e insignificancia del ser humano, por eso dijo: “Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que allí fijaste, me pregunto: ¿Qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta?”.[2]Esa reflexión pudo llegar al corazón de David, porque el levantaba los ojos al cielo y contemplaba el espacio sin fin. El ser humano que no levanta la vista al cielo y contempla las obras de Dios no puede entender su fragilidad y dependencia de la misericordia de Dios.

Mi amigo (a) no te quedes con la cabeza mirando el suelo, preocupado por tus problemas y frustraciones, levanta la vista al cielo, contempla el cielo abierto y reconoce que el ser humano no puede hacer nada frente al imponente universo, que depende de su pequeño e insignificante planeta azul. Al reconocer tu fragilidad, entonces acepta que solo por gracia de Dios vives, y que la única esperanza radica en el Creador.  David entendió todo esto, por eso adoro a Dios con estas palabras: “Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra”.[3]

Pr. Joe Saavedra

Desde la línea de batalla  y un poquito antes del retorno de Cristo…

Ubícame en mi página web: www.poder1844.org

VIDEOS

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=mFZtkc5GP08]
[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=lckkVwi0hGw]
[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=pWKS7sCUzjs&feature=related]

[1] Alza tus ojos, 22 de mayo

[2]  Salmos 8:3-4 NVI

[3]  Salmos 121:1-2 R60

One thought on “¿QUIÉN PUEDE?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *