¿QUIÉN ERES? (martes 03 de enero de 2012)
“Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres? Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo” (Juan 1:19,20).
Las Escrituras registran que Juan en Bautista conocía las labores específicas de su ministerio. A la vez, conocía plenamente su misión y sobre todo sabía quién era. Juan da testimonio con mucha seguridad sobre su identidad, a la pregunta de ¿quién eres tú? Él respondió: “Yo no soy el Salvador”.
Mi amigo (a), tú sabes ¿quién eres? La psicología llama al conocimiento de uno mismo como “autoconcepto”. El concepto que la persona tiene de sí misma, es uno de los determinantes centrales de la vida, además juega un papel decisivo y central en el desarrollo de la personalidad, como lo destacan las principales teorías psicológicas (como el cognitivista); un autoconcepto positivo está en la base del buen funcionamiento personal, social y profesional dependiendo de él, en buena medida, la satisfacción personal, el sentirse bien consigo mismo.
¿Sabes quién eres?, responder esa pregunta resulta vital para su salud emocional, porque el autoconcepto condiciona tu comportamiento, el rendimiento en las áreas que te desenvuelves y la misma construcción de la personalidad. ¿Sabes quién eres?, ese conocimiento tiene relación con el desarrollo equilibrado del ser humano, además, el conocimiento que uno tiene de sí mismo determina la forma cómo se plantea la vida y las relaciones interpersonales.
Un buen ejemplo sobre el conocimiento de uno mismo lo encontramos en Jesús, recordemos el llamamiento de Pablo, cuando él cabalgaba con algunos correligionarios y una luz los envolvió y solo Saulo oyó «una voz que le decía» «en lengua hebraica»: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Y él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y él dijo: Yo soy Jesús a quien tú persigues: dura cosa te es dar coces contra el aguijón”. La respuesta fue clara: “Yo soy Jesús”.
Mi amigo (a), ¿sabes quién eres?, la respuesta condicionará lo que harás, a donde irás y cómo vivirás. Hoy, mientras vas en el autobús, en tu oficina o en el lugar que te encuentres, formúlate la pregunta vital: ¿quién soy?… ¡bendiciones!
Pr. Joe Saavedra
Desde la línea de batalla y un poquito antes del retorno de Cristo…
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