¿QUÉ HACES CUANDO TIENES MIEDO?

“Cuando los discípulos lo vieron caminando sobre el agua, quedaron aterrados. —¡Es un fantasma! —gritaron de miedo” (Mateo 14:26 NVI)

miedo%20%20en%20la%20oscuridadHay “fantasmas” que aparecen en la vida de los seres humanos y los atemorizan. Un “fantasma” real, puede ser un problema financiero, una ruptura amorosa, un problema de salud, un desencanto por la vida o una situación que no se esperaba y que produce pánico. Es decir, todos tenemos miedo por algún evento inesperado, y esa emoción puede alterar el curso normal de la vida. Se entiende por miedo o temor, a la “emoción caracterizada por un intenso sentimiento, habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado”,[1] además puede ser una “sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario”.[2]

El miedo es hasta cierto punto, natural y normal, y muchas veces esa emoción puede impulsarnos a encontrar las soluciones, sin embargo, también puede empeorar el problema, como dijo Tito Livio[3]: “El miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son”. El punto está en esto: ¿qué haces cuando tienes miedo?, ¿cómo enfrentas a los “fantasmas” cuando el miedo te paraliza? La historia de los discípulos, en el Mar de Galilea, puede ayudarnos a encontrarnos cara a cara con las situaciones que nos dan miedo.

La historia bíblica que se registra en el evangelio de Mateo capítulo 14, cuenta que los discípulos se embarcaron,  mientras Jesús subió a una montaña próxima para orar. Allí en medio de la oscuridad y el vaivén inquieto de las olas, Jesús llegó a ellos caminando sobre las aguas y cuando “los discípulos lo vieron caminando sobre el agua, quedaron aterrados. — ¡Es un fantasma! — gritaron de miedo”. Los discípulos quedaron aterrados, solo podían gritar y temblar, porque se encontraron frente a una situación inesperada y anormal.

Esta historia, ha sido para mí las respuestas a mis miedos,  porque muchas veces he quedado paralizado frente a situaciones inesperadas, y en esas circunstancias solo podía temblar y llorar. Hoy sentí que debía escribir sobre el miedo porque quizás tú lo necesites o yo necesito recordar que cuando me envuelva esa emoción, la Palabra de Dios tiene la salida para eso.

¿Qué hacer cuando tengamos miedo?, la historia que estamos contando nos proporciona por lo menos tres respuestas: (1) Cálmate: Cuando los discípulos gritaban de espanto, creyendo que no podrían escapar del “fantasma”, escucharon la voz Jesús, firme y apacible: “—¡Cálmense! Yo soy. No tengan miedo”.[4] Un problema, un escollo que superar, o cualquier cosa que se complique, no se podrán superar con desesperación o ansiedad, que son el resultado directo del miedo. Si la desesperación es la solución para los problemas, entonces deberíamos vivir desesperados, pero no es así, aprender a calmarte, a tomar una buena bocanada de aire para tranquilizarse, es el primer paso para no dejar que el miedo se transforme en ansiedad y este en desesperación que nos inutilice para poder reaccionar y tomar las decisiones correctas.

(2) Jesús está detrás de todo. La segunda lección, que la historia a las orillas de Genesaret nos enseña, es que “el fantasma” era el propio Jesús. No eran circunstancias sin solución, aunque así parecieran, detrás de todo estaba el Salvador, eran sus planes, Él los permitía, e indudablemente Él tenía las soluciones. Muchas veces nuestros miedos nos hacen ver fantasmas que no existen, y no podemos ver que Jesús lo permite, porque Él tiene un plan para nuestra existencia. (3) Jesús lo controla todo. Finalmente, en medio de ese ambiente de terror aparente, de un problema sin solución, ni escapatoria, aparece Jesús, y los discípulos observan uno de los mayores milagros jamás contados, “Pedro camina sobre las aguas”, y para que no duden que Él es Poderoso y lo tiene todo bajo su control, Jesus resurrection soldierslevanta las manos y calma la tempestad.[5] Jesús lo controla todo, nada escapa a su voluntad, ni los pequeños gorriones, porque “ni uno de ellos caerá a tierra sin que lo permita el Padre”.[6] ¿Acaso tú no vales más que una avecita? Entonces, el miedo no tiene más cabida, si aceptas que Dios lo tiene todo “fríamente calculado”.

Mi amigo (a), muchas veces he caído atrapado por el miedo, quizás ahora mismo lo esté, pero respiro aliviado y me calmo, al saber que Jesús lo tiene todo bajo control, que Él lo permite, y tiene la solución. No sé cuál es tu experiencia, pero si estás paralizado por el miedo, y solo puedes llorar y gritar, sécate las lágrimas, mira bien, ¡no es un fantasma!, reconoce sus manos, reconoce su sonrisa, es Jesús que viene caminando sobre las aguas, y trae un milagro también para ti.

Este evento termina cuando los discípulos se dan cuenta que no era un fantasma, era su Salvador, presto para socorrerlos, entonces el miedo se tornó en alegría y el grito que se escuchó en el Mar de Galilea ya no fue de miedo, sino de adoración: “—Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios”.[7] Hoy tú y yo podemos correr a los brazos de Jesús, llorar sin miedos y dejar nuestros temores.  Repite esto cada vez que tengas temor: “No hay ningún fantasma, verdaderamente Tú eres el Hijo de Dios”. Ya estoy más calmado… ¿y tú?

Pr. Joe Saavedra

Desde la línea de batalla  y un poquito antes del retorno de Cristo…

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[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Miedo

[2] Diccionario General De La Lengua Española Vox, ed. Núria Lucena Cayuela (Barcelona: VOX, 1997).

[3] Tito Livio (59 AC-64 AC) Historiador romano.

[4] Mateo 14:27 NVI / R60

[5] Mateo 14:32

[6] Mateo 10:29 NVI

[7] Mateo 14:33 NVI

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