¿QUÉ FRUTO OFRECES? (Viernes 05 de agosto de 2011)
«Así que tomó de su fruto y comió. Luego le dio a su esposo, y también él comió» (Génesis 3:6 NVI).
La influencia es la habilidad de ejercer poder (en cualquiera de sus formas) sobre alguien, de parte de una persona, un grupo o de un acontecimiento en particular. Y ese poder está a nuestro alcance, porque todos (de alguna u otra forma, en mayor o menor grado), influenciamos sobre alguna persona o grupo.
Y la influencia que ejercemos sobre otros, o ellos ejerciendo sobre nosotros, puede ser positiva o negativa, para éxito o para fracaso. Empero, nosotros somos llamados a ejercer influencia de vida y esperanza. Y eso va desde lo que comemos, como hablamos, la forma de comportarnos y hasta la forma en que vestimos.
Debemos evitar seguir el camino de Eva, quién se convirtió en influencia de ruina para Adán, al ofrecerle el camino a la desobediencia. Elena de White lo explica así: “Y ahora, habiendo pecado, ella [Eva] se convirtió en el agente de Satanás para labrar la ruina de su esposo. Con extraña y anormal excitación, y con las manos llenas del fruto prohibido, lo buscó…”.[1]
Mi amigo(a) ¿qué estás ofreciendo a los que te rodean?, ¿cuál es la influencia que tus amigos reciben al estar contigo?, ¿estás ofreciendo frutos de muerte? En la historia de Adán y Eva, la influencia de ella fue vital en las decisiones que Adán asumió. Porqué “tomó el fruto y lo comió apresuradamente”.[2] Por eso, no puedes pasar por alto la responsabilidad que recae sobre ti, de ser influencia de vida o de tropiezo y confusión para otros.
Decide hoy ser una influencia positiva, de vida y esperanza. Ofrece solo frutos que lleven a las personas a confiar sus vidas en las manos de Jesús.
¡Qué pases un buen sábado! ¡Hasta el lunes si Dios lo permite!
Pr. Joe Saavedra
Desde mi rincón de poder y un poquito antes del retorno de Cristo…
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