QUÉ EL MUNDO CONFÍE EN DIOS
“En Dios alabaré su palabra; En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?” (Salmos 56:4 R60)
Bienaventurado el hombre que pone su confianza en Jehová, porque será como un “árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!”.[1] Con razón el mismo rey David compuso un salmo, donde una parte dice: “En Dios alabaré su palabra; En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?”, porque “Bendito sea por siempre su glorioso nombre; ¡que toda la tierra se llene de su gloria! Amén y amén”.[2] Por eso la misión de todo cristiano es iluminar al mundo con la gloria de su nombre. Jesús respaldó esa misión con estas palabras: “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”.[3]
Sin embargo, cumplir la misión no es tarea fácil, porque nuestra lucha “no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales”,[4] y estos ejércitos están empeñados en desaparecer todo vestigio de la presencia de Dios, y planifican grandes empresas para quitar de la vida del hombre la marca de su Salvador. Por ejemplo, informa el BBC Mundo, que la frase “In God we trust” (“En Dios confiamos”), consigna nacional de Estados Unidos e impresa en los billetes y monedas de dólares, no parece ser del agrado de una fundación de no creyentes que llevó al Tesoro estadounidense a los tribunales.
La noticia informa que “la fundación Freedom From Religion Foundation (Fundación Libertad Sin Religión, en su traducción del inglés), junto con otros 19 demandantes, presentó una demanda judicial el pasado febrero alegando que la frase es discriminatoria y una ofensa para aquellos ciudadanos que no son religiosos. La fundación sin ánimo de lucro se quejó de que la sentencia religiosa hace proselitismo, es discriminatoria y establece un sistema monoteísta, y violaría así, según los litigantes, la Establishment Clause, una cláusula en la Primera Enmienda que prohibiría la preferencia o el establecimiento por parte del Congreso sobre una u otra religión, en la Constitución estadounidense… Los litigantes creen que la consigna “En Dios confiamos”, impresa en los billetes y monedas, es discriminatoria porque excluye a los ateos y otros que no creen en un sólo dios o, simplemente, en un dios”.[5]
No obstante, no es ésta la primera vez que se lleva al lema nacional estadounidense ante la Justicia, desde hace un siglo se ha intentado borrar esa frase religiosa. Uno de los últimos intentos fue hecho por Mike Newdon, que presentó varias demandas contra la consigna por los mismos motivos por los que ahora la fundación eleva la protesta. La última, en 2011, incluso llegó hasta la Corte Suprema, para después ser rechazada.
Revisando la historia, la frase “En Dios confiamos” fue adoptada “como la consigna oficial de Estados Unidos en 1956, como alternativa y reemplazo del entonces lema extraoficial E pluribus unum (“De muchos, uno”). Pero ya desde 1864, en medio de la Guerra Civil estadounidense, la actual consigna aparecía impresa en la moneda del país. Hace ya casi siglo y medio que los estadounidenses leen la controvertida todos los días desde que compran una barra de pan”,[6] hasta cuando pagan una entrada para cualquier evento.
Esa frase “En Dios confiamos”, ha dado la vuelta al mundo, y millones de seres humanos se han enterado que existe un Dios Todopoderoso, Creador de los cielos y la tierra, en quién todo ser humano puede poner su total confianza. Estados Unidos, fue fundado teniendo como base la confianza en Dios, y si bien es cierto, las libertades religiosas han sido defendidas en su territorio, y por su ejemplo en todo el mundo, muy pronto desde esas tierras cimentadas en la fe en Dios, saldrán fuerzas poderosas que querrán desaparecer la confianza en Dios y a Él mismo, y se le permitirá “infundir vida a la imagen de la primera bestia, para que hablara y mandara matar a quienes no adoraran la imagen. Además logró que a todos, grandes y pequeños, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiera una marca en la mano derecha o en la frente, de modo que nadie pudiera comprar ni vender, a menos que llevara la marca, que es el nombre de la bestia o el número de ese nombre”.[7]
Mi amigo (a), esta semana es especial para el mundo cristiano, porque de algún modo, millones de personas miran hacia la cruz y visualizarán a un Redentor que ha dado su vida para llevar paz, felicidad y salvación. Por eso, en donde te encuentres, ¡levántate!, porque mientras algunas fuerzas invisibles quieren desaparecer el nombre de Dios, y colocar dudas sobre su existencia, tú puedes hacerlo brillar en la vida de muchos que caminan sin esperanza.
Esta semana es una oportunidad para resaltar los trazos de amor dibujados en la cruz del Calvario y que esas marcas de amor se reproduzcan y sean más profundas en la vida de las personas que te rodean. Personalmente, una vez más reafirmo mi compromiso de levantar a Cristo y que la humanidad aprenda a confiar en Dios. Y tú ¿qué haz decidido?
Pr. Joe Saavedra
Desde la línea de batalla y un poquito antes del retorno de Cristo…
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