PAGO FIJO
“Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.” (Romanos 6.23, NVI)
¿Qué opinarías si el presidente de tu país anunciara formalmente que a partir de hoy cada ciudadano -trabaje o no- recibirá una renta básica? ¡Sí!, cada ciudadano, sin importar que sea rico, pobre, con el mejor trabajo del mundo o desempleado, recibiría un pago mensual.
Esto que parece descabellado, o simplemente un sueño, se podría materializar este año en Finlandia, donde el gobierno, desde mediados del año pasado,[1] evalúa implementar a corto plazo un proyecto piloto que establecería el pago de un salario básico para sus habitantes, sin importar su situación laboral.
La idea del gobierno finlandés, de abonar un pago mensual a todos sus ciudadanos, tiene el objetivo de simplificar las cosas en el sistema de seguridad social y combatir la pobreza que amenaza uno de los sistemas económicos más aplaudidos a nivel internacional. Legisladores finlandeses estudian seriamente esta posibilidad de otorgar mensualmente a todos sus ciudadanos la cantidad de 800 euros, los cuales substituirán otro tipo de subsidios.
Aunque parezca jalado de los cabellos, este tipo de medida no es nuevo, ya ha sido implementado en otros lugares, con resultados positivos. En Kenia, durante dos años (2011-2013) las familias ubicadas en zonas marginales recibieron aproximadamente 300 euros al mes como pago. Al año, el ingreso de estas familias se incrementó 33% más en comparación con un grupo de control que no recibió la ayuda, además redujeron el hambre y su bienestar psicológico aumentó considerablemente.
Quizás ese pago mensual a cada ciudadano finlandés, todavía no se haga realidad, pero hay un pago, que es fijo, y ya fue establecido desde la fundación del mundo: la paga del pecado. Y el monto de ese pago es la muerte. Dios fue claro con Adán y Eva, les dijo que había un pago si es que ellos traspasaban la línea de la obediencia: “Dios el SEÑOR tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén… y le dio este mandato: «Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que de él comas, ciertamente morirás.»”.[2]
El término traducido como paga etimológicamente significa “sueldo para la compra de comida”. Su uso más frecuente en la época era para designar el pago del soldado, aunque se podía usar para designar la pequeña suma de dinero que en el mundo romano se le daba al esclavo para gastos ocasionales.[3] Entonces, en base al uso de este término algunos comentaristas sugieren que Pablo “está pensando en el pecado como un general que paga a sus soldados (la sugerencia más común) o un amo que paga a sus esclavos la pequeña suma de dinero correspondiente”.[4]
Asimismo, el pago es la muerte, y éste “es un término amplio en su sentido; indica la vida sin satisfacción, sin gozo, sin propósito. Es el estado del hombre cuya vida se ha convertido en castigo; conduce a la muerte eterna”,[5] o cómo dijo Morris, “el pecado promete vida pero paga con muerte”. Es decir, la persona que comienza a transigir con el pecado, también empieza a morir, porque ese pago es la “muerte en todas sus formas, la física, la espiritual, la eterna, es lo que el pecador ha ganado con su pecado”.[6]
Mi apreciado(a) compañero(a) de fe, es vital que recordemos que la paga del pecado es muerte. El que empieza a pisotear los principios bíblicos y convivir con el pecado, firma su contrato con el infernal capataz que administra muerte, disfrazado de vida. El pago será puntual, sin descuentos y con bonos extras. Porque el que vive en pecado, muere lenta y dolorosamente, aunque adormecido sabe su fin, pero es incapaz de reaccionar. White escribió: “Los que se separan de Dios y caen en tentación se entregan a vicios groseros, porque el corazón carnal conduce a gran perversidad. Y este estado de cosas se encuentra entre muchos de los que profesan ser hijos de Dios. Mientras aseveran servir a Dios, están en todos sus intentos y propósitos, corrompiendo sus caminos delante de él. Muchos se entregan al apetito y la pasión, a pesar de que la clara luz de la verdad señala el peligro y eleva su voz amonestadora: ‘La paga del pecado es muerte’… Satanás domina sus mentes, y parece tener poder sobre sus cuerpos”.[7]
¿Qué piensas?, ¿estás cobrando puntualmente?, ¿estás pidiendo un aumento?, o ¿te sientes incapaz de quebrar el contrato con el capataz infernal? Te digo algo: “el pago de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor”. ¡Hay esperanza!!!/////////////////////////.
Desde mi rincón de poder… un poquito antes del retorno de Jesús…
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[1]http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/08/150820_economia_finlandia_pago_basico_nacional_egn
[2]Génesis 2.15–17, NVI
[3]Juan Carlos Cevallos, Comentario Bíblico Mundo Hispano tomo 19: Romanos. (El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano, 2006), 127.
[4]Ibid.
[5]Ibid.
[6]William Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento: Romanos (Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 2006), 232.
[7]Testimonios para la Iglesia, Tomo 3, 521