OFRECE TODO (miércoles 13 de julio de 2011)

“Jesús lo miró con amor y añadió: —Una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme” (Mar 10:20-21 NVI)

Una de las  señales del fin de los tiempos, es la desaparición del amor (Mateo 24:12). Y no hay que buscar mucho, porque ya es tan natural escuchar de asesinatos y muertes que todo parece normal. Definitivamente, la sensibilidad por el dolor ajeno se va extinguiendo en medio de un mundo donde las personas se odian y se lastiman. La indiferencia ha suplantado a la misericordia.

Con razón, el joven rico de la historia, vivía ajeno a un mundo carente de amor. Su mundo era él mismo y la satisfacción de sus necesidades. Sin embargo, Jesús le invita a mirar más allá de su mundo de comodidad y ser parte de la alegría de hacer feliz a los demás. En este sentido, el apóstol Santiago dice que “la religión pura y sin mancha delante de Dios nuestro Padre es ésta: atender a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones” (Santiago 1:27 NVI). Allí radica el sentido de nuestra satisfacción cristiana, esto es, en servir y hacer feliz a los que más lo necesitan.

Y todo puede comenzar con una sonrisa, con una mirada de aprecio, como miró Jesús a este joven: “con amor”. Elena de White habla de la mirada y la sonrisa de Jesús: “Todavía me miraban los amorosos ojos de Jesús, cuya sonrisa inundaba de alegría mi alma”. En este contexto, tu mirada y tu sonrisa, ¿provocan ese mismo sentimiento en la gente que te rodea?

Mi apreciado amigo(a), acepta el llamado de Jesús de servir y hacer feliz a las personas. Tómate un tiempo para observar las necesidades de la gente y prestamente acude a satisfacerlas. Hay carencias de todo tipo, pueden ser afectivas, económicas o espirituales. Y es allí donde debes desprenderte de todo y darlo sin medida. Todo empieza con una mirada amable y con una sonrisa de comprensión. Si así lo haces, estás listo para ser un seguidor del Maestro.

Hoy,  haz feliz a una persona que necesita prontamente de una mano amiga. ¡Sí se puede!

Pr. Joe Saavedra

Desde mi rincón de poder, un poquito antes del retorno de Cristo…

Ubícame en facebook como: Joe Saavedra

Y en twitter como: @joesaa