¿NUEVO ORDEN MUNDIAL?

“Cuando estén diciendo: «Paz y seguridad», vendrá de improviso sobre ellos la destrucción, como le llegan a la mujer encinta los dolores de parto” (1 Tesalonicenses 5:3 NVI)

El contexto en el cual se pronuncian las palabras: “paz y seguridad”, son los momentos previos al inminente retorno de Cristo. Asimismo, la figura de las señales de una mujer embarazada a punto de dar a luz en relación a las señales finales de la segunda venida de Jesús, nos revela que quienes la pronuncian están dentro del grupo que ignora las señales del alumbramiento o simplemente hacen oídos sordos a sus advertencias.

Entonces, al narrarnos esos eventos finales, el apóstol Pablo distingue dos grupos de personas que estarán involucrados: (1) los que están al tanto de las señales y se preparan para recibir a Cristo, y (2) los que la ignoran, por lo tanto no hacen previsiones ó los que saben de las advertencias de la Biblia, pero no creen, ni viven de acuerdo a lo que conocen.

Con respecto al primero, es un grupo pequeño en relación al segundo. Jesús mismo cuando estuvo en esta tierra, los llamó “mi rebaño pequeño”,[1] y los instó a prepararse, porque definitivamente su forma de vivir, pensar y actuar estaría en contraposición al segundo grupo. Asimismo, una característica del primer grupo, es que no acumula riquezas y conocimiento para servirse y aprovecharse, sino para servir a los demás y presentarles al Salvador del mundo.[2]

En el segundo grupo, cada uno a su manera buscará las formas de salir de los apuros y desastres de los tiempos finales y justamente es ese objetivo una de las causas que los unirá. Con razón, en medio de esta crisis sanitaria, se puede notar como van surgiendo ideas de unidad para actuar en forma conjunta, coordinada y consensuada.

Un grupo de filósofos y activistas han propuesto una norma que sirva de “brújula de todos los Gobiernos para el buen gobierno del mundo». Estos se han reunido en Roma, el 21 de febrero pasado, y frente a la cuestión si “¿tiene sentido cerrar las fronteras para luchar contra el coronavirus?» ese grupo de “juristas y activistas ha elegido un camino muy distinto y, a pesar del momento crítico y convulso actual, ha lanzado una idea colosal: una Constitución de la Tierra como herramienta de gobernanza global. Frente al reflejo nacional, la imaginación cosmopolita quiere avanzar en la globalización del derecho”.[3]

Para estos pensadores y consejeros de los gobiernos del mundo, unificar a la humanidad no es una hipótesis utópica, al contrario, se trata de la única respuesta racional y realista. Asimismo,  la idea de reunirse para hablar de una salida mundial a los problemas de los países, no es nueva, sino lleva años fraguándose, promovida por el periodista italiano Raniero La Valle, y se había anunciado formalmente en Roma en diciembre de 2019, cuando el coronavirus era aún una realidad sin nombre ni reconocimiento oficial en China. Otro de los promotores de la reunión es Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz, quién comulga la idea de una unidad humana que alcance la existencia política, establezca las formas y los límites de su soberanía y la ejerza con el fin de continuar la historia y salvar la Tierra.

Ahora, con millones de personas confinadas en el mundo, la crisis sanitaria prueba, en la opinión de estos renombrados pensadores del mundo, que solo las “soluciones globales” y un “nuevo orden mundial” garantizan nuestra supervivencia.

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Para el primer grupo, que intenta no perder el rastro de las profecías del final de los tiempos, la idea de un nuevo ordenamiento mundial, no es extraña, así como no lo es que se haya elegido Roma para lanzar al mundo esa idea de tintes globales, como tampoco es extraña que desde el Vaticano en diciembre del año pasado, se haya convocado para el 14 de mayo de este año en la ciudad Roma una reunión para comprender mejor la urgencia de los desafíos educativos, que debe ser estudiada y afrontada por una comunidad unida, que suma esfuerzos en la construcción del futuro del planeta.[4] En definitiva, la ola que promueve una unidad mundial ha empezado a elevarse.

Elena de White, a propósito de las fuerzas que empujan a los habitantes de la tierra a unirse en torno a filosofías y causas ajenas a la verdad bíblica escribió: “Expulsado del cielo, Satanás estableció su reino en este mundo, y desde entonces ha estado esforzándose incansablemente para seducir a los seres humanos y apartarlos de su lealtad a Dios. Usa el mismo poder que usó en el cielo: la influencia de la mente sobre la mente. Los hombres llegan a ser tentadores de sus semejantes. Se acarician los fuertes y corrompidos sentimientos de Satanás, los que ejercen un poder persuasivo y poderoso. Bajo la influencia de estos sentimientos, los hombres se unen en confederaciones, en gremios, y en sociedades secretas”.[5]

Asimismo, comentando Apocalipsis 18:1-8, advirtió: “Este terrible cuadro, trazado por Juan para mostrar cuán completamente se entregarán al mal las potencias de la tierra, debiera mostrar a los que han recibido la verdad cuán peligroso es afiliarse a sociedades secretas o unirse de alguna manera con aquellos que no guardan los mandamientos de Dios”.[6]

Entonces, un nuevo ordenamiento mundial podría ser una alternativa para enfrentar los problemas que se van haciendo globales, no obstante, aunque parezca interesante y recomendable actuar a un mismo compás, si la Palabra de Dios no es la guía para esa unidad, entonces la dirección que se elija es insegura. Y aunque se promueva “paz y seguridad”, “vendrá de improviso sobre ellos la destrucción”, ¿sobre quienes?, sobre los que no saben, no creen o esconden la palabra profética segura.

Mi apreciado(a) compañero(a) de fe, ¿se viene un nuevo orden mundial, es el fin de la globalización para pasar a una glocalización?, no lo podemos saber exactamente, pero es seguro que el mundo no volverá a ser el mismo ni tampoco volverá a la normalidad y que los gobiernos del mundo buscarán consensos mundiales para poder seguir enfrentando las dificultades que se vienen. Asimismo, frente a los eventos que vivimos tenemos que tomar una decisión: (1) Anunciar esta realidad futura y cercana, (2) decir lo contrario o (3) simplemente no decir nada. De esa decisión depende en que grupo nos vamos ubicando, porque somos responsables de lo que decimos o de lo que callamos. Decidamos tú y yo ponernos del lado de la verdad bíblica. ¿Qué piensas y qué decides?//////////.

 Pr. Joe Saavedra

Desde mi rincón de poder… un poquito antes del retorno de Jesús…

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[1]Lucas 12:32

[2]Ibíd., 12:33-34

[3]https://elpais.com/ideas/2020-04-03/las-crisis-mundiales-exigen-soluciones-globales-es-hora-de-crear-una-constitucion-de-la-tierra.html?event_log=oklogin

[4]https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2019-09/papa-francisco-pacto-educativo-mensaje-creacion.html

[5]Signs of the Times, 24 de marzo, 1887.

[6]Testimonios, Tomo 8, pág. 28 (1904).

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