NO ES AUTOMÁTICO
“Oh Dios, tú eres mi Dios; yo te busco intensamente. Mi alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta.” (Salmo 63.1, NVI)
Recientemente en Tokio, Japón, el fabricante de vehículos Nissan probó con éxito en una autopista su auto con piloto automático, un modelo de conducción que quiere empezar a comercializar en 2020. La prueba la realizaron el vicepresidente de Nissan, y el gobernador de la prefectura de Kanagawa (donde tiene su sede el fabricante), en la autopista de Sagami (la cual se mantuvo abierta al tráfico en todo momento), al suroeste de Yokohama. De acuerdo a las informaciones, el auto accedió a la autopista a unos 40 kilómetros y luego el coche superó los 80 kilómetros por hora. Además pudo adelantar a vehículos que iban más lentos y luego salió de la vía después de recorrer unos tres kilómetros, todo ello en modo de conducción autónoma.[1]
Según el fabricante japonés, el auto empleado para esta prueba, se basa en modelo eléctrico Leaf del fabricante e incorpora siete cámaras y seis escáneres láser alrededor de la estructura, lo que le otorga una visión de 360 grados que le permite capturar datos de la vía y de las señales y evitar colisiones. Con estas características, puede acceder y salir de la autopista y cambiar de carril de manera automática, además puede hacer de manera autónoma operaciones de frenado y aceleración para mantener con éxito la distancia de seguridad con el resto de vehículos.
Otros fabricantes nipones y extranjeros como Honda, Toyota, General Motors o el gigante de Internet Google trabajan también en el desarrollo de tecnologías de conducción autónoma. A su vez, el Ministerio de Transporte de Japón ya ha compilado un primer informe que contempla la implantación de estos sistemas de conducción con piloto automático en autopistas del país durante la próxima década.[2]
Con esto, imaginar que un día nos de sueño y le dejemos a nuestro auto que nos lleve a casa ya no es una idea descabellada, porque cómo ya lo mencionamos, muy pronto en las autopistas del mundo estarán circulando autos de conducción automática. Y esta tecnología se suma a muchos aparatos que funcionan de manera autónoma. Sin embargo, a pesar de que muchas cosas pueden funcionar automáticamente, el crecimiento espiritual no es un acto automático ni de la casualidad. Así como el crecimiento físico requiere de una serie consciente, constante y abundante de acciones que lleven a ese resultado, el crecimiento espiritual lo es de la misma forma. Con razón el salmista exclama: “Oh Dios, tú eres mi Dios; yo te busco intensamente. Mi alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta”, porque el desarrollo cristiano no es automático, más bien consciente.
El crecimiento espiritual abarca crecer en la fe, entendimiento, santidad y compromiso con Dios, su Palabra y su Iglesia.[3] Y para lograr la estatura adecuada no existe un botón que active una comunión plena y constante del hombre con Dios de forma automática, sino que requiere del ser humano una planificación diaria. Y dentro de esa planificación existen buenas porciones de alimentos que el cristiano consciente debe consumir para lograr ese crecimiento: oración, estudio de la Biblia, dependencia de Dios, búsqueda de santidad, vitalidad en la adoración y acción misionera, y todo esto no funciona de manera autómata.
Mi amigo (a) el crecimiento espiritual no es una obra automática, no se activa simplemente por un bautismo o el registro en un libro de feligresía, requiere acciones conscientes, constantes y abundantes. Elena de White decía que así cómo “la planta crece porque recibe lo que Dios ha provisto para mantener su vida. Del mismo modo se logra el crecimiento espiritual por medio de la cooperación con los agentes divinos. Así como la planta se arraiga en el suelo, nosotros debemos arraigarnos en Cristo. Así como la planta recibe la luz del sol, el rocío y la lluvia, nosotros debemos recibir el Espíritu Santo. Si nuestros corazones se apoyan en Cristo, él vendrá a nosotros ‘como la lluvia tardía y temprana a la tierra’ (Ose. 6: 3)”.[4]
Busquemos intensamente a Dios, calmemos nuestra sed y hambre espiritual en la abundante mesa de su Presencia y su Palabra. Y “donde hay salud espiritual hay crecimiento. El hijo de Dios crece hasta la plena estatura de un hombre o una mujer en Cristo. No hay límite para su mejoramiento”,[5] pero de ninguna manera ocurre todo esto automáticamente.////.
Desde la línea de batalla y un poquito antes del retorno de Cristo…
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[1] http://elcomercio.pe/actualidad/1664609/noticia-nissan-probo-su-auto-piloto-automatico-autopista-japonesavideo
[2] Ibid.
[3] M. H. Manser, Diccionario de temas bíblicos, ed. Guillermo Powell (Bellingham, WA: Software Bíblico Logos, 2012).
[4] Maravillosa gracia, 168
[5] Maranata: El Señor viene, 100
muy bonitas reflexiones Dios le bendiga pastor Joe Savedra