MURO DE FUEGO (jueves 14 de julio de 2011)

“y le dijo: «Corre a decirle a ese joven:»»Tanta gente habrá en Jerusalén, y tanto ganado, que Jerusalén llegará a ser una ciudad sin muros. En torno suyo —afirma el Señor— seré un muro de fuego, y dentro de ella seré su gloria.» (Zacarías 2:4,5 NVI)

Para un judío, la ciudad de Jerusalén era máximo símbolo de su grandeza como pueblo escogido. Y hoy en día, muchos hebreos darían su vida por protegerla. El nombre “Jerusalén”, es de origen cananeo o amorreo, y probablemente significa «ciudad de Shalim»; en hebreo sería «ciudad de paz».

Tanto valor tiene para los judíos, que cuando fue destruida por las invasiones asirias, fue el dolor y la desesperación más grande que ellos pudieron experimentar. Tanto así, que Nehemías estando en Susa, se enteró de la destrucción final de Jerusalén, de sus murallas derribadas y sus puertas quemadas, que se enfermó e hizo ayuno y duelo por muchos días (Nehemías 1:3,4). Hasta que le permitieron regresar y levantar los muros caídos, porque esos cumplían un papel de protección y seguridad.

¿Qué muros se han caído de tu vida?, ¿qué muros caídos  te han llenado de miedo y dolor? Si estás desanimado y temeroso, ten en cuenta esta verdad: El Señor desea ser tu muro de protección y paz interna. Y ese muro no es de cualquier clase, es uno de fuego, poderoso y libertador. No estás solo, y aunque parezca que estás a merced del peligro, y que no hay esperanza de salir entero de la lucha, Cristo es la seguridad que necesitas.

Esta mañana, pídele su protección, que el muro de fuego te rodee frente a cualquier peligro. ¡Y sécate esas lágrimas, que no te a dejarán ver los milagros que Dios tiene para ti!… ¡Bendiciones!

Pr. Joe Saavedra

Desde mi rincón de poder y un poquito antes del retorno de Cristo…

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