MEJOR Y SUPERIOR (Lunes 03 de octubre de 2011)

“El encargado del banquete probó el agua convertida en vino sin saber de dónde había salido, aunque sí lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua”  (Juan 2:9 NVI)

Este este evento es considerado el primer milagro de Jesús, realizado aproximadamente una semana después de que fueran llamados los primeros discípulos (vers. 1,2). Fue a pedido de su madre, quien estuvo al tanto de la desesperación de los criados cuando se percataron que ya no había más vino y la fiesta tenía que seguir.

Jesús, al ver la preocupación de su madre, decidió ayudarla. Llamó a los criados y les ordenó colocar agua  en las tinajas vacías. Me imagino que algunos criados habrán quedado perplejos con la orden de Jesús, porque ellos necesitaban vino y él les mandó a buscar agua, ¡qué absurdo! En esta parte rescato una enseñanza básica para la que seas feliz  en esta tierra: ¡obedece a Dios!, aun así la orden parezca absurda, porque detrás de eso hay bendiciones incalculables.

Los sirvientes obedecieron, hicieron todo lo que Jesús les había indicado  y cuando llevaron una copa llena de agua, que sacaron de una de las tinajas, al encargado del banquete, quedaron sorprendidos porque éste fue raudo a buscar al esposo y preguntarle porque había reservado para el final el mejor vino, pasando por alto la costumbre judía que consistía en servir al principio el mejor vino, de tal forma que cuando los invitados habían bebido mucho no se percataban del vino de inferior calidad que les servían después.

El libro el “Deseado de todas las gentes” menciona que este vino era superior a cualquier otro que el mayordomo de la fiesta hubiera jamás probado,[1] y por eso su sorpresa al percatarse que lo estaban sirviendo al final. Este desenlace, nos enseña por lo menos dos cosas: (1) Que todo lo que hace el Señor es superior a todo y de mejor calidad. Otro ejemplo de esto, lo encontramos en el libro de Génesis, donde Dios reemplazó una túnica de hojas secas por una de piel de cordero, resistente y duradera. Mi amigo(a), ¿hay algún “vino común” en tu vida?, porque Dios desea darte una jugo de uva de mejor calidad y duradero. Nada en este mundo puede satisfacernos o darle sentido a nuestra existencia que las bendiciones  que proceden de las manos de nuestro Creador. (2) El cielo siempre da al final lo mejor que tiene para los que esperan con paciencia. ¡No te desesperes!, solo obedece, y aun así veas que ya no hay a donde más correr y que el siguiente paso es al precipicio, ten la certeza de David cuando dice: “Espero al SEÑOR, lo espero con toda el alma; en su palabra he puesto mi esperanza”,[2] ¡sí, espera en el Señor!,  porque el milagro al final del camino es superior a cualquier pesar del mundo.

Hoy es el momento para  obedecer a Dios, para tomarnos de sus promesas y tener la seguridad que el Señor siempre aparece en el  momento justo, ni antes ni después… ¡éxitos!

Pr. Joe Saavedra

Desde mi rincón de poder y un poquito antes del retorno de Cristo…

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[1] Deseado de todas la Gentes, 121

[2] Salmos 130:5 NVI

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