MÁS PROTEGIDOS
“Cuídame como a la niña de tus ojos; escóndeme, bajo la sombra de tus alas” (Salmo 17.8, NVI)
Hasta hace poco, se pensaba que la “hoja de loto era el elemento de la naturaleza que lograba repeler el agua de manera más efectiva, pero un equipo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, afirma que hay algo mejor”.[1] Comprobaron que las alas de las mariposas y las hojas de capuchina (una planta trepadora de hojas abroqueladas originaria de Perú), son más impermeables que la hoja de loto. Inspirados en estos descubrimientos, estos ingenieros estadounidenses crearon el compuesto más resistente al agua conocido hasta el momento. “Al añadir una especie de ranuras minúsculas a una superficie hecha de silicio, lograron incrementar la rapidez con la que el agua rebota, lo que representa un aumento de 40% con relación a los valores de referencia utilizados hasta el momento. Este tipo de ranura se encuentran en las alas de las mariposas Morpho y en las venas de las hojas de las capuchinas”.[2]
Este nuevo material hidrofóbico podría conservar más eficientemente la ropa seca y prevenir la formación de hielo en los motores de los aviones, afirman los expertos que trabajaron en el tema. Además, los científicos esperan que el uso de este material en superficies de metal, en telas y cerámicas dé inicio a una nueva generación de productos más protegidos a la humedad, desde tiendas de campaña hasta turbinas generadoras de energía eólica.
Sin embargo, existe más que un elemento, un Ser, superior en resistencia, no solo al agua, sino a todo lo que atente contra la vida y la felicidad del ser humano. Éste ha sido revelado siglos atrás en la historia, y viene cumpliendo eficientemente su papel protector a través de los años. Su presentación no puede ser tan simple, más aún compleja, porque no hay quién lo entienda, pero estas palabras lo presentan acertadamente: “A ti, fortaleza mía, te cantaré salmos, pues tú, oh Dios, eres mi protector. ¡Tú eres el Dios que me ama!”.[3] Dios es la mejor y única protección segura que tiene todo ser humano.
Millones de personas en el pasado, murieron seguras y confiadas a pesar de las circunstancias difíciles que les tocó vivir. Hoy, más personas avalan la eficacia protectora de Dios y pueden vivir con esperanza en un mundo donde todo es peligroso. Porque “mientras afirmemos nuestra mente en el Ser que es nuestro sol y nuestro escudo, el mal que nos rodea no manchará nuestras vestiduras. Mientras trabajemos para salvar a las almas prontas a perecer, no seremos avergonzados si ponemos nuestra confianza en Dios. Cristo en el corazón, Cristo en la vida: tal es nuestra seguridad… Fue por medio de la fe y la oración que Jacob, siendo de por sí un hombre débil y pecador, llegó a ser un príncipe de Dios. Así también ustedes pueden llegar a ser hombres y mujeres de propósitos santos y elevados, de vida noble; hombres y mujeres que por ninguna consideración se apartarán de la verdad, lo recto y la justicia. A todos nos acosan preocupaciones, cargas y obligaciones apremiantes; pero cuanto más difícil la situación y más pesadas las cargas, tanto más necesitamos a Jesús”.[4]
Mi compañero (a) de fe, en estos tiempos tan complicados y peligrosos, debemos correr a Dios y decirle: “Cuídame como a la niña de tus ojos; escóndeme, bajo la sombra de tus alas”. ¡Amén!////.
Desde mi rincón de poder…y un poquito antes del retorno de Cristo…
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[1] http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/11/131121_tecnologia_material_impermeable.shtml
[2] Ibid.
[3] Salmo 59.17, NVI
[4] Elena G. de White, El ministerio de curación, ed. Aldo D. Orrego, Tercera edición. (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2011), 408–409.