MANO PODEROSA

“El SEÑOR le respondió: —Ahora verás lo que voy a hacer con el faraón. Realmente, sólo por mi mano poderosa va a dejar que se vayan; sólo por mi mano poderosa va a echarlos de su país” (Éxodo 6:1 NVI)

Moisés estaba desmoralizado, el encuentro con el faraón no había sido amigable, por el contrario trajo consecuencias adversas para sus intereses. Por el lado de su pueblo, no consiguió a la primera vez erigirse como su líder, más bien lo vieron cómo el causante del aumento de sus desgracias.[1] Cómo un hijo que no entiende las acciones de su padre, pero que confía en él, le mostró sus dudas: “Moisés se volvió al SEÑOR y le dijo: —¡Ay, SEÑOR! ¿Por qué tratas tan mal a este pueblo? ¿Para esto me enviaste? Desde que me presenté ante el faraón y le hablé en tu nombre, no ha hecho más que maltratar a este pueblo, que es tu pueblo. ¡Y tú no has hecho nada para librarlo!”.[2]

¿Alguna vez has sentido que te esfuerzas por lograr algo y no consigues nada?, ¿algún momento te has sentido solo en medio de tus luchas?, ¿pasó por tu mente la idea de que Dios no te responde? Moisés se sintió así, solo y aturdido por todo lo que le estaba pasando, no lograba comprender porque las cosas no salían bien, teniendo en cuenta que fue el mismo Dios que lo había enviado. ¿Te sientes así?, espera un poco, la mano poderosa del Señor va entrar en escena.

El Señor jamás abandona a un hijo suyo, aunque parezca así. Quizás debemos entender que el tiempo de Dios no es igual al del ser humano, ni sus pensamientos se pueden comparar a los nuestros. Dios ve la historia completa, el panorama en su totalidad, nosotros solamente un “pedacito de la torta” y nuestra fragilidad es sacudida. ¡Confiemos en el Señor!, él sabe lo que hace, sabe el momento oportuno en que su mano poderosa va actuar obrando proezas. Él dice claramente: “Ahora verás lo que voy a hacer con el faraón. Realmente, sólo por mi mano poderosa…”; “ahora”, esto es señal de tiempo, del momento exacto, no es antes, no es después, es el momento preciso. Quizás no ha llegado el “ahora” para ti, quizás para mí tampoco, pero por fe sigamos al frente porque ya nos toparemos con la mano poderosa de Dios.

Mi amigo (a), ¿te sientes solo?, ¿estás angustiado en medio de tus luchas?, “confíe en el Señor como un niñito confía en su padre terrenal. Aférrese del Salvador. No permita que nada separe su alma de Dios. ‘Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna’ (Juan 3: 16). Pida bendiciones; espere bendiciones; aguárdelas constantemente. Véalas, reconózcalas, y no se queje; no se irrite. No culpe a Dios…”,[3] más bien aguarda el “ahora es”, el momento oportuno en que la mano poderosa actuará y allí reconocerás cuan grande es el Señor a quién sirves.

¡Qué la mano poderosa de Dios te guarde el día de hoy!

Pr. Joe Saavedra

Desde la línea de batalla  y un poquito antes del retorno de Cristo…

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[1] Éxodo 5:21

[2] Éxodo 5:22,23 NVI

[3] Alza tus ojos, 11 de junio

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