¿LOS PUEDES VER? (Lunes 19 de setiembre de 2011)
“Entonces Eliseo oró: «SEÑOR, ábrele a Guiezi los ojos para que vea.» El SEÑOR así lo hizo, y el criado vio que la colina estaba llena de caballos y de carros de fuego alrededor de Eliseo! (2 Reyes 6:17 NVI)
El pedido del profeta Eliseo y lo que pasó después, puede dejarnos perplejos. ¿El criado del profeta estaba ciego?, parece que no, así lo afirma el versículo 15 en el mismo capítulo: “Por la mañana, cuando el criado del hombre de Dios se levantó para salir, vio[1] que un ejército con caballos y carros de combate rodeaba la ciudad…”,[2] en definitiva Guiezi no estaba ciego, veía perfectamente. Entonces ¿por qué el profeta pide que sus ojos sean abiertos?, ¿quiénes eran esos personajes que vio a caballos y en carros de fuego?
Toda esta historia nos revela una verdad que no debemos poner a un lado, es más, deberíamos darle toda la importancia porque nuestra integridad física, moral y espiritual pueden depender de ella. Lo que Eliseo quería enseñarle a su criado es que él solo podía ver lo que sus ojos velados podían ver, el mundo visible, pero que en derredor suyo cohabitaba otro, el mundo invisible. Y en este mundo invisible transitan en una lucha feroz ángeles celestiales y los caídos. El libro el Conflicto de los Siglos, desarrolla muy claramente este asunto: “La relación entre el mundo visible y el invisible, el ministerio de los ángeles de Dios y la influencia o intervención de los espíritus malos, son asuntos claramente revelados en las Sagradas Escrituras y como indisolublemente entretejidos con la historia humana…”,[3] esto quiere decir que no estamos solos, que hay miles de ojos observándonos y no son invisibles porque no se los puede ver, sino porque nuestros ojos no están capacitados para verlos.
Esta cita puede llevarnos a tomar en serio la influencia del mundo invisible: “¡Cuán pocos consideran la obra de los agentes invisibles! Los hombres desempeñan su parte en favor de Dios o de Satanás; del Príncipe de la luz o del príncipe de las tinieblas. Todo el cielo está intensamente interesado en los seres humanos que parecen estar llenos de actividad, pero que no dedican pensamiento alguno a las cosas invisibles. Sus pensamientos no se centran en la Palabra de Dios y en sus instrucciones. Si se compenetraran de las Sagradas Escrituras, se asombrarían
al comprender que hay agentes invisibles, tanto buenos como malos, que observan cada palabra y acción. Están presentes en toda reunión donde se realizan transacciones comerciales, en concilios y en reuniones dedicadas a la adoración a Dios. Hay más oyentes en esas asambleas públicas que los que pueden ser vistos con los ojos, y todo hombre tiene una obra para hacer. Estos instrumentos invisibles colaboran con Dios o con Satanás, y actúan más poderosa y constantemente de lo que lo hace el hombre…”.[4]
Mi amigo(a), estamos rodeados de seres espirituales a nuestro favor o en contra nuestra, hoy deberíamos rogar a Dios la protección de ese ejército a caballos y en carros de fuego que cuidó a Eliseo, ese ejército de seres invisibles que fueron comisionados para proteger a un hijo leal a Dios. Esta semana comentaremos sobre el mundo invisible… ¡Qué pases un buen día”
Pr. Joe Saavedra
Desde mi rincón de poder y un poquito antes del retorno de Cristo…
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