LAS VENTANAS (jueves 04 de agosto de 2011)
«La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz» (Mateo 6: 22 RV60)
¿Te imaginas una casa sin ventanas? Todo sería oscuro, tétrico y frío. Además el aire no sería tan agradable y el lugar sería poco ventilado. Esto quiere decir que de todas formas una vivienda debe tener ventanas. Por ellas la luz del sol desaloja la penumbra y mata las bacterias, además el aire limpio hace agradable el ambiente.
Una ventana es un vano o hueco elevado sobre el suelo, que se abre en una pared con la finalidad de proporcionar luz y ventilación a la estancia correspondiente. También se denomina ventana al conjunto de dispositivos que se utilizan para cerrar ese vano. El término proviene del latín ventus (viento), haciendo referencia a la capacidad de ventilación que proporciona.
Nosotros somos templos del Espíritu Santo y esa estructura tiene ventanas: los ojos. Fueron colocados allí, para que como lámparas lleven luz a todo el recinto. Sin embargo, las ventanas pueden estar falladas. En vez de llevar luz buena, quizá den paso a luces que marean y confunden, y hasta permitan que todo aire sucio contamine el templo.
Mi amigo(a), ¿qué luz está entrando por tus ventanas? ¿Es puro el aire que trasciende en tu templo? Porque si tus ojos son buenos, entonces toda la luz será buena. Tu vida será guiada por esa luz, e irás por sendas seguras. No obstante, Satanás quiere arruinar tus ojos, y al lograr ese cometido hace que muchos que avancen a ciegas por los senderos que él mismo traza, cuyos finales son desgracias.
Las malas compañías, los vicios insanos, el sexo sucio y prácticas inmorales, son algunas luces sucias que un ojo sucio permite. Existen otras luces que pueden contaminar el cuerpo, sin embargo el principio básico para diferenciar lo que tu ojo debe permitir es este: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”[1]
Hoy es el día para limpiar las ventanas de tu templo y hacer de ellas los conductos por los cuales ingresen a tu vida: limpieza y bendición. ¡Sí es posible!
Pr. Joe Saavedra
Desde mi rincón de poder y un poquito antes del retorno de Cristo…
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[1] Filipenses 4:8 RV60