LAS PROMESAS DE DIOS

“Tus promesas han superado muchas pruebas, por eso tu siervo las ama.” (Salmo 119.140, NVI)

smartEn las últimas décadas, han aparecido sorprendentes inventos, que prometían cambiar la vida de los seres humanos, y no han fallado en ese cometido, aunque con resultados negativos. Quizás podríamos mencionar algunas innovaciones que crearon grandes expectativas, pero sus promesas no se cumplieron como lo desearon. El automóvil, prometió hacer todo más fácil, permitiendo que la gente escape fácilmente del movimiento de las ciudades. Sin embargo, las estadísticas actuales mencionan que los conductores gastan al día 101 minutos manejando y que al año gastan más de 40 horas atrapados por el tráfico,[1] aunque estos números han aumentado en los últimos años. A eso se añade el hecho que al contrario de hacer la vida más fácil, subirse a un auto es muchas veces complicarse la vida, por las cantidad de autos obstaculizan el movimiento y los peligros de la calle.

Otro gran invento que prometió unir a las familias para que disfruten juntos de un tiempo de calidad fue la televisión. Los resultados de hoy muestran que esa promesa no se ha cumplido, porque las familias gastan en promedio 170 minutos al día mirando TV, mucho más de lo que hablan cada día.[2] Y ese sueño de unir a la familia, se ha convertido en pesadilla, porque hoy es común que cada miembro de una familia tenga un televisor en su cuarto, y cada cual observe lo que le plazca. En definitiva, la televisión ha separado a las familias.

La promesa era que los nuevos electrodomésticos para el hogar iban a aumentar el tiempo libre y reducir el tiempo dedicado a hacer las tareas de casa. Con esa expectativa salieron al mercado la aspiradora, la lustradora, la lavadora y otros más, pero a pesar del aumento de los dispositivos que ahorrarían la mano de obra humana, la gente gasta aún un promedio de 23,5 horas a la semana en los trabajo de casa,  lo mismo que la gente que vivía en los inicios del siglo 20.[3]

Por último, apareció un gran invento, que prometió hacer la vida más fácil, resolver problemas al instante y unir a las familias, me refiero a los teléfonos celulares inteligentes. Y si bien es cierto han contribuido a facilitar los negocios y las soluciones de problemas, los resultados arrojan que el uso excesivo de esos aparatos puede provocar ansiedad y estrés a las personas, especialmente a los adolescentes, y son este grupo, los que los utilizan más. “Los especialistas advierten que la luz de estos sistemas disminuye hormona que favorece el sueño, lo que afecta el rendimiento académico, y aunque se han vuelto necesarios en el día a día, el uso excesivo de los smartphones puede causar diversos trastornos como insomnio, ansiedad y estrés, especialmente en adolescentes”.[4] Y eso que no mencionamos con amplitud que estos teléfonos móviles han terminado de romper los últimos lazos de unión familiar que ha dejado el televisor, para comprobar esto, solo nos bastaría entrar en la casa de una familia promedio de cualquier ciudad para ver que sus miembros están sentados juntos, pero cada uno ha sido trasladado a su propio mundo por ese pequeño aparato llamado “teléfono inteligente”. La paradoja es: “juntos pero en otros lados”.smartphone

“La palabra ‘promesa’ deriva directamente del latín promissa, significando exactamente lo que nuestra palabra promesa significa, «declaración o seguridad dada a otra persona con respecto a una situación futura en que uno hará o evitará algún acto específico o en que uno dará o concederá alguna cosa, generalmente en un buen sentido implicando cierta ventaja o placer de la persona interesada»”.[5]

Por eso, cuando hablamos de promesas, las únicas seguras son las que Dios ha registrado en su Palabra. Uno de los que experimentó la seguridad de las promesas de Dios, fue David, por eso él exclamó seguro: Tus promesas han superado muchas pruebas, por eso tu siervo las ama.” Porque cuando Dios promete algo, no solo cumple, sino que da más de lo que promete. Otro personaje que validó las promesas de Dios fue Josué, el mismo declara: “Y ni una sola de las buenas promesas del SEÑOR a favor de Israel dejó de cumplirse, sino que cada una se cumplió al pie de la letra”.[6] Con esto entendemos algo más, que Dios cumple lo que promete, pero además considera hasta el más mínimo detalle.

En un mundo de mentiras y promesas que no se cumplen, donde la gente viven en desconfianza y miedo, tenemos las promesas más seguras, y son las que han salido de la boca de Dios. Él es fiel a sus promesas y ninguna pasa por alto. En su Palabra podemos encontrar la lista de promesas que Él nos ha hecho, y cómo hacer para ver su cumplimiento.

ApocalipsisUna de las promesas que podemos hacer realidad ahora mismo, es la de paz y esperanza. Jesús lo dijo: “La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden”.[7] Tú y yo podemos disfrutar de esa promesa, pero tenemos que reclamarla y obedecer sus indicaciones. Otra de cumplimiento futuro y la más grande, es la promesa de su retorno, y eso nos debería tener en una feliz expectativa: “No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí. En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté”.[8]

Mi amigo (a), Dios ha hecho tantas promesas, muchas ya se han cumplido, otras las vamos experimentando cada día, y algunas esperan y un cumplimiento seguro. ¡Vive seguro en las promesas de Dios!////.

joe  firma 3

Desde la línea de batalla  y un poquito antes del retorno de Cristo…

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[1] Informaciones basadas en estadísticas de los gobiernos de Canadá y Estados Unidos.

[2] Ibid.

[3] Ibid.

[4] http://elcomercio.pe/actualidad/1656139/noticia-uso-excesivo-smartphones-puede-provocar-ansiedad-estres-adolescentes

[5] Wilbur M. Smith, «PROMESA», ed. Everett F. Harrison, Geoffrey W. Bromiley, y Carl F. H. Henry, Diccionario de Teología (Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 2006), 494.

[6] Josué 21:41 NVI

[7] Juan 14:27 NVI

[8] Juan 14:1-3 NVI

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