¡LÁNZATE!
“Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3.16, NVI)
En Londres, este miércoles pasado por la madrugada, los bomberos trabajaban desesperadamente por sofocar el fuego que envolvía a la Torre Grenfell, un edificio de viviendas del centro-oeste de la capital de Reino Unido.[1] Los saldos oficiales hasta el momento[2] en este edificio de 24 pisos, 120 departamentos, y donde se cree vivían alrededor de 500 personas son los siguientes: 17 muertos, 17 personas en esta crítico, y un número indeterminado de personas que no son rescatados de los últimos pisos, que se cree no sobrevivieron.
Los que pudieron despertar a tiempo o vivían en los primeros pisos, cuentan lo que vivieron y lo comparan con escenas de una película de terror. Hasta los bomberos que auxiliaban, no pueden salir de su asombro por la magnitud del fuego y las circunstancias en las que se dieron. El mismo jefe bomberos Dany Cotton, describió el incendio como algo «sin precedentes»: «Nunca vi (un incendio) de tales dimensiones en mis 29 años de carrera», declaró.
Por lo que se sabe, fue un incendio fatal en la capital inglesa, donde varios testigos afirmaron que escucharon gritos de personas pidiendo auxilio y vieron a otros que tiraron a sus hijos por la ventana gritando que alguien los salvara. Uno de los testigos fue Samira Lamrani, quien narró que vio a varios niños siendo arrojados del edificio desde tan alto como el piso 15. Eran pequeños, probablemente entre 4 y 8 años. Asimismo vio que había policías o bomberos intentando atraparlos.
No obstante, la misma Lamrani, cuenta que un caso particular la dejó sin aliento, y fue ver a una mujer desesperada con un bebé en los brazos. Ella estaba atrapada en el piso novena o décimo del edificio y gritaba para que alguien los rescatara. Cómo no había una señal de un auxilio rápido, sus gritos se hicieron mas intensos pero buscando que alguien recibiera al bebé porque la única manera de salvarle la vida era lanzándolo por la ventana.
La escena era desgarradora, no obstante apareció un hombre, quién gritó con firmeza: “Lánzalo, que yo lo atrapo”, e hizo el ademán con lo brazos de que atraparía al menor. Increiblemente, ante las mirada paralizada de muchas personas, el bebé fue lanzado al vacío y el hombre logró milagrosamente atraparlo y salvarle la vida.
Este mundo también se esta incendiando. la gente se va sofocando ante el asfixiante humo del desprecio, el odio, la traición y las mentiras. También las llamas de las practices antinaturales, de la destrucción de la familia, de la inmoralidad desmedida, y la frialdad espiritual de las nuevas generaciones, están quemando toda esperanza de un futuro mejor. Las personas van quedando acorraladas por el calor asesino de este incendio y no saben que hacer para salvar su vida y la de sus hijos, solo ven ventanas y un vacío escalofriante, pero es la única forma de escapar y salvar su vida.
Mi amigo (a) ¿cuál es el incendio de tu vida?, ¿qué te sofoca la existencia y te quita la respiración? ¡Vamos, lánzate al vacío¡, cree y acepta a Jesús, no hay mejor lugar de paz y vida que en los brazos del Maestro de Galilea. La noticia es aún mas buena, cuando te enteras que toda la Casa de Dios, y los ángeles están empecinados en salvarte, porque la promesa dice que “con sus propias manos te levantarán para que no tropieces con piedra alguna”.[3]
Por otro lado, tú y yo, compañero(a) de fe, somos llamados a ser los bomberos de este mundo. Tenemos la misión de avisar a los que gritan y corren con miedo, que sus vidas tienen esperanza. Solo tienen que aceptar y creer en Jesús y lanzarse por la ventana de la fe, que Él los recibirá en sus brazos.
Tanto los ricos y pobres, no tienen escapatoria, las llamas tarde o temprano acaban con los sueños y queman todo lo que encuentran a su paso. El final es desolación y muerte. Por eso ellos, que no conocen a Jesús solo observan aterrados y resignados lo que viene, no saben que el lugar mas seguro de paz y vida es en los brazos de Jesús, y el apóstol Juan no utilizó mejor palabras para recordarte eso: “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”.
Vamos, salgamos a las calles y gritemos: “Lánzate”.///////////////////////////.
Pr. Joe Saavedra
Desde mi rincón de poder… un poquito antes del retorno de Jesús…
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[1]http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-40269742
[2]Mientras escribo esto, es jueves por la mañana.
[3] Salmo 91.12, NVI