LA OLA REVIENTA
“Por eso, queridos hermanos, mientras esperan estos acontecimientos, esfuércense para que Dios los halle sin mancha y sin defecto, y en paz con él.” (2 Pedro 3.14, NVI)
En innegable que los sucesos que ocurren en los Estados Unidos, son como enormes olas que revientan en casi todos los países, trayendo a su paso cambios, complicaciones y desgracias sociales y religiosas. Como esta última ola que va golpear con mucha fuerza las ya debilitadas estructuras de la familia tal como lo presenta la Biblia,[1] entre un hombre y una mujer: Corte Suprema de EE.UU. declara legal el matrimonio homosexual en todo su territorio.[2] Esta ola, que revienta como trueno quiere callar la voz del Creador de la familia, que dio órdenes claras sobre la constitución de una vida en pareja y de sus relaciones amorosas y sexuales. El Creador constituyó el matrimonio como la estructura que sostenga la vida amorosa y sexual de dos personas de distinto sexo, es decir entre un hombre y una mujer, eso es lo natural, eso es la orden de Dios. Salirse de ese marco es abrir la puerta a las distorsiones mentales, a las confusiones existenciales, a la inmoralidad descontrola, a una falsa y efímera felicidad. El plano social, emocional y psicológico de las naciones será dañado irreversiblemente por la fuerza de esta ola.
En el plano religioso, esta ola no hace más que confirmar que una ola más grande y más poderosa está por venir, aunque ésta arrastrará la maldad, la inmoralidad y las obras perversas de los hombre de pecado, e instaurará una sociedad sana, perfecta y con esperanza. El apóstol Lucas menciona de las olas turbulentas que preceden a la mayor ola de la historia, el retorno de Jesús que viene a ordenar lo revuelto, a limpiar lo que está manchado: “Habrá señales en el sol, la luna y las estrellas. En la tierra, las naciones estarán angustiadas y perplejas por el bramido y la agitación del mar. Se desmayarán de terror los hombres, temerosos por lo que va a sucederle al mundo, porque los cuerpos celestes serán sacudidos. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube con poder y gran gloria”.[3]
En un plano más específico que tiene que ver con el pueblo de Dios, los que aguardan su retorno, ésta ola también traerá cola. Si bien la iglesia ha construido una muralla sólida para frenar la fuerza de olas inmorales, cómo las prácticas homosexuales, hay algunas situaciones que están abriendo una grieta que muy pronto debilitará su sólida estructura hasta destruirla, un ejemplo es el principal argumento por el cual la nación norteamericana ha dado cabida a los matrimonios de personas del mismo sexo: Igualdad de géneros. El mismo presidente Barack Obama, minutos después de conocerse la resolución de la Corte Suprema americana dijo: «Sobre todas las diferencias, somos todos iguales…No importan tus antecedentes, ni cómo comenzaste, como tampoco importa cómo y a quién amas»;[4] asimismo, Anthony Kennedy, el supuesto juez conservador que con su voto inclinó la balanza a favor del matrimonio gay en EE.UU, también resaltó esta igualdad: «La naturaleza del matrimonio es que, mediante su lazo duradero, dos personas unidas pueden encontrar libertad, como expresión, intimidad y espiritualidad. Esto es cierto para todas las personas, cualquiera sea su orientación sexual».[5] Y lo interesante de esto, es que este mismo argumento campea entre los argumentos de quienes defienden la ordenación de la mujer al ministerio, que de ser aprobado en el próximo congreso mundial, abrirá una grieta que dañará irreparablemente la estructura de defensa de la iglesia, y no soportará más otras olas de inmoralidad y relajo de principios bíblicos que se vienen.
Mi hermano(a) de fe, ¿qué podemos hacer los que somos testigos impotentes de las olas bravas que se vienen sobre esta tierra y sobre nuestra iglesia? El Apóstol Lucas nos lo dice: “Cuando comiencen a suceder estas cosas, cobren ánimo y levanten la cabeza, porque se acerca su redención”,[6] aunque Pablo no se queda atrás y también esboza: “Por eso, queridos hermanos, mientras esperan estos acontecimientos, esfuércense para que Dios los halle sin mancha y sin defecto, y en paz con él”.
El tiempo en que vivimos es propicio para fortalecer las defensas de nuestra vida, de tal forma que si las olas enfurecidas de este mundo empiezan a dañar las defensas de nuestra iglesia, no puedan dañar nuestra fe. La hora ha llegado de alistarnos en serio, de quedar listos para ver la mano de Dios que interviene en este mundo casi en escombros y sostiene a nuestra tambaleante iglesia. ¿Qué decides?///////.
Desde mi rincón de poder… un poquito antes del retorno de Jesús…
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[1]Génesis 2.24 [2]http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/06/150626_noticias_derechos_matrimonio_gay_estados_unidos_amv [3]Lucas 21.25-27 NVI [4]http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/06/150626_noticias_derechos_matrimonio_gay_estados_unidos_amv [5]http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/06/150624_kennedy_matrimonio_gay_perfil_cch.shtml [6]Lucas 21.28 NVI