LA CONDUCTA QUE A DIOS LE AGRADA

“Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él” (Colosenses 3:17 NVI)

Los expertos en conducta humana que estudian la Biblia, mencionan que los 10 mandamientos son en esencia mandados éticos. A la vez, al encontrar a lo largo de sus páginas muchas referencias al comportamiento humano, catalogan a Las Escrituras como un compendio ético por excelencia. Como ejemplo, el versículo que encabeza este artículo y materia de reflexión, es uno de los tantos que colocan a la Biblia en la “repisa” de los libros altamente éticos.  

Cuando nos referimos a ética, en términos generales es el “conjunto de costumbres y normas que dirigen o valoran el comportamiento humano en una comunidad”,[1] pero al hacerlo en el contexto bíblico, son “principios, tanto teóricos como prácticos, para vivir rectamente ante los ojos de Dios. La Escritura provee una dirección detallada con respecto a la conducta de los creyentes…”.[2] En síntesis, cuando hablamos de ética, lo primero que tiene que venir a la mente es la palabra “conducta” o “comportamiento”, por eso no debe de sorprendernos cuando Pablo de forma directa nos dice: “y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús”, porque está resaltando el comportamiento que a Dios le agrada y lleva su Nombre.

La pregunta natural que se formula es: ¿Cuál es la conducta que a Dios le agrada? Para responder esa incógnita, es necesario entender el proceso del comportamiento, que de forma simple podemos resaltar dos pasos: pensar y hacer. Lo primero es la teoría, lo segundo, la práctica. Normalmente los hechos son influenciados por los pensamientos, porque la conducta empieza en la mente, pero se muestra plenamente en acciones. Por lo tanto, la conducta puede ser fácilmente identificada, no es muy difícil para una persona que observa en su contexto ético, “darse cuenta si el comportamiento de la persona observada es correcto o incorrecto. Si las actitudes son correctas, se dice que esa persona tiene una buena conducta; si es incorrecta, entonces se dice que tiene mala conducta”.[3]

Por otro lado, según los expertos en conducta, existen varios tipos, pero tres son los predominantes y pueden ser identificados por las acciones:

  • Conducta agresiva: Trata de satisfacer sus necesidades. Le gusta el sentimiento de poder, pero en el fondo sabe que se está aprovechando de los demás. Repite constantemente que tiene razón, pero oculta un sentimiento de inseguridad y de duda. Suele estar sola, puesto que su conducta aleja a los demás; no obstante, nunca admitirá que necesita amigos. Suele ser enérgica, pero con frecuencia, de una forma destructiva. En realidad, no se gusta a sí misma, por lo tanto, crea un ambiente negativo a su alrededor. Tiene la capacidad de desmoralizar y humillar a los demás. Se le puede reconocer por su típico lenguaje verbal y corporal
  •  Conducta pasiva: No nos dejemos llevar por la primera impresión de la frase, puesto que la pasividad tiene características muy desfavorables para el ser humano que la posee. Los demás se aprovechan fácilmente de la persona con conducta pasiva . Suele tener sentimientos de inseguridad y de inferioridad, que se refuerzan siempre que entra en contacto con una persona agresiva. Está enfadada consigo misma porque sabe que los demás se aprovechan de ella. Es una experta en ocultar sus sentimientos. Es tímida y reservada cuando está con otras personas. No sabe aceptar cumplidos. Se agota y no tiene mucha energía ni entusiasmo para nada. Su actitud acaba irritando a los demás. Absorbe la energía de los demás.
  • Conducta asertiva: Reconocen tantos sus defectos como sus virtudes con facilidad, saben dar cumplimiento fiel a sus promesas, saben cultivar el arte de sentirse bien con ellos mismos, como así también, saben lograr que las demás personas se sientan bien con ellos. Las personas de conducta asertiva son practicantes auténticas de las buenas relaciones humanas; siempre manifiestan un trato cordial, respetuoso y considerado con las demás personas. Casi siempre logran sus metas y objetivos en todo lo que tiene que ver con el sabio y prudente reclamo de sus derechos individuales. Esta conducta es una principal característica de la Inteligencia Emocional, que en simples palabras es el manejo acertado de las emociones, que es parte de la buena y completa salud de una persona.

De estas tres conductas, la Biblia en todas sus páginas éticas, apunta a la tercera. Por lo tanto, en esta parte ya estamos respondiendo a la pregunta que quedó pendiente: ¿Cuál es la conducta que a Dios le agrada?  Definitivamente, nuestro Creador desea que tú y yo tengamos una conducta asertiva, porque una persona que alaba y agradece a Dios en el nombre de Jesús, está en paz con su pasado, solo lo tiene en cuenta para aprender; vive y disfruta su presente, está conforme con lo que tiene y es bendición a los que le rodean; y espera el futuro con esperanza, porque está convencido que el plan que Dios tiene para su vida es mejor y perfecto.

Sin embargo, otra pregunta surge de forma natural: ¿y cómo obtengo esa conducta asertiva que le agrada a Dios? Buena y vital pregunta, que en otro artículo seré más exhaustivo, lo que puedo adelantar ahora, es que la respuesta se encuentra en considerar el proceso de la conducta que mencionamos en un párrafo anterior: pensar y hacer. Es decir, considera donde empieza una conducta, el orden no es de afuera hacia adentro, sino de forma inversa, por eso la Biblia exhorta claramente: “Lo que contamina a una persona no es lo que entra en la boca, sino lo que sale de ella”.[4] Porque una conducta germina en la mente, en la “tierra y el abono” que tiene, cuyos frutos de manifiestan en acciones, en lo que la gente puede percibir.

Por eso mi apreciado(a) compañero(a) de fe, ¿qué tierra y abono estás metiendo a la mente? Te lo digo de forma menos ilustrativa: ¿qué estás oliendo, tocando, viendo, leyendo o escuchando? Todo lo que entra a tu cerebro, prepara y germina una conducta que se manifestará en hechos, en comportamientos que agradan a Dios o  le entristecen. ¿Qué piensas? ¿qué decides?///////////.

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[1] Núria Lucena Cayuela, ed., Diccionario general de la lengua española Vox (Barcelona: VOX, 1997).

[2] M. H. Manser, Diccionario de temas bíblicos, ed. Guillermo Powell (Bellingham, WA: Software Bíblico Logos, 2012).

[3] Silverio Manuel Bello Valenzuela, Ética Pastoral Para El Ministro de Hoy (Silverio Bello, 2013), 34.

[4] Mateo 15:11 NVI

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