GRACIAS POR LA VIDA (lunes 28 de noviembre de 2011)

“Porque en ti está la fuente de la vida, y en tu luz podemos ver la luz” (Salmos 36:9 NVI)

Hoy me levanté pensando en el milagro de la vida, en la posibilidad de ponerme de pie, de correr, de oler una flor y sentir la frescura del agua entre los dedos. Me levanté pensando en la vida, porque Dios en su gracia nos concede oportunidades de abrazar a una persona especial y decirle que la amamos. Hoy me levanté pensando en mi hijo, por el año de vida que Dios le concede, y porque soy afortunado de ser su padre. Me encuentro a muchos kilómetros de casa, y eso es más emotivo, porque solo puedo pensar en él y agradecer a Dios por haberlo cuidado.

Estoy seguro que se levantó bien temprano, y sé que con una sonrisa en esa carita de niño que no se desfigura a pesar que los años van pasando, fue al rincón de oración a dejar su vida en la manos de su Creador, porque es la fuente de la vida.

David entendió lo mismo que Juan y otros personajes bíblicos que por medio de Jesús “todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir. En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad”,[1] así como el foco no podría dar luz sin electricidad, su fuente de poder. Hay muchas personas interesantes, que dicen: “déjame es mi vida”, o “yo hago lo que quiero con mi vida”, sin saber que esa soberbia los enceguece y solo despiertan cuando una enfermedad o el dolor los agobia y se dan cuenta que no pueden hacer absolutamente nada.

Mi amigo (a), reconozcamos que Dios es la fuente de la vida, y que por su gracia podemos ver la luz cada día, no seamos insensatos pensando que todo pasa por nuestra voluntad, ni compliquemos nuestra existencia queriendo encontrarle respuestas a todo, más bien aprovechemos cada momento, que ni un segundo se desperdicie, por que el tiempo de vida que pasa no vuelve más. Qué nuestro caminar por esta vida sea simple, gozosa y bendecida porque “la vida es misteriosa y sagrada. Es la manifestación de Dios mismo, fuente de toda vida. Las oportunidades que ella depara son preciosas y deben ser fervorosamente aprovechadas. Una vez perdidas, no vuelven jamás”.[2]

¡Feliz cumpleaños hijo![3]… ¡Estamos vivos por su gracia y por su voluntad!

Pr. Joe Saavedra

Desde mi rincón de poder y un poquito antes del retorno de Cristo…

Ubícame en mi página web: www.poder1844.org


[1] Juan 1:3-4 NVI

[2] Ministerio de curación, capítulo 35

[3] Mi segundo hijo, Joe Fares, cumple hoy 8 años.

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