GRACIA Y PAZ (Viernes 14 de octubre de 2011)

“Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz” (Gálatas 1:3 NVI)

Cuando leas este tercer versículo del capítulo uno del libro de Gálatas, no lo consideres como un tipo de frase de cortesía, como un saludo introductorio o como un encabezado que hace más elegante el inicio de la carta, ¡no!, jamás el Señor se detiene en vanas expresiones,  su Palabra  es substancial, conlleva en sí misma el objeto que la nombra, entonces cada expresión  de Dios no queda sin sentido o como adorno, porque su Palabra es restauración y vida como su Creador. Cuando Él dijo “haya luz” fue “la luz” y así sucedió en toda la creación, Él dijo y existió. Entonces si la Palabra de Dios te dice “gracia y paz”, así tiene que ser.

Esta parte presenta la palabra creadora que te trae personalmente la gracia y las bendiciones de paz de parte de Dios, que sobrepasa todo entendimiento humano.  En momentos de aflicción, de tormento o indecisiones, la seguridad es “… la gracia salvadora de Dios se ha manifestado a todos los hombres”,[1] y la promesa es: “La paz os dejo, mi paz os doy. No como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”.[2]

“Gracias y paz”, es para nosotros como la palabra que le dijo Cristo a esa mujer: “Tus pecados quedan perdonados”,[3] “vete en paz”,[4] y confirma a Jesús a Cristo como la fuente de perdón y consuelo en medio de la adversidad. “No hay otro fundamento para la paz. La gracia de Cristo, aceptada en el corazón, vence la enemistad, apacigua la lucha y llena el alma de amor. El que está en armonía con Dios y con su prójimo no sabrá lo que es la desdicha. No habrá envidia en su corazón ni su imaginación albergará el mal; allí no podrá existir el odio. El corazón que está de acuerdo con Dios participa de la paz del cielo y esparcirá a su alrededor una influencia bendita. El espíritu de paz se asentará como rocío sobre los corazones cansados y turbados por la lucha del mundo”.[5]

“Gracia y paz” a mis colegas que están sufriendo, “gracia y paz” a mis colegas que siguen en la lucha; “gracias y paz” a mis administradores que tienen que tomar decisiones y soportar todo tipo de tempestad; “gracia y paz” a mis hermanos que perseveran cada día por ser fieles, “gracia y paz” a todo aquel que lee esta meditación y está pasando por la angustia más grande; “GRACIA Y PAZ” porque ha si lo asegura la “Palabra de Dios”…

Pr. Joe Saavedra

Desde mi rincón de poder y un poquito antes del retorno de Cristo…

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[1] Tito 2:11 RVA

[2] Juan 14:27 RVA

[3] Lucas 7:48 NVI

[4] Lucas 7:50 NVI

[5] La gracia maravillosa, cap: La paz restauradora

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