ESFORCÉMONOS (miércoles 28 de diciembre de 2011)
“Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13 – 14).
Lo que va quedando en el pasado, allí se queda, no hay forma de volver atrás. Las acciones realizadas, las cosas inconclusas, las faltas cometidas, las oportunidades desperdiciadas o el tiempo perdido, todo esto queda en el pasado, y nada que hagamos podrá alterar esos acontecimientos. Lo que podemos hacer es reflexionar para aprender y olvidar lo que nos lastima o nos quita la esperanza. No obstante, el consejo del apóstol Pablo va más allá: “esforzándome por alcanzar lo que está delante”, es decir, nada se puede hacer por el pasado, pero el futuro si se puede alterar, y todo comienza si se aprovecha el presente, que está al alcance y es donde cada persona debe hacer su máximo esfuerzo.
El día de hoy, es el “presente”, y se llama así porque es un regalo, y los regalos no se desperdician. En general, cuando se utiliza en término “presente”, es para referirse al conjunto de sucesos que están teniendo lugar en el momento de hablar. En física se denomina presente de un suceso A, a todos los puntos del espacio-tiempo que no pertenecen ni al pasado ni al futuro del punto A. Es decir, todos los puntos que no pueden influir en lo que ocurre en A ni ser influidos por lo que ocurre en A. Por lo tanto, el pasado no se puede alterar, el futuro es incierto porque no sabemos si llegaremos, solo tenemos el presente, allí debería estar todo nuestro esfuerzo. Las cosas que no hicimos, hoy lo podemos hacer; las palabras que no dijimos, hoy lo podemos decir; los errores que cometimos, hoy lo podemos corregir; las ofensas que cometimos, hoy podemos pedir perdón; los rencores que guardamos, hoy podemos perdonar; las oportunidades que perdimos, hoy lo podemos buscar; las relaciones rotas con Dios, hoy lo podemos restaurar.
Esto no significa que vivamos el presente sin mirar el futuro, porque allí seríamos insensatos y nuestro presente, se convertirá en un pasado triste y desventurado. El consejo es: “esforzándome por alcanzar lo que está delante”, algunas versiones dicen: “extendiéndome…”, esto significa avanzar, aprovechar cada instante, dar el mejor esfuerzo pensando en el futuro, para que el presente, que será pasado, sea de satisfacción, y que el futuro se alcance en bendición. Además, nosotros como cristianos, debemos avanzar mirando ese futuro glorioso, donde no habrá pasados de desgracias y donde cada presente será en esperanza.
Mi amigo(a), aprendamos las lecciones que nos da el pasado y olvidemos las desventuras que nos llenan de pesimismo, pero esforcémonos en nuestro presente para vivir mejor y alcanzar las promesas eternas. “Nuestro santo y seña debe ser. ¡Adelante, siempre adelante! Los ángeles de Dios irán delante de nosotros para preparamos el camino. Nunca podremos deponer nuestra preocupación por las regiones lejanas antes de que toda la tierra esté iluminada con la gloria del Señor”.[1]
Pr. Joe Saavedra
Desde la línea de batalla y un poquito antes del retorno de Cristo…
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[1] Obreros evangélicos, 485,486.