¿ENTRÉGALE TU CORAZÓN? (miércoles 11 de abril de 2012)
“Pero si le entregas tu corazón y hacia él extiendes las manos, si te apartas del pecado que has cometido y en tu morada no das cabida al mal, entonces podrás llevar la frente en alto y mantenerte firme y libre de temor…” (Job 11:13-16 NVI)
El “corazón”, en un sentido figurado,[1] es un lugar especial donde se encuentran los atributos de la personalidad (especialmente el pensamiento, la voluntad y el sentimiento), es decir es el núcleo de la vida, el comando de control de todas las acciones humanas. Alguien me dijo: “el corazón es el motor que hace funcionar la vida”. ¿Cómo está funcionando tu corazón físico?, y ¿tu otro corazón?”. Pero, ¿Qué significa entregarle el corazón a Dios?
Cuando revisamos el transcurrir del plan de salvación que la Biblia es amplia en mostrarlo, resalta un conflicto entre el bien y el mal, entre Dios y Satanás. Estos antagonistas se disputan tu vida, es decir tú y yo estamos al medio de esta lucha, no hay forma de escapar. Todo es cuestión de control. Dios busca el control del ser humano, el enemigo también la disputa. Y para controlar al ser humano el objetivo es apoderarse del corazón, el núcleo de la vida, el comando de control de todas las acciones humanas, es decir los pensamientos, la voluntad y los sentimientos. White dice que “cuando la mente no está bajo la influencia directa del Espíritu de Dios, Satanás puede moldearla como desea. Excitará la sensualidad de todos los poderes racionales que controla. Se opone directamente a Dios en sus gustos, sus puntos de vista, sus preferencias, sus simpatías y sus antipatías, sus elecciones y sus proyectos; no se deleita en lo que Dios ama o aprueba, sino una apetencia por lo que El desprecia; por lo tanto se mantiene una conducta que ofende a Dios”.[2]
Sin embargo, todo el poder del cielo, o de las tinieblas, no puede invadir, ni apoderarse de nuestro corazón a menos que nosotros lo permitamos voluntariamente. Es nuestra decisión a quién le entregamos el control de nuestra vida. Con razón esta cita dice que “si se les permite, los ángeles malos trabajarán [cautivarán y controlarán] las mentes de los hombres hasta que no tengan mente ni voluntad propia”.[3] Y la misma autora de la anterior cita añade: “Satanás no puede tocar la mente o el intelecto a menos que se los cedamos a él”.[4]
Con razón Dios que respeta las decisiones del hombre, nos pide que le entreguemos el corazón, que le confiemos nuestros pensamientos, nuestra voluntad y nuestros engañosos sentimientos. Él quiere tomar el control de nuestra vida, como un capitán se ofrece a tomar el timón de nuestro barco. Entregarle el corazón a Dios, es dejarle que tome el control de nuestra existencia en todos los sentidos, especialmente en nuestras decisiones, en nuestros pensamientos y en nuestros sentimientos volubles.
¿A quién le has dejado el control de tu vida?, ¿quién tiene preso tu corazón? Recuerda: “O los ángeles malos o los ángeles de Dios controlan las mentes de los hombres. Entregamos nuestras mentes al control de Dios o al control de los poderes de las tinieblas; y será bueno que nos preguntemos dónde estamos parados hoy -si bajo el estandarte ensangrentado del Príncipe Emanuel o bajo la bandera negra de los poderes de las tinieblas-”.[5] ¡Tú sabes la respuesta!
Pr. Joe Saavedra
Desde la línea de batalla y un poquito antes del retorno de Cristo…
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