DULCE COMO LA MIEL
“Come la miel, hijo mío, que es deliciosa; dulce al paladar es la miel del panal. Así de dulce sea la sabiduría a tu alma; si das con ella, tendrás buen futuro; tendrás una esperanza que no será destruida” (Proverbios 24:13-14)
Hace algunos días atrás, varios países ricos, anunciaron que liberarían parte de sus reservas estratégicas de petróleo para aliviar la presión en los mercados de energía, no obstante, aunque suene curioso, Canadá decidió echar mano de otro tipo de reserva estratégica, única en el mundo, y mucho más dulce que el crudo: la miel o sirope de arce.

El jarabe de arce es más famoso por untar panqueques y waffles, pero también se puede usar para endulzar bebidas calientes y otros alimentos. Es una savia que proviene de los arces, que se parece mucho a un jarabe azucarado líquido. Este jarabe solo puede provenir de un árbol de arce, y más del 80% del jarabe de arce del mundo proviene de Canadá.
La Federación de Productores de Sirope de Arce de Québec-Canadá (QMSP, por sus siglas en inglés) anunció que liberará unas 22.000 toneladas de su Reserva Estratégica Global para evitar que haya escasez, porque un aumento en la demanda en los últimos dos años y una cosecha menor a la de los anteriores había generado temores sobre problemas en el suministro de esta miel.
Lo curioso de todo esto, es que la reserva estratégica de este jarabe dulce es guardada en barriles sellados y esterilizados que se almacenan en la localidad de Laurierville, en un centro que tiene el tamaño de unos cinco campos de fútbol, pero también que es más costosa que el petróleo. Un litro de miel de arce canadiense cuesta unos 9 dólares, 20 veces el precio actual del oro negro. Quiere decir que saborear esta miel es un privilegio y un lujo.
De la misma forma, hoy en día encontrar un hombre sabio o ser uno de ellos, es un privilegio, un lujo y una bendición, porque como la miel de arce canadiense, los sabios están escaseando. Definitivamente todas las redes sociales deberían hacer tendencia esta publicidad: “Se busca hombres sabios para salvar al mundo”.

Una de las razones de la escasez de hombres sabios, es porque muchos no comprenden la definición de “sabiduría” o la confunden con inteligencia o raciocinio. Y aunque la sabiduría tenga que ver con conocimiento e intelecto, es más que eso, abarca la totalidad del ser humano. Veamos brevemente su definición a la luz de las Escrituras:
Para la Biblia, el término “sabiduría” va en dos sentidos, la de Dios y la del hombre. En el contexto humano, sabiduría “describe las habilidades prácticas asociadas con vivir una vida exitosa”,[1] por lo tanto es “la capacidad de tomar la decisión que conduce al mejor resultado posible”.[2] Es decir, sabiduría es la capacidad/habilidad de distinguir entre lo bueno y lo malo, y de elegir el camino bueno, que conduzca a una vida dichosa y de superación. Por lo tanto, la sabiduría es principalmente práctica, no teórica solamente. “No debe identificarse con el poder de razonamiento o la capacidad de captar problemas intelectuales; no tiene nada que ver con las preguntas de cómo o por qué”. [3]
Por eso, cuando menciono que el mundo necesita hombres sabios para su sobrevivencia, es porque «la sabiduría tiene un papel en una amplia variedad de asuntos del universo y de la relación humana con este»:[4]
1. Por medio de la sabiduría, los seres humanos obtienen conocimiento de las ciencias naturales.
2. Por medio de la sabiduría, los seres humanos logran comprender la justicia, la conducta virtuosa, y las señales y maravillas.
3. Por medio de la sabiduría, los gobernantes juzgan con prudencia y logran la seguridad de un legado duradero.
Entonces, mi apreciado(a) compañero(a) de fe, sabiduría tiene que ver con distinguir sin lugar a duda lo que es correcto y lo que no es. Con las cosas claras, tener la capacidad y valentía de seguir el rumbo correcto, que tarde o temprano nos elevará a un nivel de dicha, paz y éxito. Con razón, Salomón, al que consideran unos de los hombres más sabios del mundo, escribió: “Come la miel, hijo mío, que es deliciosa; dulce al paladar es la miel del panal. Así de dulce sea la sabiduría a tu alma; si das con ella, tendrás buen futuro; tendrás una esperanza que no será destruida”.
Deseo que tú y yo, nuestra familia, nuestra iglesia y la sociedad, alcancemos la sabiduría. En ese estado, el mundo tendrá esperanza. Pero ¿cómo la podremos alcanzar? Hay dos caminos seguros para encontrarla, puesto que es un regalo listo para tomarlo: La oración ferviente y los consejos de la Palabra de Dios. ¿Eres una persona sabia?, ¿estás en ese camino?, quizá hoy puedas pensar en tu vida, en las decisiones que has tomado, en el rumbo por el cual caminas y decidir alcanzar la sabiduría, porque si eres sabio todo lo que toques olerá muy bien ¿acaso el libro de los Proverbios no dice?, “en casa del sabio abundan tesoros preciosos y el perfume”.[5]///////////.
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[1] Martin A. Shields, «Wisdom», ed. John D. Barry y Lazarus Wentz, Diccionario Bíblico Lexham (Bellingham, WA: Lexham Press, 2014).
[2]Ibid.
[3]Walter A. Elwell y Barry J. Beitzel, «James, Letter Of», Baker encyclopedia of the Bible (Grand Rapids, MI: Baker Book House, 1988), 1093.
[4]Jason Kuo, «Salomón, Sabiduría de», ed. John D. Barry y Lazarus Wentz, Diccionario Bíblico Lexham (Bellingham, WA: Lexham Press, 2014).
[5]Proverbios 21:20