¿DÓNDE ESTÁ TU CONFIANZA?
Ezequías puso su confianza en el SEÑOR, Dios de Israel. No hubo otro como él entre todos los reyes de Judá, ni antes ni después. (2 Reyes 18:5 NVI)
La historia nos cuenta que Royal Mail Steamship Titanic o «Buque Correo Real», fue un transatlántico, que fue construido para dominar el negocio de los viajes transoceánicos a principios del siglo XX. Para esto, “el Titanic se diseñó usando algunas de las más avanzadas tecnologías disponibles en aquel tiempo, tales como mamparos herméticos que dividían el casco en 17 secciones independientes y que podían mantenerlo a flote en caso de rotura de una parte del casco; iba dotado de telegrafía, un nuevo diseño de hélice de tres palas y las instalaciones de primera clase no resistían comparación con otros buques en cuanto a lujo se refiere. Cumplía con todas las normas de seguridad exigidas por la legislación británica y norteamericana”. Además, “para su tiempo, el Titanic no tenía un rival igual en lujo y elegancia. La White Star Line ofreció una piscina interior, un gimnasio, una cancha de squash, un baño turco, una biblioteca, una sala de recepción, entre otras amenidades (para uso exclusivo de primera clase). Los camarotes estándar de primera clase fueron adornados con revestimientos de madera blancos, muebles costosos y otras decoraciones elegantes. Contaban solamente con baños compartidos que disponían de agua caliente y fría. Se contaba además con estufas eléctricas”.[1] Asimismo, el barco iba a ser comandado por el veterano capitán Edward John Smith, el más experimentado y prestigioso de la White Star Line, quien previamente al viaje expresó que éste iba a ser su último mando antes de jubilarse, porque deseaba estar más tiempo con su esposa y su hija. Smith, también había comentado para una revista de la época que: «No puedo concebir que algo pueda hundir a los barcos de hoy, la construcción moderna va mucho más allá que esto”. Es decir, por donde se le mirase, el Titanic, era un súper barco, a la empresa auspiciadora no se le pasó un mínimo detalle, este barco aparentemente era “invencible” cómo lo dijeron los dueños de la empresa, y muchas personas confiaron en ella.
El día del viaje inaugural fue programado para 10 de abril de 1912 y los preparativos de la partida fueron hechas con mucha anticipación, porque nada podía fallar, este iba a ser el mejor de viaje de la época. La expectativa y la publicidad, dieron sus frutos, porque una semana antes, los boletos prácticamente se habían agotado, solo quedaban unas pocas de la clase C. Entre sus pasajeros estaban algunas de las personas más ricas del mundo, además de cientos de inmigrantes irlandeses, británicos y escandinavos que iban en busca de una mejor vida en Norteamérica. En resumen, más de 2 mil personas habían asegurado su viaje y puesto su confianza en este trasatlántico.
Cuentan los periódicos de la época, que cuando llegó el día en el que el Titanic debía zarpar desde el puerto de Southampton, la gente estaba tan emocionada que algunos decían que todo parecía un sueño, había un ambiente fiesta y de seguridad. Todos confiaban en el barco y su tripulación, cómo un hombre rico de la época, que sacó todo su dinero del banco y en varios baúles hizo que lo llevarán a su habitación del barco. Cuando le preguntaron por qué hacía eso, él contestó con gracia: “mi dinero va a estar más seguro aquí que en el banco”. Finalmente, entre fiesta, jolgorio y relajo, se dio la partida de la nave, aunque la verdad fue que, 5 días después, este súper barco se hundió en la madrugada del 14 al 15 de abril de 1912 durante su viaje inaugural. El hundimiento del Titanic causó la muerte de 1514 personas de las 2223 que iban a bordo, lo que lo convierte en uno de los mayores naufragios de la historia ocurridos en tiempo de paz.
Y tú mi amigo ¿en quién confías?, ¿en quién o en qué haz depositado tu seguridad?, ¿qué situación te da calma? ¿Sabes?, uno de los más exitosos reyes de Judá, también quiso vivir seguro y se apoyó en el verdaderamente “indestructible”, en Él que se cumplen todos los patrones de seguridad y “confort”, Jehová de los Ejércitos es su nombre. La Biblia dice que Ezequías “puso su confianza en el SEÑOR, Dios de Israel”, y Él no le defraudó.
El que confía en Dios y pone su seguridad en Él, con certeza podrá dormir plácidamente, aunque la tormenta sea implacable, y es dichoso porque “pone su confianza en el SEÑOR y no recurre a los idólatras ni a los que adoran dioses falsos”,[2] ni a objetos creados por humanos, porque los que se apoyan en cosas pasajeras y mortales, vivirán con una esperanza frágil, cómo querer balancearse en un columpio de paja, cómo dijo Job: “Muy débiles son sus esperanzas; han puesto su confianza en una telaraña”.[3]
Mi amigo (a) cuanto más nos adentramos en los eventos finales, la condición del mundo se torna más insegura y peligrosa, y los frágiles humanos inventan tantas cosas para ofrecer seguridad, con razón la frase “paz y seguridad” que proviene del hombre, es a la verdad “caos e inseguridad”. Por eso hagamos lo que hacía David en los tiempos de angustia: “Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza”,[4] porque Dios no defrauda ni abandona. Mi amigo (a) confía en el Señor, porque “esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye”.[5]
“Hay ocasiones en que la vida cristiana Parece rodeada de peligros y el deber parece difícil de cumplir. La imaginación se figura que le espera una ruina inminente al frente, y detrás, la esclavitud y la muerte. Sin embargo, la voz de Dios habla claramente por sobre todos los desalientos y dice: «Marchad»… Poniendo nuestra confianza en Dios, debemos avanzar firmemente, hacer su obra con abnegación, confiar humildemente en él, entregarnos a su providencia nosotros mismos y todo lo que concierne a nuestro presente y futuro, mantener firme el principio de nuestra confianza hasta el fin”.[6]
Pr. Joe Saavedra
Desde la línea de batalla y un poquito antes del retorno de Cristo…
Ubícame en la página web: www.poder1844.org o en el Facebook: http://www.facebook.com/poder1844