¿DOLOR?

Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir (Apocalipsis 21.4, NVI) DOLOR

La brasileña Marisa de Toledo, de 27 años, pertenece a un grupo único de 50 personas en el mundo y no precisamente por alguna habilidad sorprendente, sino porque éstas padecen de una rara condición llamada: analgesia congénita,[1] es decir, ellas son insensibles al dolor o para decirlo más fácil, no sienten dolor alguno. En el caso de Marisa, que vive en el barrio de Angatuba, estado de Sao Paulo, ella no necesitó anestesia cuando le hicieron cesárea en su primer parto y durante el nacimiento del segundo de sus tres hijos se quedó dormida.

Su historia también cuenta que le tuvieron que amputar un dedo del pie y se quedó sin sentido del gusto después de haberse quemado la lengua varias veces. Además, fue su madre la primera en darse cuenta que había algo diferente en su hija, cuando cierta vez se cayó de cabeza y continuó como si nada, o cuando se hizo un profundo corte en la espalda y no emitió quejido alguno. Fue finalmente a los siete años que un médico le dijo que no sentía dolor cuando todo un día caminó como si nada, con un tobillo roto e hinchado.

Su hermano, Reinaldo, de 33 años, también padece la misma dolencia. Sin embargo, sus otros dos hermanos no tienen dificultades para sentir dolor. El joven recuerda cuánto se divirtió de niño, cuando trepaba a los árboles y no sentía dolor al caerse de ellos. Otra de sus «proezas» de infancia era poner la mano sobre una placa caliente, por eso se ganó el apodo de «carne muerta». Sin embargo, estos hermanos no son ajenos a los prejuicios de la gente que los ve raros, y tampoco pueden someterse a más estudios médicos por la falta de especialistas en esa anomalía y porque viven en un lugar pobre de Brasil.ojos 4

¿Te imaginas no sufrir dolor?, no en el sentido de no darte cuenta que te has quebrado una pierna o que tu piel se quedó pegado a una sartén caliente y no te percataste, sino en que no haya dolor porque no hay motivos ni causas para eso. Es decir, esas cincuenta personas insensibles al dolor, pueden correr riesgo de muerte porque se quebraron algo y no se dan cuenta de eso, pero cuando me refiero a no sentir dolor, es pensar en una realidad donde no haya caídas, golpes, heridas o alguna situación que produzcan dolor y angustia. Y es esa condición inimaginable que te ofrece la promesa esperanzadora y milagrosa de la segunda venida de Jesús.

El versículo 1 y 2  del capítulo de donde extrajimos el texto de hoy, menciona que todo en este mundo será nuevo nuevamente y que Dios desciende con todo su séquito para establecerse en esta tierra, y en esta nueva etapa, no hay cabida para las lágrimas, las penas, para el sufrimiento y menos para el dolor, y esto no significa que seremos hombres “de acero”, insensibles a todo, sino que no habrá situación alguna que pueda empujar nuestra cabeza «debajo del fango para sacudirnos desesperados».

joaoMi compañero(a) de fe, ya se acerca el día cuando por fin podamos secarnos la última lágrima, y donde podamos tener la tranquilidad de saber que los seres que amamos duermen plácidamente, seguros y tranquilos. Es satisfactorio saber que “esta tierra es el lugar de preparación para el cielo. El tiempo que se pasa aquí es el invierno del cristiano. Aquí los helados vientos de la aflicción soplan sobre nosotros y nos asaltan las olas de la angustia; pero en el cercano futuro, cuando Cristo venga, la tristeza y el gemido habrán terminado para siempre. Entonces será el verano del cristiano. Todas las pruebas terminarán y no habrá más enfermedad ni muerte”.[2] ¿Qué piensas?////////.

joe  firma 2

Desde mi rincón de poder… un poquito antes del retorno de Jesús…

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[1] http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2015/05/150505_salud_brasil_mujer_no_siente_dolor_lv [2] La Segunda Venida y el Cielo, 60.

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