DEL CIELO A LA TIERRA (miércoles 07 de septiembre de 2011)

“Envía su palabra a la tierra; su palabra corre a toda prisa” (Salmos 147:15 NVI)

El enemigo de Dios ha hecho múltiples esfuerzos por desaparecer la Biblia. A través de las edades podemos observar su empeño por organizar todo tipo de evento para sacarla del camino, pero no pudo, ni podrá porque la Palabra de Dios corre a toda prisa y ningún demonio podrá alcanzarla.

Dios envió su Palabra con la finalidad de mostrarnos el único camino seguro para encontrarnos con él. Asimismo, es insuperable porque establece una relación entre el hombre degradado y el Restaurador, entonces hay esperanza.

También en ella, encontramos el desarrollo histórico de nuestra fe y principios, ilustrado en la experiencia de muchos hombres imperfectos como nosotros. Elena de White lo resume muy bien:

“La Palabra de Dios abarca un período histórico que se extiende desde la creación hasta la venida del Hijo del hombre en las nubes del cielo. Sí, y más todavía; lleva la mente hacia la vida futura, y abre ante ella las glorias del paraíso restaurado. La Palabra de Dios ha permanecido la misma durante todos los tiempos. Lo que era verdad en el principio es verdad ahora. Aunque nuevas e importantes verdades adecuadas para las cambiantes generaciones han sido abiertas al entendimiento, las revelaciones actuales no contradicen a las del pasado. Cada nueva verdad comprendida torna más significativa a la antigua”.[1]

“Comenzando desde la caída, pasando por las eras patriarcal y judía, y llegando hasta el tiempo presente a habido una revelación gradual de los propósitos de Dios en el plan de salvación. Noé, Abrahán, Isaac, Jacob y Moisés comprendieron el Evangelio mediante Cristo; esperaron la salvación de la humanidad por medio del Sustituto y Garantía del hombre. Estos hombres santos de la antigüedad estuvieron en comunión con el Salvador que vendría al mundo en forma humana; y algunos de ellos hablaron con Cristo y los ángeles celestiales cara a cara, como un hombre habla con su amigo”.[2]

“En la vida y muerte de Cristo, una luz ilumina el pasado, dando significado a todo el sistema judío, y convirtiendo en un todo a la antigua y nueva dispensaciones. No se puede pasar por alto nada de lo que Dios ha ordenado en el plan de la redención”.[3]

Además,  la Biblia tiene una gran importancia porque nos presenta la esencia del verdadero Dios, y conocerlo es un privilegio y una bendición para aquel que la sabe aprovechar. Veamos la siguiente cita:

“Todas las verdades de la revelación son valiosas para nosotros, y al contemplar las cosas de interés eterno obtendremos una percepción correcta del carácter de Dios… Todo el carácter será elevado y transformado. El alma será puesta en armonía con el Cielo”.[4]

Mi amigo(a), hoy reconozcamos que el cielo está cerca de nosotros y esa gracia no podemos desperdiciarla. No hay una vida más segura que depender de las potencias celestiales… ¡qué tengas un buen día!

Pr. Joe Saavedra

Desde mi rincón de poder y un poquito antes del retorno de Cristo…

Ubícame en facebook como: Joe Saavedra, y en twitter como: @joesaa


[1] Review and Herald, 2-3-1886

[2] Signs of the Times, 21-2-1911

[3] Review and Herald, 2-3-1886

[4] Signs of the Times, 21-2-1911

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *