CÓRTALO

Y si tu mano derecha te hace pecar, córtatela y arrójala. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él vaya al infierno.” (Mateo 5.30, NVI)

alex 2En los últimos días de diciembre del año 2013, Alex Lewis pasó de ser un ágil y próspero empresario a ser un impedido físico porque le amputaron sus cuatro extremidades. Además, se quedó sin labios y sin nariz. Para los ojos de sus conocidos se volvió un “pobre impedido físico”, sin embargo, él describe ese año como el mejor de su vida.

Todo empezó en noviembre de 2013, Lewis pensó que tenía gripe. Pero cuando vio que tenía sangre en su orina y que su piel estaba manchada y amoratada, se dio cuenta de que era algo más serio. Y lo era, “resultó ser una infección estreptocócica de tipo A que hizo que lo trasladaran a toda prisa al hospital en Winchester, alexReino Unido, el 17 de noviembre de 2013. La infección penetró en sus tejidos y órganos y propició el envenenamiento de su sangre, o sepsis, que supone un riesgo vital y causa fallo multiorgánico. La piel de sus brazos y piernas y de parte de su cara se puso negra y gangrenosa. Para su familia y amigos, que se mantuvieron a su lado todos los días mientras él estaba conectado a una máquina de soporte vital, verle así fue traumático”.[1]

Sin embargo, su salud empeoró, “las extremidades infectadas de Lewis empezaron a envenenar su cuerpo y, en cuanto pudieron desconectarlo de la máquina de soporte vital, le dijeron que había que amputarle el brazo izquierdo por encima del codo”, y así lo hicieron. “A pesar de todo, no estaba fuera de peligro. Sus piernas, también dañadas, habían empezado a envenenar el resto del cuerpo y Lewis pasó por dos nuevas operaciones en las que le amputaron las dos piernas, con lo que se quedó con solo su brazo derecho. Aunque también estaba dañado, los médicos pensaron que había posibilidades de salvarlo. Lograron reconstruirlo tras una operación de 17 horas y media la Nochebuena de 2013. Pero resultó que alex 3el daño era demasiado grave y, una noche, mientras dormía, Lewis se dio la vuelta y rompió en dos el brazo”. Finalmente con sus con sus cuatro extremidades amputadas, Lewis tuvo que aprender a vivir su nueva vida. No tenía ni brazos, ni piernas, ni labios para poder reír, pero estaba feliz porque le salvaron la vida”.[2]

Hoy, mientras va mejorando su calidad de vida, porque le es muy complicado, caminar (le pusieron una prótesis), bañarse o subir escaleras, él recuerda esos momentos críticos cuando le fueron comunicando la urgencia de cortarle sus brazos y piernas y comenta: “No sentí tristeza cuando los médicos me dijeron que debían cortarme partes de mi cuerpo, más bien alivio de saber que cortarían lo que me estaba matando… Estoy vivo, me salvaron la vida, era necesario que corten todo eso…”alex 4

La experiencia de Alex es conmovedora, te lleva a entender el valor de la vida, de vivir agradecidos y valorando lo que tenemos o las cosas que todavía no hemos perdido. Sin embargo, su historia también puede servirnos de ilustración en la búsqueda de una vida espiritual saludable o en la forma como encaramos situaciones pecaminosas que van contaminando nuestra experiencia cristiana.

Jesús, a través de su Palabra, nos dice: “Por tanto, si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él sea arrojado al infierno. Y si tu mano derecha te hace pecar, córtatela y arrójala. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él vaya al infierno”. Estos mandatos no son literales, no se trata de sacar un ojo, o amputar una pierna en algún hospital, porque si aún se hiciera eso, quizás el otro ojo o la pierna que queda, podría seguir pecando. Se trata de otra cosa, porque de “ese pasaje se desprende claramente que el ojo y la mano simbolizan y representan las ‘ocasiones de tropiezo’, o, si uno lo prefiere, la tentación de hacer lo malo, las seducciones engañosas”,[3] es decir, lo que el Salvador pretende resaltar es que la decisión más segura que nos libre de una vida sucia que se revuelca en el fango de prácticas sucias o que la Biblia no recomienda es : “Tomar una acción drástica para librarse de todo aquello que en el curso natural de los acontecimientos te tentará a pecar”.[4]

ta biblia 2Mi compañero(a) de fe, la mejor forma de no morir espiritualmente por “envenenamiento por causa del pecado, o sepsis por actos pecaminosos, que supone un riesgo vital a la salud cristiana” es librarnos de toda acción, situación o compañía que infectará nuestro cuerpo que le pertenece a Cristo. ¡Cortemos toda situación que nos lleve al mal y que contaminará mortalmente el templo del Espíritu Santo que es nuestro cuerpo! Si hacemos esto, cómo Alex Lewis diremos un día frente al Cordero: “Estoy vivo, me salvaron la vida, era necesario que corte todo eso…”¿Qué decides?//////.

joe  firma 3

 

Lejos de casa, cerca de mi hogar… ¡Cristo viene pronto…!

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[1] http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2015/01/150122_amputacion_extremidades_hombre_feliz_ac

[2] Ibid.

[3] William Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento: El Evangelio según San Mateo (Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 2007), 317.

[4] Ibid.

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