CONSECUENCIAS (22 de junio de 2011)
“Has dictado contra mí penas amargas; me estás cobrando los pecados de mi juventud” (Job 13:26 NVI).
Hay un principio elemental de la vida que dice que todas las acciones tienen, inevitablemente, consecuencias. Y éstas pueden ser positivas o negativas. Para vida o para muerte.
Nadie puede atreverse a asegurar que las acciones que emprenda no afectarán a nadie. Porque el primer afectado será él mismo. Esto quiere decir que cada paso que des, traerá consigo una serie de situaciones. Además, que una consecuencia es causada por una acción, y la acción depende de decisiones. En otras palabras, una decisión lleva a la acción, y ésta a consecuencias inevitables.
Mi amigo, detente un momento, y toma un tiempo para pensar lo que haces. Deja que Jesús dirija tus pensamientos, déjale opinar y escúchalo. Solamente así, tus decisiones serán acertadas. Los pasos que emprendas traerán consigo acciones seguras, con bendecidas consecuencias.
De otro modo, dejando que tu ímpetu juvenil y tus alocados pensamientos te dirijan, tomarás las peores decisiones, tus acciones serán peligrosas y las consecuencias dolorosas. Y quizás, un día mires al cielo y le digas al Creador: “me estás cobrando mis pecados…”, cuando fuiste tú quién cavó su propia tumba.
Hoy puede ser un día decisivo, para cambiar el rumbo por donde estás transitando. Dios te puede dar la sabiduría, ¡pídele!
Con aprecio
Pr. Joe Saavedra
Desde mi rincón de poder…