¿CIUDAD FANTASMA?

“Me llevó en el Espíritu a una montaña grande y elevada, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, procedente de Dios.” (Apocalipsis 21.10, NVI)

CHINA-PROPERTY-CONSTRUCTION-ORDOSKangbashi es una moderna y bonita ciudad china, donde muchas personas quisieran habitar. Tiene amplias avenidas, enormes edificios, parques impolutos y gigantescos centros comerciales y deportivos. Sin embargo, hay un gran detalle que no puede pasar por alto que contrasta con las superpobladas ciudades chinas: le falta la gente.

Esta ciudad, está en medio de las estepas de Mongolia interior, específicamente a unos 23km de Dongsheng, capital de Ordos,[1] en el norte de China, tiene una capacidad para albergar a un millón de personas pero tiene apenas 50.000, este vacío la ha convertido en una de las ciudades «fantasma» de China».[2]

La historia dice que el interés por Ordos, apodada la «Texas china», se disparó a principios de siglo con el descubrimiento de carbón, gas natural y las materias primas conocidas como «tierras raras», cruciales para la industria. Gracias a esta riqueza, Ordos pasó a ser una de las regiones más prósperas con un Producto Interno Bruto (PIB) superior al de Corea del Sur. Con la bonanza, las autoridades decidieron en 2003 la construcción de una nueva ciudad, Kangbashi, a un costo que superó los US$160.000 millones. Se calculó que Kangbashi actuaría como una ciudad satélite que atraería a residentes capitalinos y captaría el masivo interés de otras regiones en un país que tiene más de 200 millones de migrantes internos. No obstante, pese a las abundantes reservas de agua, un bien escaso en la capital regional Dongsheng y otras bondades que posee, esta ciudad no ha logrado atraer a más personas, muchas casas y edificios están vacíos, sus calles lucen desiertas y hasta se comenta que todos sus habitantes se conocen.

La Biblia presenta a Jerusalén, la ciudad de Dios que desciende del cielo para alojarse en esta tierra. La descripción que nueva_jerusalenhace el profeta Juan de esta ciudad es impresionante y la convierten en única de su clase: “Resplandecía con la gloria de Dios… Tenía una muralla grande y alta, y doce puertas custodiadas por doce ángeles, en las que estaban escritos los nombres de las doce tribus de Israel… La muralla de la ciudad tenía doce cimientos, en los que estaban los nombres de los doce apóstoles del Cordero… La ciudad era cuadrada… y tenía dos mil doscientos kilómetros su longitud, su anchura y su altura eran iguales… la muralla… tenía sesenta y cinco metros… La muralla estaba hecha de jaspe, y la ciudad era de oro puro, semejante a cristal pulido. Los cimientos de la muralla de la ciudad estaban decorados con toda clase de piedras preciosas… La calle principal de la ciudad era de oro puro, como cristal transparente”.[3]

No hay duda que la nueva Jerusalén es una ciudad es divina, por su diseño, hermosura y esplendor. Hasta podríamos decir que es perfecta y nada le falta, pero tiene una similitud con Kangbashi, esta vacía. Sus calles resplandecientes están desiertas, las casas deshabitadas y el ambiente preparado para las alabanzas, las risas de los niños y los sonidos de los animales se encuentra pasivamente quieto. La ciudad estará completa cuando cumpla su propósito, cobijar a los hijos de Dios, y tú y yo estamos incluidos en ese grupo. Con razón el apóstol Juan, conocedor que el retorno de Cristo sería la señal del establecimiento de esta gran ciudad, exclama jubiloso: ¡Que así sea, ven Señor Jesús!

Saber-EsperarMi compañero(a) de fe, tenemos una herencia, tenemos un hogar que nos aguarda, no es una ciudad fantasma, ni se parece a ninguna manchada por el pecado, cuyos habitantes deambulan entre el caos y la incertidumbre. Más bien, la oscuridad que en todos los aspectos envuelve las urbes más habitadas del planeta contrasta con la ciudad de Dios porque en ella “ya no habrá noche. Nadie necesitará descansar ni deseará hacerlo. Nadie se cansará de hacer la voluntad de Dios ni de ofrecer alabanzas a su nombre. Siempre sentiremos la frescura de la mañana, y siempre estaremos lejos de su terminación… La luz del sol será sobrepujada por un resplandor que no causará daño, pero que sobrepasará inconmensurablemente al fulgor de nuestro sol al mediodía. La gloria de Dios y del Cordero inundará la Santa Ciudad con luz inextinguible. Los redimidos caminarán a la luz de un día perpetuo en el cual no habrá sol… Contemplamos la imagen de Dios reflejada, como en un espejo, en las obras de la naturaleza y en su trato con los hombres; pero entonces lo veremos cara a cara, sin un velo oscurecedor de por medio. Estaremos ante su presencia y contemplaremos la gloria de su rostro”.[4]

Deseo habitar esa ciudad y correr por sus calles resplandecientes con todos los que amo, libres, felices y seguros. ¿Qué piensas?/////.

joe  firma 2

 

Desde mi rincón de poder…y un poquito antes del retorno de Cristo…

Ubícame en la página web: www.poder1844.org, en el Facebook: http://www.facebook.com/poder1844, o en Twitter: https://twitter.com/joesaa (@joesaa)

 


[1] Ordos es una de las 12 zonas de la región en el interior.

[2] http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/09/140908_economia_china_kangbashi_ciudad_fantasma_china_bd.shtml

[3] Apocalipsis 21.11-21 NVI

[4] Elena G. de White, La Historia De La Redención, trans. Gastón Clouzet and Alberto Novell, Primera edición (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2009), 451-52.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *