COMO EL AVESTRUZ (martes 15 de febrero de 2012)

“Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo: —Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8:31-32 NVI)

El no querer saber nada con la mentira y a la vez desoír la verdad, es peligroso para el desarrollo armonioso de una iglesia sana, que desea crecer y madurar. Si no deseamos nada con la mentira, pero a la vez tampoco nos sostenemos de la verdad y la predicamos, entonces le estamos preparando el camino al error, y los falsos maestros harán su obra eficientemente. Pululan hermanos, que piensan que al no querer saber nada de los mensajes falsos y estar dentro de la iglesia todo está bien, pero no es así, porque no basta estar sentado en la iglesia escapando del error, sino buscando la verdad y esparciéndola. Esos hermanos, se comportan como el avestruz.

El avestruz es una gran ave no voladora propia de África, aunque anteriormente también habitaban Oriente Medio. Es el ave actual más grande y más pesada; puede alcanzar los 3 metros de altura, y pesar unos 180 kg.[1]Éste posee una peculiaridad frente al peligro, en vez de correr o enfrentar, baja la cabeza a ras del suelo para pasar desapercibido y parecer un arbusto. No transigir con el error, pero tampoco estudiar y levantar la verdad, es como querer pasar desapercibido en medio del gran conflicto entre el bien y el mal, y ese no es un comportamiento que Dios acepta.

Elena de White comenta: “Siempre se revelará nueva luz de la Palabra de Dios a aquel que mantiene una relación viva con el Sol de Justicia. Nadie llegue a la conclusión de que no hay más verdad para ser revelada. El que busca la verdad con diligencia y oración hallará preciosos rayos de luz que aún han de resplandecer de la Palabra de Dios. Muchas preseas están todavía esparcidas, que han de ser juntadas para venir a ser propiedad del pueblo de Dios. Pero la luz no es dada simplemente para ser una fortaleza para la iglesia, sino para sea derramada sobre los que están en tinieblas. El pueblo de Dios ha de anunciar las virtudes de Aquel que los ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. Cristo ha dicho de su pueblo: «Vosotros sois la luz del mundo,» «y la misión de la luz es resplandecer e iluminar las tinieblas”.[2]

El rechazar la mentira, pero al mismo tiempo no darle tiempo al estudio de la Biblia y la enseñanza a otros, promueve la indiferencia, la frialdad de la iglesia. Muchos están sentados por años en la iglesia, con una fe sin sentido, fríos, cansados de la rutina… y lo peor piensan que están bien y que heredarán las promesas de Dios.

El discípulo de Cristo, busca la verdad, y una vez que la encuentra se mantiene fiel a ella y la predica, porque sabe que en medio de las cadenas de error “la verdad le hará libre”.

Pr. Joe Saavedra

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[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Struthio_camelus

[2] Consejos sobre la obra de Escuela Sabática.  Capítulo: Se promete que la luz irá en aumento

NADA DE MENTIRA, NADA DE VERDAD (martes 14 de febrero de 2012)

“Nadie enciende una lámpara para después cubrirla con una vasija o ponerla debajo de la cama, sino para ponerla en una repisa, a fin de que los que entren tengan luz”. (Lucas 8:16 NVI)

Las dos formas en que el enemigo puede confundir y desviar a la iglesia hacia el error, son  introduciendo mentiras y mezclando la verdad con el error. Sin embargo hay una tercera forma, que le está reparando mucho éxito, inclusive muchos cristianos son colaboradores de esta estrategia, aunque piensan que todo está bien con ellos.

Los que forman el equipo de esta tercera forma, son llamados los neutrales, aunque ni ellos mismos saben que tienen ese calificativo. Son los que no se hacen problemas con nada,  los que evitan tener contacto con el error pero también dejan a un lado la verdad. Éstos muchas veces son puntuales, tienen cargos en la iglesia, son hermanos de mucha experiencia, y están listos para rechazar cualquier mensaje disidente, aunque también no les interesa estudiar la verdad y mucho menos predicarla. La tercera forma de introducir mentiras en la iglesia, es “taparse” los oídos a la mentira, aunque en esa acción tampoco escuchan la verdad y en consecuencia tampoco la enseñan y su misión de llevar esperanza queda relegada a un último lugar.

El no querer saber nada con la mentira y a la vez desoír la verdad, es peligroso para el desarrollo armonioso de una iglesia sana, que desea crecer y madurar. Si no deseamos nada con la mentira, pero a la vez tampoco nos sostenemos de la verdad y la predicamos, entonces le estamos preparando el camino al error, y los falsos maestros harán su obra eficientemente. Las tinieblas prevalecen  cuando no hacemos nada por disiparlas, solamente las tinieblas huyen cuando enciendes una luz y la mantienes encendida. Con razón  el doctor  Lucas enfatiza  que “nadie enciende una lámpara para después cubrirla con una vasija o ponerla debajo de la cama, sino para ponerla en una repisa, a fin de que los que entren tengan luz”. Porque la forma más segura de expulsar la oscuridad es manteniendo las lámparas encendidas. La luz en lo alto, representa la verdad que debe ser estudiada y predicada, esta es la única forma de hacer frente al error y denunciarla.

Es interesante ver personas que piensan que son “cristianos verdaderos”, por el simple hecho de estar puntuales en la iglesia y no faltar a ningún culto regular, o porque cantan en el coro y lideran la iglesia se consideran del verdadero pueblo de la verdad, pero la realidad es otra, porque el estudio de la Biblia y la proclamación del evangelio no es su prioridad, ni lo tienen resaltado en su agenda de vida.  Son los hermanos de “nada con la mentira… y nada con la verdad”. Elena de White menciona lo siguiente: “En el juicio final, los hombres no serán condenados porque creyeron concienzudamente una mentira, sino porque no creyeron la verdad, porque descuidaron la oportunidad de aprender la verdad”,[1] y nadie predica de lo que no sabe.

Mi amigo (a),  “nadie enciende una lámpara para después cubrirla con una vasija o ponerla debajo de la cama, sino para ponerla en una repisa, a fin de que los que entren tengan luz”, le error huirá cuando te atrevas a conocer la verdad y predicarla. ¿Hace cuánto tiempo no tienes un estudio profundo de la Palabra de Dios?, ¿hace cuánto tiempo no le enseñas la verdad a un amigo o familiar?… preguntas elementales que definen a los que no “quieren nada con la mentira… pero tampoco con la verdad”…

Pr. Joe Saavedra

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[1] Patriarcas y Profetas, págs. 35- 38

PUERTA A LA APOSTASÍA (lunes 13 de febrero de 2012)

“¿Por qué entonces este pueblo se ha desviado? ¿Por qué persiste Jerusalén en su apostasía? Se aferran al engaño, y no quieren volver a mí”. (Jeremías 8:5 NVI)

Cuando mezclamos verdades con mentiras en la iglesia, ésta se corrompe porque se aparta de la de la sencillez del Evangelio y acepta costumbres y ritos paganos, además pierde el  Espíritu y el poder de Dios. El enemigo ha tenido mucho éxito y la tendrá, mientras la mentira se mezcle con la verdad, porque esa es la puerta para la apostasía. La hermana Elena comentó: “Me he sentido muy entristecida al ver cuán rápidamente algunos que han tenido la luz y la verdad aceptarán los engaños de Satanás, y serán embelesados por una santidad espuria. Cuando los hombres se alejan de los hitos que el Señor ha establecido para que comprendamos nuestra posición, tal como la indica la profecía, van en una dirección desconocida para ellos”.[1]

En general, el término “apostasía”, viene de una  “palabra que en griego es compuesta de apó (caer, alejarse de) y stasis (rebelión) y que se utilizaba para señalar una revuelta política o militar”,[2]no obstante, “significa el acto de rechazar la fe o las doctrinas profesadas o creídas, apartándose para adoptar otras”.[3]En el A.T., los profetas, aunque usando otras palabras en hebreo, denunciaron los actos que rechazaban la fe o se apartaban de los mandamientos revelados por Dios, no transigieron con la apostasía, veamos algunos ejemplos: “¡Ay, nación pecadora, pueblo cargado de culpa, generación de malhechores, hijos corruptos! ¡Han abandonado al SEÑOR! ¡Han despreciado al Santo de Israel! ¡Se han vuelto atrás!”,[4] “¿No te ha pasado todo esto por haber abandonado al SEÑOR tu Dios, mientras él te guiaba por el camino?”,[5] “Pero ellos pusieron a prueba a Dios: se rebelaron contra el Altísimo y desobedecieron sus estatutos. Fueron desleales y traidores, como sus padres; ¡tan falsos como un arco defectuoso! Lo irritaron con sus santuarios paganos; con sus ídolos despertaron sus celos”.[6]

En el N.T., “la apostasía era uno de los problemas más graves que la iglesia primitiva tenía que enfrentar. Se describía como volver atrás y no seguir a Jesús (Juan 6:66), abandonar la fe (1 Timoteo 4:1), ser arrastrado por el error (2 Pedro 3:17) y apartarse del Dios vivo (Hebreos 3:12)”.[7] En síntesis, la apostasía es rechazar las verdades de la Biblia, torcer las prácticas correctas de la iglesia y abandonar la certeza de la salvación en Jesucristo.

Sin embargo, la apostasía no se instala en una iglesia de la noche a la mañana, sino en forma gradual y lentamente, como en el caso de la iglesia primitiva, que comenzó a adoptar gradualmente prácticas griegas paganas. Y la mejor forma que encontró el enemigo de contaminar una iglesia con errores e instalar su maquinaria apóstata, es mezclar el error con la mentira; porque al principio el error pasa por verdad, y luego se torna una práctica habitual que se defiende y predica. Tenemos que estar atentos en la dirección que va nuestra iglesia, la forma en que adoramos, la música que cantamos, la ropa que vestimos, la comida que ingerimos, los hábitos de salud que practicamos, las prácticas comunes que repetimos y las enseñanzas que impartimos. La Biblia y el don de profecía son los hitos de donde podemos partir para diferenciar el error de la mentira.

Volvamos a Jehová, y él volverá a nosotros. Él espera una iglesia sin macha, ni arrugas, un pueblo glorioso, que creció a la estatura de Cristo.

Pr. Joe Saavedra

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[1] Mensajes Selectos, Tomo 2, capítulo 51

[2] Alfonso Lockward, Nuevo diccionario de la Biblia. (Miami: Editorial Unilit, 2003), 85.

[3] Ibid.

[4] Isaías 1:4 NVI

[5] Jeremías 2:17 NVI

[6] Salmos 78:56-58 NVI

[7] Wilton M. Nelson and Juan Rojas Mayo, Nelson Nuevo Diccionario Ilustrado De La Biblia, electronic ed. (Nashville: Editorial Caribe, 2000, c1998).

 

PUERTA AL MUNDO (viernes 10 de febrero de 2012)

“La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Dios el SEÑOR había hecho, así que le preguntó a la mujer: —¿Es verdad que Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del jardín?” (Génesis 3:1 NVI)

Elena de White advierte sobre las verdades a medias y el peligro que significan: “Satanás sedujo a los ángeles mediante el engaño; así también fue como en todo tiempo realizó su obra entre los hombres, y seguirá usando este procedimiento hasta el fin. Si él confesase abiertamente que está haciendo la guerra a Dios y a su ley, los hombres procurarían precaverse contra él; pero Satanás se disfraza y combina la verdad con el error. Las mentiras más peligrosas son las que están mezcladas con la verdad. De ahí que se acepten errores que cautivan y arruinan el alma.[1]

Un ejemplo de la forma como Satanás mezcla la verdad con el error lo encontramos en el capítulo 3 de Génesis. Allí una distraída Eva, quedó frente al árbol que Dios le había dicho que no se acercará ni comiera su fruto, porque moriría.  Mientras miraba embelesada los frutos de aquel árbol, Satanás entró al ataque con su fórmula de engaño que le ha dado buenos resultados: mentira + verdad = iglesia entrando por la puerta de la apostasía.

El enemigo abordó a Eva con la siguiente pregunta: “¿Es verdad que Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del jardín?”. Por su puesto que era verdad que Dios le había dicho que no comiera de un árbol, pero era mentira que le haya prohibido todos los árboles; verdad mezclada con mentira, la forma de engaño que mejores resultados le ha dado al enemigo, y esa mañana frente a Eva también logró su objetivo. En la experiencia de algunos reyes de Israel también encontramos la práctica de las verdades a medias. Por ejemplo Acab, él había impulsado una fuerte adoración   en todo Israel, había levantado altares en cada rincón del país para que su pueblo clamara y orara, hasta allí era verdad, pero los altares de adoración no eran para Jehová sino para otras deidades paganas, allí estaba la mentira, por consecuencia ese pueblo se corrompió y entró por la puerta de la apostasía, no necesitó ir al mundo, sino que trajo el mundo a su casa. Por eso, existe mucho peligro cuando pensamos así: “hay que adorar pero no importa cómo”, “hay que estudiar la Biblia, pero no le dediques mucho tiempo porque hay otras cosas que hacer”, “guardemos el sábado, pero no necesariamente en la iglesia, podemos salir al campo o la playa y una bañadita no le cae mal a nadie”, “cumple lo que la Biblia te pide, pero no exageres, recuerda que Dios es amor”, “sirve a Dios, pero cuando te alcance el tiempo”, “hay que ganar a las personas y con tal que ame a Dios todas las demás prácticas no importan”, “Con tal que ames a Dios, las demás cosas que haces no tiene importancia”… ¡pensamientos peligrosos que llevan a acciones que corrompen a la iglesia”.

Cuando mezclamos verdades con mentiras en la iglesia, ésta se corrompe porque se aparta de la de la sencillez del Evangelio y acepta costumbres y ritos paganos, además pierde el  Espíritu y el poder de Dios. El enemigo ha tenido mucho éxito y la tendrá, mientras la mentira se mezcle con la verdad, porque esa es la puerta para la apostasía. La hermana Elena comentó: “Me he sentido muy entristecida al ver cuán rápidamente algunos que han tenido la luz y la verdad aceptarán los engaños de Satanás, y serán embelesados por una santidad espuria. Cuando los hombres se alejan de los hitos que el Señor ha establecido para que comprendamos nuestra posición, tal como la indica la profecía, van en una dirección desconocida para ellos”.[2]

¿Qué es apostasía?, buena pregunta y su respuesta es necesaria. Al recibir este nuevo sábado, que estas palabras nos mantengan en reflexión y nos lleve a tomar decisiones de lealtad a Dios: “Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura. Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa. Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca”.[3]

¡Feliz día de reposo… hasta el lunes!

Pr. Joe Saavedra

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[1] Patriarcas y profetas, cap.29

[2] Mensajes Selectos, Tomo 2, capítulo 51

[3] Hebreos 10:22-25

CASI VERDAD (jueves 09 de febrero de 2012)

“Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia…” (Efesios 6:14 NVI)

Para estar prevenidos de los ataques internos, es necesario saber quiénes son los lobos rapaces. Ellos pueden confundir, persuadir, y arrastrar a la iglesia fuera del camino que conduce al cielo. Su arma principal es la mentira, sin embargo la mentira puede ser presentada de tres formas: (1)Mentiras convincentes (2) verdades a medias , o (3) nada de verdad, nada de mentira.

La primera forma de presentar la mentira es haciéndola deslumbrar, poniéndole música y colores. Hay mentiras que son presentadas en formas tan convincentes que hasta parecen verdad. Son presentados con pasión, lágrimas y texto bíblicos que convencen y persuaden.  Pero no dejan de ser mentira aunque  deslumbren. Sin embargo, la segunda forma en que la mentira se presenta es más peligrosa y puede producir mayor daño.

Es más peligrosa porque es más difícil identificarla, porque la mentira se maquilla y tiene apariencia  de piedad cuando no lo es. El apóstol Pablo identifica a esos falsos maestros que falsifican la verdad: “Aparentarán ser piadosos, pero su conducta desmentirá el poder de la piedad. ¡Con esa gente ni te metas!”.[1] Esta segunda forma es “la mentira mezclada de verdad”, o una verdad a medias, es una falsificación de la verdad o una mentira maquillada de tal forma que se hace pasar por verdad, y aceptarla es abrir paso a la apostasía en la iglesia. Los falsos maestros, que presentan la verdad a medias no necesitan llevar a la iglesia al mundo, sino traen el mundo a la iglesia.

Elena de White advierte sobre las verdades a medias y el peligro que significan: “Satanás sedujo a los ángeles mediante el engaño; así también fue como en todo tiempo realizó su obra entre los hombres, y seguirá usando este procedimiento hasta el fin. Si él confesase abiertamente que está haciendo la guerra a Dios y a su ley, los hombres procurarían precaverse contra él; pero Satanás se disfraza y combina la verdad con el error. Las mentiras más peligrosas son las que están mezcladas con la verdad. De ahí que se acepten errores que cautivan y arruinan el alma.[2]

Los que seducen con mentiras mezcladas de verdad, son elocuentes y persuasivos,  pero arrastran a la mentira, a prácticas que van relajando la adoración y el comportamiento cristiano. Hay muchas mentiras mezcladas de verdad que andan sueltas en la iglesia, los falsos maestros las exponen y muchos cristianos las practican. Las mentiras mezcladas de error están llevando a muchos fieles cristianos a la apostasía. Por eso, mi amigo(a) “Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia…”

Pr. Joe Saavedra

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[1] 2 Timoteo 3:5 NVI

[2] Patriarcas y profetas, cap.29

AL DESCUBIERTO (miércoles 08 de febrero de 2012)

“No les escribo porque ignoren la verdad, sino porque la conocen y porque ninguna mentira procede de la verdad” (1 Juan 2:21 NVI)

Ninguna mentira procede de la verdad, por lo tanto los falsos maestros no tienen relación con la verdad, porque su naturaleza mentirosa solo puede engendrar falsedad y confusión. Asimismo, estemos alertar porque los ataques más peligrosos no vienen de afuera, sino de adentro; y los agentes internos son más peligrosos y feroces porque algunos actúan a propósito y otros proceden sin saber que son instrumentos del enemigo.

Para estar prevenidos de los ataques internos, es necesario saber quiénes son los lobos rapaces. Ellos pueden confundir, persuadir, y arrastrar a la iglesia fuera del camino que conduce al cielo. Su arma principal es la mentira, sin embargo la mentira puede ser presentada de tres formas: (1)Mentiras convincentes (2) verdades a medias , o (3) nada de verdad, nada de mentira.

La primera forma de presentar la mentira es maquillándola, poniéndole música y colores. Hay mentiras que son presentadas en formas tan convincentes que hasta parecen verdad. Son presentados con pasión, lágrimas y texto bíblicos que convencen y persuaden.  Pero no dejan de ser mentira aunque  deslumbren.  Cómo en el caso de Eva, que se dejó llevar por los colores y la luz de una mentira: “Muy pronto se encontró extasiada, mirando con curiosidad y admiración el árbol prohibido. El fruto era bello, y se preguntaba por qué Dios se lo había vedado. Esa fue la oportunidad de Satanás. Como discerniendo su pensamientos, se dirigió a ella diciendo: «¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?»,[1] Dios no había dicho eso, pero la fiesta que rodeaba la mentira era atractiva y convincente. La tragedia de muchos cristianos es pensar que la naturaleza de la mentira es indeseable y que su presentación de calidad inferior, e ignoran que el éxito de la mentira es presentarlo radiante y exquisito.

De la misma forma, dentro de la iglesia muchos falsos maestros vienen enseñando con convicción mentiras descaradas pero maquilladas, cómo que el espíritu Santo no es Dios,  que la salvación requiere del esfuerzo humano, que los espíritus de los muertos se van al cielo o al infierno o que ese asunto del espíritu de profecía es puro cuento. Mentiras y más mentiras.

Porque a Dios “…los labios mentirosos le son abominación… Aferrémonos a la veracidad con mano firme, y sea ella parte de nuestra vida. Practicar el disimulo y jugar al tira y afloja con la verdad, para acomodar los planes egoístas de uno, significa provocar el naufragio de la fe”.[2]

Mi amigo(a), estemos atentos, que la luz perturbadora de la mentira no nos enceguezca hasta llevarnos por caminos peligrosos. Tengamos cuidado de no comer “frutos prohibidos” al verlos maduritos, olorosos y aparentemente deliciosos. Escuchemos a Juan: “No les escribo porque ignoren la verdad, sino porque la conocen y porque ninguna mentira procede de la verdad”.

Sin embargo si estás mentiras son peligrosas, hay otra forma en que la mentira se presenta,  que es de temer, mucho más letales y de esas abundan muchas en la iglesia. ¿Cuál es esa otra forma?, buena pregunta.

Pr. Joe Saavedra

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[1] Conflicto y valor, 9 de enero

[2] Hechos de los apóstoles, capítulo 7

CONSECUENCIAS (lunes 06 de febrero de 2012)

 “Pero aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les predicara un evangelio distinto del que les hemos predicado, ¡que caiga bajo maldición! Como ya lo hemos dicho, ahora lo repito: si alguien les anda predicando un evangelio distinto del que recibieron, ¡que caiga bajo maldición!” (Gálatas 1:6-9 NVI)

Es tan peligroso el ataque de los enemigos internos, que el apóstol Pablo exhorta a los hermanos de Galacia que tengan cuidado de los que predican un evangelio diferente, porque esa acción envuelva maldición.

Para estar prevenidos de los ataques internos, es necesario saber quiénes son los lobos rapaces. Ellos pueden confundir, persuadir, y arrastrar a la iglesia fuera del camino que conduce al cielo. Su arma principal es la falsedad, sin embargo para lograr sus propósitos pueden practicar estas acciones, estemos atentos: (1) enseñan mentiras, (2) enseñan a medias, o (3) no enseñan nada. Todas estas acciones son los tentáculos de la forma falsa de actuar de Satanás y sus representantes; además,  producen tanto daño a la iglesia, porque algunos actúan a propósito y otros proceden sin saber que son instrumentos del enemigo.

Antes de desarrollar cada punto de las acciones de los falsos profetas, debemos saber que la mentira y lo que se relaciona a ella trae consecuencias dolorosas y mortales a la iglesia.  En primer lugar, la mentira concibe discordias y conflictos en la iglesia, recordemos dónde comenzaron los conflictos en el cielo y porqué: “Debido a que no era capaz de presentar directamente sus engaños acerca de Cristo, decidió desprestigiarlo mediante declaraciones e informes falsos. Como resultado de ello hubo guerra en el cielo y Satanás fue expulsado. Se convirtió en el enemigo modal de Cristo. Su esfuerzo constante consistió en contrarrestar de todas las maneras posibles su gran obra de salvar almas”.[1]

La mentira, engendra confusión, lleva a la duda y ésta a la incredulidad: “Los ángeles mentirosos hacen aparecer a los apóstoles corrompiendo sus propias enseñanzas y declarándolas adulteradas. De este modo se complace Satanás en sumir a los que se llaman cristianos, y a toda clase de gente, en incertidumbre respecto a la Palabra de Dios. Ese Santo Libro se interpone directamente en su camino para desbaratar sus planes; por lo tanto, él induce a los hombres a que duden del origen divino de la Biblia”.[2]

La mentira aleja del camino correcto, entretiene en actividades sin sentido, y desvía la atención de las cosas eternas para mirar al mundo: “Satanás y sus ángeles malos están vigilando toda avenida que conduce al corazón humano, tratando de forzar al alma para que acepte sus malignas sugestiones. El enemigo extiende trampas para ganarnos para el mundo, como las presentó en el desierto de la tentación a Jesús”.[3]

La mentira, te lleva a pensar que estás perdido, porque te induce a mirar tu condición en vez de mirar al Salvador: “Apartad sus miradas de su pobre yo pecaminoso para que miren al Salvador, y la victoria estará ganada. Contemplarán entonces por sí mismos al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Verán el Camino, la Verdad y la Vida. El Sol de Justicia derramará sus refulgentes rayos en su corazón. La fuerte corriente del amor redentor inundará el alma reseca y sedienta, y el pecador será salvo para Jesucristo”.[4]

La mentira va pudriendo a las iglesias más profesas, como un fermento que leuda una masa: “No solamente está Satanás cautivando al mundo, sino que sus mentiras están leudando las profesas iglesias de nuestro Señor Jesucristo. La gran apostasía se desarrollará hasta llegar a las tinieblas de la medianoche, impenetrables como negro saco de cilicio”.[5]

Con razón, el mensaje es fuerte y sacude: “Pero aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les predicara un evangelio distinto del que les hemos predicado, ¡que caiga bajo maldición!”, porque las consecuencias de la mentira son desastrosas para la iglesia, hasta el punto de desviarla a caminos de muerte.

No podemos quedar indiferentes a las advertencias de la Biblia y el Espíritu de Profecía, no debemos pensar ingenuamente que  nadie nos puede engañar, no reaccionemos con soberbia  afirmando que estamos suficientemente preparados para desenmascarar cualquier engaño. Si excelsos ángeles, con mentes superdotadas, fueron arrastrados en la mentira, ¿cuánto más nosotros con nuestra fragilidad y mente débil?… “Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil”.[6]

Pr. Joe Saavedra

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[1] Cada día con Dios, 4 de septiembre

[2] Primero escritos, capítulo: el espiritismo

[3] Hijos e hijas de Dios, cap: Elegimos lo mejor decidamos servir a Jesús

[4] ¡Maranatha, El Señor viene!, cap: Testimonio de corazón a corazón

[5] Palabras de vida del Gran Maestro, capítulo29

[6] Mateo 26:41 NVI

LOS MÁS PELIGROSOS (viernes 03 de febrero de 2012)

“El problema era que algunos falsos hermanos se habían infiltrado entre nosotros para coartar la libertad que tenemos en Cristo Jesús a fin de esclavizarnos” (Gálatas 2:4 NVI)

No hay ataque más peligroso del que proviene  del mismo bando.  El apóstol Pablo denuncia el frente de engaño más certero y peligroso que la iglesia debe enfrentar: “… algunos falsos hermanos se habían infiltrado entre nosotros”, y hacen mucho daño porque son de nuestra propia milicia. Elena de White enfatiza el temor que debe sobrecoger a los escogidos porque esos “falsos hermanos” son realmente peligrosos”, ella dice: “Tenemos mucho más que temer de enemigos internos que de externos. Los impedimentos para el vigor y el éxito provienen mucho más de la iglesia misma que del mundo…”.[1] Y son de temer porque conocen perfectamente nuestra agenda, nuestros gustos, nuestras prácticas y nuestros puntos débiles. Es fácil para ellos infiltrarse en todos nuestros cultos y reuniones porque se parecen a nosotros, alaban al lado nuestro y colocan sus dádivas en los alfolíes.

Un buen ejemplo de lo peligroso que son los ataques internos se puede encontrar en la Biblia misma. Apocalipsis  narra lo que sucedió en los cuarteles generales del cielo, cuando un grupo de ángeles que moraban allí mismo, liderados por Lucifer atacaron a los demás seres que no creyeron sus mentiras: “Se desató entonces una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron al dragón; éste y sus ángeles, a su vez, les hicieron frente,  pero no pudieron vencer, y ya no hubo lugar para ellos en el cielo.  Así fue expulsado el gran dragón, aquella serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, y que engaña al mundo entero. Junto con sus ángeles, fue arrojado a la tierra”.[2] El resultado de este ataque interno fue desastroso: la tercera parte del ejército de ángeles fue arrastrado por el engaño y finalmente expulsados del cielo.

Mi amigo (a), no podemos quedar indiferentes a las advertencias de la Biblia y el Espíritu de Profecía, no podemos pensar ingenuamente que  a nosotros nadie nos puede engañar, no reaccionemos con soberbia  afirmando que estamos suficientemente preparados para desenmascarar cualquier engaño. Si excelsos ángeles, con mentes superdotadas, fueron arrastrados en la mentira, ¿cuánto más nosotros con nuestra fragilidad y mente débil? ¡No pienses que tú experiencia en la iglesia, tu cargo, tu maestría o doctorado son suficiente protección contra los falsos maestros!… Más bien, cómo dijo Jesús: “Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil”[3]… ¡Estén alertas y oren¡ ¡Feliz sábado!… ¡Hasta el lunes!

Pr. Joe Saavedra

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[1] Mensajes  Selectos, T. 1, capítulo 16

[2] Apocalipsis 12:7-9 NVI

[3] Mateo 26:41 NVI

ESTÁN ADENTRO (jueves 02 de febrero de 2012)

“Aun de entre ustedes mismos se levantarán algunos que enseñarán falsedades para arrastrar a los discípulos que los sigan…” Hechos 20:30

Hay una profecía del tiempo del fin, que por mucho tiempo me ha llevado a largas reflexiones: “Porque surgirán falsos Cristos y falsos profetas que harán grandes señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos”.[1] Definitivamente “los elegidos” son el pueblo de Dios, el remanente que se mantuvo de parte de la verdad a través de las edades, los que defienden el evangelio eterno; es decir, la iglesia de Dios, tú y yo, los que hemos aceptado el llamado de Dios a seguir su voluntad y hacer de la Biblia nuestra regla de fe y conducta. Juan lo explica de esta manera: “¡En esto consiste la perseverancia de los santos, los cuales obedecen los mandamientos de Dios y se mantienen fieles a Jesús!”;[2]también los identifica en el tiempo profético: “Entonces el dragón se enfureció contra la mujer, y se fue a hacer guerra contra el resto de sus descendientes, los cuales obedecen los mandamientos de Dios y se mantienen fieles al testimonio de Jesús”.[3] Cuyo cumplimiento lo podemos ver en la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

La pregunta que intriga es: ¿cómo pueden los elegidos ser engañados?, ¿acaso no tenemos la luz que nos advierte de los falsos maestros?, ¿cómo podría suceder un engaño así como los describe Mateo 24:24? El panorama oscuro, se despeja cuando entendemos que los escogidos si pueden ser engañados cuando la mentira o la verdad a medias proviene de adentro, de la misma iglesia. Es una realidad, que los ataques externos no causan mucho daño porque la iglesia por mucho tiempo nos advirtió de esas apariciones, nos enseñó a no creerles, a estar atentos a ellos y de alguna forma estamos esperándolos. Pero, los ataques internos son lo que menos esperamos.

Por eso, debemos saber que los ataques más peligrosos provienen de adentro, porque los falsos profetas conviven con el pueblo de Dios. El apóstol Pablo respalda estas afirmaciones porque reiteradamente advierte contra los falsos maestros que actúan encubiertamente, que se infiltran o llevan un disfraz de ovejas mansas: “Aun de entre ustedes mismos se levantarán algunos que enseñarán falsedades para arrastrar a los discípulos que los sigan…”,[4] “El problema era que algunos falsos hermanos se habían infiltrado entre nosotros para coartar la libertad que tenemos en Cristo Jesús a fin de esclavizarnos”. En el contexto de la iglesia como una familia, la aseveración de Cristo es una advertencia contra los que quieren desestabilizar a los escogidos: “…los enemigos de cada cual serán los de su propia familia”.[5]

Elena de White también señala sobre el peligro a los que están sometidos los escogidos de convivir con los “infiltrados”: “Hay personas en la iglesia que no están convertidas y que no se unirán a la oración ferviente y eficaz…”.[6] Además la siguiente cita requiere prestar mucha atención: “Tenemos mucho más que temer de enemigos internos que de externos. Los impedimentos para el vigor y el éxito provienen mucho más de la iglesia misma que del mundo…”.[7]

Mi hermano(a) es necesario advertir que los falsos profetas merodean afuera de la iglesia, hablan del fin y asustan, presentan señales y prodigios sorprendentes, arrastran multitudes de personas y causan problemas. Sin embargo hay otro frente de engaño, ese grupo es el más peligroso, están adentro, nos conocen perfectamente y esos son los que harán más daño a la iglesia. ¿Pero quiénes son?… ¿buena pregunta?…

Pr. Joe Saavedra

Desde la línea de batalla  y un poquito antes del retorno de Cristo…

Ubícame en mi página web: www.poder1844.org


[1] Mateo 24:24 NVI

[2] Apocalipsis 14:12 NVI

[3] Apocalipsis 12:17 NVI

[4] Hechos 20:30 NVI

[5] Mateo 10:36 NVI

[6] Mensajes  Selectos, T. 1, capítulo 16

[7] Ibid.

ESTÁN AFUERA (miércoles 01 de febrero de 2012)

“Queridos hermanos, no crean a cualquiera que pretenda estar inspirado por el Espíritu, sino sométanlo a prueba para ver si es de Dios, porque han salido por el mundo muchos falsos profetas” (1 Juan 4:1 NVI)

Jesús advierte de los falsos profetas. Apóstoles de la talla de Pablo, Judas y Juan, los identifican como lobos rapaces, cizaña o falsos maestros. La aparición de estos profetas apócrifos, es una señal importante que anuncia el inminente retorno de Cristo y que allana el camino para la apostasía religiosa en este mundo.

La pregunta coherente a esta altura de los comentarios anteriores es: ¿quiénes son esos falsos maestros? Para identificarlos debemos considerar el consejo de Juan: “no crean a cualquiera que pretenda estar inspirado por el Espíritu, sino sométanlo a prueba para ver si es de Dios”. Entonces para saber quiénes son debemos actuar con cuidado, ubicarlos y resaltar sus características. En ese orden, cuándo queremos identificarlos debemos establecer donde se encuentran, donde operan y cómo lo hacen. Esta inquietud puede ser resuelta considerando que los falsos profetas se mueven en dos frentes. El primer frente se encuentra afuera de la iglesia. Entonces afirmar que los falsos profetas merodean la iglesia y pretenden perturbarla es correcto. Durante muchos años falsos profetas se han levantado, han engañado y arrastrado a muchas personas. Muchos de los movimientos agitados por falsos profetas han terminado en tragedias y asesinatos, cómo en el caso de David Koresh y Jim Jones. Pero existen varios famosos cómo San Malaquías o  Nostradamus, que siguen agitando el mundo cristiano; y otros cómo Ricardo Texeira, que engañaba con operaciones milagrosas o Harold Camping, que ahora vive en un asilo después de haber predicho que el fin del mundo sería el 21 de mayo del año pasado. Sin embargo una cosa común los relaciona, todos estos hablaban del fin del mundo.

Elena de White tuvo problemas con esos falsos profetas: “Durante los 45 años pasados, he tenido que hacer frente a las pretensiones de quienes afirmaban haber recibido de parte de Dios mensajes de reproche destinados a otros. Esta fase del fanatismo religioso ha surgido una vez tras otra desde 1844. Satanás ha trabajado en muchas formas para afirmar el error. Algunas de las cosas anticipadas en esas visiones se cumplieron; pero muchas otras -concernientes al tiempo de la venida de Cristo, el fin del tiempo de gracia y los acontecimientos que debían ocurrir  resultaron completamente falsas”.[1]

Mi amigo(a), los falsos profetas merodean afuera de la iglesia, hablan del fin y asustan, presentan señales y prodigios sorprendentes, arrastran multitudes de personas y causan problemas. Sin embargo hay otro frente de engaño, ese grupo es el más peligroso, nos conocen perfectamente y esos son los que harán más daño a la iglesia.

Meditemos en las palabras del apóstol Juan: “Queridos hermanos, no crean a cualquiera que pretenda estar inspirado por el Espíritu, sino sométanlo a prueba para ver si es de Dios, porque han salido por el mundo muchos falsos profetas”… ¡Bendiciones este día!

Pr. Joe Saavedra

Desde la línea de batalla  y un poquito antes del retorno de Cristo…

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[1] Dios nos cuida, 10 de diciembre