QUE IMPORTA EL AÑO… SOLO ¡ALÉGRENSE!

“Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! Que su amabilidad sea evidente a todos. El Señor está cerca. No se inquieten por nada…” (Filipenses 4:4)

En algunas horas el 2019 pasa a la historia y un nuevo año tomará su lugar. Quizás ya tengas el plan perfecto o tengas  preparado los festejos para despedirlo y darle la bienvenida a uno nuevo.

No obstante, si estás pensando que con el final de 2019 también se termina una década, puede que tengas que hacer las cuentas de nuevo, al menos lingüística y matemáticamente hablando. Esta es una confusión que inundó las redes sociales este mes y que incluso llevó a la Real Academia Española (RAE) a salir a aclararlo.[1]

Todo este debate empezó, cuando a principios de diciembre, un usuario en Twitter preguntó a la RAE si la próxima década empieza el 1 de enero de 2020 o de 2021. La Academia respondió que la nueva década empezará en 2021 porque «cada década comienza en un año acabado en 1 y termina en un año acabado en 0. Así, la primera década del siglo XXI es la que va de 2001 a 2010; la segunda, de 2011 a 2020, etc.».[2]

Esta respuesta causó polémica y malestar  en algunas personas,  al punto que varios usuarios lanzaron esta pregunta, que tal vez sea la tuya: ¿Entonces todo el mundo erró al celebrar el nuevo milenio en 2000?», parece que sí.

La explicación de la RAE coincide con la de las matemáticas: «La década no empieza con el año 0. Se empieza a contar desde el año 1″, porque “si contamos para atrás, tenemos el -1, con lo cual nos saltamos el año 0. Al saltarnos el año 0, si contamos 10, vamos del 1 al 10, no del 1 al 9. Entonces una década termina en el 10. Y la segunda década es del año 11 al 20».[3]

Finalmente, si ya te mareaste por lo números como yo, y si la nueva década no empieza con el nuevo año que se aproxima, poco importa en estas horas finales del 2019, porque la realidad es que un año acaba y otro empieza. Lo que te viene a la mano es uno nuevo, el 2019 se va extinguiendo, por lo tanto, el mayor secreto para empezar un buen año y hacerlo el más feliz de tu vida, es dejar que todas las malas experiencias se extingan con el viejo. Para este cometido, quizás estos 4 consejos puedan serte útiles:

(1) Evalúa: Mi abuela, tenía una frase en los labios cada vez que alguno de sus hijos o nietos cometía un error: “El burro patea una vez, si te patea por segunda, tú eres el burro”. Con esta frase he asumido todos mis errores, y he podido levantar cabeza en los momentos más oscuros de mi efímera existencia; por eso cada vez que mis hijos comenten un error, les repito esta frase, pensado en la lección del burro: “Todos tienen derecho a equivocarse, pero también el deber de aprender”. Por eso, para que “el burro te patee solo una vez” y asumas el “deber de aprender”, no cierres los ojos a tus errores, ni trates velozmente de guardar tus desaciertos en el baúl oscuro de tus malos recuerdos, sino enfréntalos, y respóndete estas tres preguntas: ¿Por qué me equivoqué?, ¿qué puedo hacer para revertirlo?, ¿qué debo aprender de esta experiencia amarga? Si te contestas con honestidad y sin vergüenza, no serás un “burro”.

(2) Perdona y pide perdón: Ya he caminado un buen trecho de mi vida y me he dado cuenta que existen dos tipos de personas: (1) Los que ofenden y quieren tu mal a propósito, y los que (2) ofenden y te hacen pasar un mal rato sin querer, como decía el famoso Chavo del 8, “fue sin querer queriendo”. Y la pregunta natural es: ¿Y cómo los diferencio? Jesús te responde: “Por sus frutos los vas a conocer”.

Por los primeros no dejes de orar, Dios también puede tocar sus corazones y transformarlos en personas de bien y de amor. Pero no te acerques mucho antes de ver un real cambio, puedes salir lastimado nuevamente. Pero perdónalos, son criaturas de la creación que viven anesteciados con su maldad y quizás ni cuentan se den de lo que están haciendo. Recuerda, el perdón es una medicina con mayor eficacia en el que perdona.

Por el segundo tipo de ofensores, ten misericordia, y antes de que te sientes a disfrutar de tu bendecida cena, bendice y bendícete con el perdón. No te demores en abordarlos, y decirles que te perdonen porque estabas guardando un dolor por lo que te hicieron y que quieres empezar un nuevo año en paz. Te aseguro que las personas de este segundo grupo, te van abrazar, van agradecerte y te van a pedir perdón, porque los de corazón humilde, aunque se equivocan también tienen la capacidad de reconocer el error y pedir perdón. Nunca olvides que todos somos seres humanos falibles y podemos cometer errores.

(3) Toma impulso: No hay nada mejor en una caminata larga, que parar un momento, tomar un buen sorbo de agua, descansar unos minutos, respirar profundamente y seguir el trayecto. Esta corta parada te dará un impulso nuevo.

Es natural cansarse, es normal desanimarse, es humano sentirse triste. Las presiones, las equivocaciones y los deberes de la vida agotan, desaniman y entristecen. Te aseguro, que llegarás a esa condición y a sus extremos, si no dosificas las fuerzas. La mejor manera de no quedarte fundido en el trayecto de tu existencia, es parar un momento, respirar profundamente y encontrarte contigo mismo, mejor si es a solas.

Aprovecha estas horas de fiesta para detenerte completamente un momento, y mientras el mundo grite y se alborote, tú busca un lugar de silencio y paz. Tal vez, ese celular que llevas en la mano no ha parado de sonar y brillar durante todo el año, y con él, el estrés y la adrenalina han tomado tu cuerpo, apágalo un instante, el mundo no va a colapsar si dejas de estar conectado. Tal vez, te has pasado todo el año escuchando la voz y la risa de la gente que te rodea, es hora de silenciarlos y escuchar tu propia voz, tú tienes mucho que decirte a ti mismo.

Entonces, puesto que todavía tienes un largo camino por delante, detente un momento, respira profundamente, toma impulso y continúa tu trayecto. Recuerda que no necesariamente llega a la meta el que sale primero.

(4) Inténtalo una vez más: Alguien me preguntó alguna vez esto: “Ya lo voy intentando varias veces ¿cuándo lo voy a lograr?”. Con el tiempo he podido dar con la respuesta correcta: “Quizás en el próximo intento, vaya e inténtelo de nuevo”. 

El desánimo y el espíritu de rendición son los gusanos que devoran y pudren las grandes hazañas. Si este año no lograste esa meta que sabes que puedes alcanzarlo, y tal vez haya sido tu intento mil, no te desanimes ni te rindas, este nuevo año puede ser el intento mil uno, con la gran posibilidad que sea el último. Acaso no dijo el célebre médico cirujano sudafricano Christiaan N. Barnard: “La batalla de la vida no siempre la gana el hombre más fuerte, o el más ligero, porque, tarde o temprano, el hombre que gana es el que cree poder hacerlo”.

Mis amigos(as), todo lo que escribí no lo hice como mera teoría, es práctica en mi propia vida, y en la vida de mi familia, este año no ha sido fácil para nosotros, que si no fuera por la gracia de Dios, no estaría ni con fuerza ni con alegría escribiendo todo esto, por eso, mi deseo final para ustedes antes de cerrar este año es: “Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! Que su amabilidad sea evidente a todos. El Señor está cerca. No se inquieten por nada…»./////////////.

¡Feliz nuevo año!… Con amor cristiano

Evelyn, Joe, Jeremot, Fares y Rubí

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[1]https://www.bbc.com/mundo/noticias-50816968 

[2]Ibid. 

[3]Ibid. 

GRANDES INCENDIOS

Así también la lengua es un miembro muy pequeño del cuerpo, pero hace alarde de grandes hazañas. ¡Imagínense qué gran bosque se incendia con tan pequeña chispa! También la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Siendo uno de nuestros órganos, contamina todo el cuerpo y, encendida por el infierno, prende a su vez fuego a todo el curso de la vida. (Santiago 3.5–6, NVI)

Ya es noticia mundial que la Amazonía está ardiendo. No obstante, la magnitud de los incendios se ha expandido en forma incontrolable en esta región crucial para el planeta, que muchos estados amazónicos como Amazonas y Acre en Brasil se han declarado en emergencia o alerta ambiental.

Troncos quemados en la región amazónica.

Las estadísticas mencionan que ya son mas de 74.000 incendios registrados desde enero,[1] de tal forma que Brasil muestra un aumento de incendios forestales de 83% entre enero y agosto comparado con el mismo periodo del año pasado.[2] Con estos datos se puede afirmar que se trata del número de incendios más elevado desde que comenzaron a tomarse registros en 2013.

Asimismo, esta trágica realidad ha hecho que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ordene el viernes pasado a las Fuerzas Armadas que ayuden a combatir el número récord de incendios forestales que se registran en el país autorizando el despliegue de soldados en reservas naturales, tierras indígenas y áreas fronterizas de la región para luchar contra el fuego.

Sin embargo, los incendios de la Amazonía no se han limitado a Brasil, también afectan las regiones amazónicas de Bolivia, Paraguay Perú.

Frente a esta desgracia ambiental, estas preguntas han cobrado relevancia: ¿Cómo se llegó a esta situación en la región? ¿Qué dio origen a estos múltiples incendios que ya preocupan a los gobiernos de todo el mundo?

Devastación en Brasilia causada por los incendios forestales que sufre Brasil.

La primera respuesta oficial del gobierno brasileño fue atribuir como la causa principal de estos incendios forestales a la temporada seca. No obstante, según el INPE, «no hay nada anormal en torno al clima o las precipitaciones en la región amazónica este año, que están solo un poco por debajo del promedio».[3] Es decir, si bien la estación seca crea las condiciones favorables para el uso y la propagación del fuego, «iniciar un incendio es el trabajo de los humanos, ya sea de forma deliberada o por accidente».[4]

Es sabido que los incendios son iniciados por agricultores y campesinos, que utilizan a las llamas como herramienta para despejar un área que primero talan, para crear espacio para sus animales y plantas. Estos espacios despejados se utilizan normalmente en esta región para criar ganado y cultivar soja. Con razón, el Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía, conocido por sus siglas, IPAM, menciona que el alarmante aumento en los incendios de la Amazonía brasileña se debe gran parte al avance de la deforestación y no a la temporada seca.

Del mismo modo, en Bolivia, la activista ambiental Jhanisse Daza dijo “que un decreto del gobierno aprobado en julio permitió a los ganaderos provocar incendios para expandirse en tierras forestales”.[5]

Un hombre trabaja en una granja en Irandula, estado de Amazonas, Brasil, el 20 de agosto.

Entonces, es una realidad que el propio ser humano es el causante de estos feroces incendios que están destruyendo miles de héctareas de bosques, matando la fauna y flora de este parte del mundo que es considerada el “pulmón” mas importante del planeta.

De la misma forma, el hombre es el causante de otros grandes incendios cuyo epicentro no son los bosques llenos de vida sustentable, sino los mismos seres humanos. Y estos incendios arrasan y destruyen los corazones, matando la esperanza, la fe, la paz, el amor y la alegría.

Estos incendios empiezan en la boca del ser humano, su lengua es como una chispa que encuentra un buen material inflamable en la maldad de este mundo, entonces el fuego crece y se expande fácilmente. Esas chispas representan las ofensas, las palabras de desánimo, las mentiras, las bromas, los “doble sentido” y todo comentario cuyo fin no es bendecir, animar ni elevar la estima. Entonces el fuego se inicia en una chispa hasta tornarse incontrolable, donde el ser humano empieza a morir envuelto en llamas de una vida confundida, dudando de sus propias capacidades, sintiéndose inferior y de menor valía, considerándose indigno de ser amado ni respetado.

Mi apreciado(a) compañero(a) de fe, que de nuestra boca no salga una chispa de maldad que encienda grandes incendios, porque existen personas  que “afilan su lengua como espada y lanzan como flechas palabras ponzoñosas”,[6] y como serpientes  “afilan su lengua…¡veneno de víbora hay en sus labios!”.[7]

Por el contrario refrenemos nuestra “lengua de hablar el mal y nuestros labios de proferir engaños”,[8] y esto es posible al valorar este razonamiento de vida: “Hermanos míos, ¿acaso puede dar aceitunas una higuera o higos una vid? Pues tampoco una fuente de agua salada puede dar agua dulce”.[9]

Este razonamiento es simple pero vital: mientras el mundo de maldad y sus prácticas sean prioridades en nuestra experiencia diaria, su influencia encenderá nuestras bocas e inflamarán nuestras lenguas con chispas del mal, “en cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera”.[10]

Una boca cuya vida está en conexión al cielo, bebiendo del amor redentor de Dios, sometiéndose cada día al poder quebrantador de su gracia, solo tiene palabras de bendición y esperanza. ¿Qué piensas?//////////.

Pr. Joe Saavedra

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[1]https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-49448825

[2]Según datos del INPE (siglas en portugués del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil),

[3]https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-49448825

[4]Ibíd.

[5]Ibíd.

[6]Salmos 64.3  

[7]Salmos 104.3

[8]Salmos 34.13

[9]Santiago 3.12

[10]Santiago 3.17

FELICES… sube a la montaña

“Y consideré más felices a los que ya han muerto que a los que aún viven…” (Eclesiastés 4:2)

Hace unos días atrás recibí un mensaje, era la respuesta a una solicitud que le había hecho a un amigo y maestro que admiro. Mi pedido fue que lea un nuevo libro que estoy publicando y que si le parecía una buena respuesta para los que buscan la felicidad, entonces que me escriba una recomendación.

Este ministro argentino, empezó su mensaje con las siguientes palabras: “Todo ser humano desea ser feliz; el rico y el pobre; el que roba y el que es honesto; el que cuida su salud y el que usa drogas; el que se casa y el que decide quedar soltero; el que es fiel y el que adultera… en fin, todos estamos en la búsqueda de la felicidad”.

Y es verdad, porque desde que el hombre pobló la Tierra, ha tenido el deseo de ser feliz, o en todo caso, entenderla a plenitud o valerse de ella. Al rastrear la historia podemos encontrar algunos ejemplos sobre el empeño de los seres humanos en adquirir la felicidad. 

Los griegos, empezaron a enseñar y escribir sobre la felicidad. Ellos la llamaban eudaimonía[1]y la entendían como “el bien supremo del ser humano, dando por asentado que no era posible alcanzar perfectamente dicho bien en este mundo”.[2] Asimismo, acerca del contenido de la felicidad, discutían si era el placer, las riquezas, la virtud o el conocimiento, y si era un regalo de los dioses o fruto del esfuerzo personal. Para “Aristóteles la virtud moral era esencial para la verdadera felicidad”.[3]

El imperio azteca, se abocó a entender y poseer la felicidad. El famoso Códice Florentino,[4]devela que los aztecas no creían que tener una buena vida y ser feliz estaban asociados, algo que puede resultar extraño dada la tradición filosófica de Occidente. Ellos creían que por más bueno, talentoso o inteligente que fueras, podrían pasarte cosas malas. O incluso podrías equivocarte, resbalarte y caer. Por eso, antes que buscar deliberadamente una felicidad que, en el mejor de los casos, sería pasajera y azarosa, el objetivo para los aztecas era llevar una vida digna de ser vivida. Y a ese estado, una vida digna de ser vivida, la llamaban: neltiliztli.

En épocas mas recientes, personajes como Albert Einstein, también intentaron entender y explicar la felicidad. El científico escribió sus impresiones de la sociedad japonesa[5] en su diario personal, uno de ellos en referencia a la felicidad. Allí cuenta que se encontraba en su habitación en el Hotel Imperial de Tokio, cuando un mensajero llamó a su puerta. Tenía un paquete para él. Tras recibirlo, Einstein se dio cuenta de que no tenía dinero para darle una propina. Lo que hizo fue pedirle que esperara y agarró dos hojitas con el membrete del hotel y una pluma. En la primera hoja escribió: «Una vida humilde y tranquila trae más felicidad que la persecución del éxito y la constante inquietud que implica». En la segunda: «Donde hay una voluntad, hay un camino». Las firmó y entregó al mensajero que le recibió de muy buena gana. Muchos años después, en octubre de 2017, una casa de subastas de Jerusalén las vendió por US$1.560.000, con el rótulo de: “La teoría de la felicidad de Einstein”.[6]

Actualmente, las ganas de ser feliz no ha menguado, tanto así que han hecho ciencia de ella, porque ahora los científicos miden la felicidad. Hanke, que es profesor de economía aplicada de la Universidad de John Hopkins, en Baltimore, Estados Unidos, elabora el índice anual de los países más infelices (Misery Index, en inglés).[7]El índice fue creado por el economista estadounidense Art Okum en la década de 1960, con los años, el indicador fue pasando de manos y sufriendo modificaciones hasta llegar a la actual versión con cambios hechos por Hanke. El resultado mas actual fue publicado en marzo del año pasado y ubica a Venezuela, Argentina e Irán como los tres países mas infelices del mundo. No obstante, en uno de los extremos del indicador está Tailandia, como el país más feliz.[8]

Quizás toda esta información no tenga nada que ver con tu búsqueda de la felicidad, pero definitivamente tú y yo estamos tras ella, nacimos con esa tendencia, es natural querer ser feliz. Por eso te pregunto: ¿cómo va tu búsqueda de felicidad? ¿la encontraste? ¿sabes con claridad de que se trata? ¿eres feliz?, o ni te has puesto a pensar en ella, ni sabes en realidad lo que significa, la imaginas, das por sentado que la entiendes, puedes olerlo pero no sabes de donde viene.

Sin lugar a dudas, la felicidad es un asunto tan complejo, aunque parece tan sencillo, y no tiene que ver simplemente con conquistas o posesiones, ni con emociones y sentimientos, por eso el rey Salomón escribió: “Y consideré más felices a los que ya han muerto que a los que aún viven…”. Porque es tan difícil ser feliz en esta vida, que figurativamente hasta los muertos son mas felices que los vivos, que no la entienden, no la encuentran, no saben que es, aún así se repitan o finjan que son muy felices, porque la felicidad no es asunto para cualquiera.

Con todo esto, mi apreciado(a) compañero(a) de existencia, ¿es posible ser feliz? ¿podemos entender y obtener la felicidad? Te voy a decir una buena noticia: Definitivamente ¡si!, pero la felicidad verdadera, la que aprueba el Cielo, que no se  acaba, ni se actualiza, y en su versión completa. Esa felicidad verdadera, está disponible para ti y para mí, para la gente que amas y para los que amo. 

Pero en este punto, esta pregunta es natural: ¿cómo encuentro y experimento la felicidad? Por eso escribí: “FELICES, sube a la montaña”, porque deseo que seas feliz y tu familia también. Espero que este libro llegue a tus manos, cada párrafo fue escrito con todo el amor cristiano, porque tú y yo hemos nacido para ser verdaderamente felices./////////.

Pr. Joe Saavedra

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[1]Término griego de felicidad.  

[2]Francisco Lacueva, Diccionario teológico ilustrado (Tarrasa, Barcelona: Clie, 2001), 289.

[3]Ibid. 

[4]Es una recopilación de conocimientos de los aztecas realizada por el misionero franciscano español Bernardino de Sahagún.

[5]Albert Einstein visitó Japón por primera vez, el 17 de noviembre de 1922.  

[6]https://www.bbc.com/mundo/noticias-44894404

[7]https://www.bbc.com/mundo/noticias-47795033 

[8]Ibid. 

PEQUEÑAS COSAS

“Las moscas muertas apestan y echan a perder el perfume. Así mismo pesa más una pequeña necedad que la sabiduría y la honra juntas.”(Eclesiastés 10.1, NVI) 

La brasileña Layane Dias, de 20 años, despertó una tarde[1]con un dolor insoportable en la espalda, ya no tenía movilidad en las piernas y tampoco sensibilidad desde el pecho para abajo. Fue llevada de emergencia al hospital.

Uno de los mayores sueños de esta joven es volver a caminar.. (Foto: Layane Dias)

Lo de esta muchacha, fue algo extraño. Casi un mes antes, despertó con mucho dolor en la espalda. Ella cuenta que no le dio importancia, porque pensaba que era algo muscular. Tomó un remedio, pero el dolor seguía ahí, intenso. Los dolores continuaron al día siguiente, todavía más fuertes. Entonces, su madre la llevó a la farmacia, le inyectaron algo y el dolor desapareció. Se sintió aliviada.[2]

Sin embargo, los dolores volvieron al día siguiente por la noche, pero conseguía reducir su intensidad con medicamentos. Así durante varios días, hasta que ya se volvió demasiado fuerte. Fue entonces cuando decidió ir al médico.

Allí en el consultorio, le realizaron rayos X en la espalda, pero el médico no vio ninguna anomalía a pesar de que la joven continuaba con dolores intensos en esa parte de su cuerpo. Regresó a casa, y al día siguiente, despues de una siesta es cómo ella despierta parapléjica.

En el hospital, el médico pidió exámenes de sangre y orina. Los resultados mostraron que tenía una infección de sangre. Además, cuando el médico empezó a palparle la pierna, ella no sentía nada. Su caso fue clasificado como grave y la trasladaron a un hospital en la capital del país, Brasilia.

A la hora de hacernos una incisión cutánea hay que asegurarnos de que se siguen las medidas de higiene adecuadas.

Allí, los dolores se volvieron más fuertes, que tuvo que tomar morfina para soportar el dolor, pero uno de los doctores suspendió el tratamiento porque le causaba alucinaciones. No obstante, los médicos no conseguían dar un diagnóstico exacto, era un caso raro. 

Una resonancia magnética, mostró que Layane tenía 500 mililitros de pus entre tres vértebras que presionaban su médula espinal. Fue llevada de emergencia a una sala de operaciones. La cirugía detuvo la progresión de la paraplejia, que podría haberse extendido más. La pus podría haber generado una infección que la podría haber matado. Al extraer el líquido, la médula se descomprimió y el cuadro de la paciente mejoró. El dolor no volvió mas, pero ella quedó postrada en una silla de ruedas. Por su juventud, hay posibilidades que pueda volver a caminar, pero son remotas.

Un neurocirujano que la atendía pudo descubrir la causa.  Le explicó que una bacteria llamada Staphylococcus aureus, que consigue transmitir enfermedades a través de la sangre, había entrado en su organismo a través de una infección. Es allí donde el médico le preguntó si había tenido alguna herida en la nariz o algo similar porque, tal como le explicó, esa bacteria suele generarse en las fosas nasales. “Fue entonces cuando le conté que me había hecho un piercing en la nariz el mes anterior”,[3]relata Layane. Ese pequeño huequito en la nariz fue la puerta de entrada de la bacteria a su cuerpo.

A esta muchacha, siempre le habían gustado los piercings. Ya se había puesto en tres ocasiones uno en el lado derecho de la nariz. Pero un mes y medio antes de toda su problema, decidió cambiar y ponérselo en el lado izquierdo. Por primera vez le había salido sangre durante la perforación, asimismo se le hinchó y puso roja la punta de la nariz, pero no le dio mayor importancia, a pesar de la fiebre. Con unas pomadas desapareció todo. 

Uno de los primeros síntomas de la infección fue que se le hinchó y puso roja la punta de la nariz.

Layane, salió del hospital despues de dos meses, postrada a una silla de ruedas. Hoy pasa sesiones de fisioterapia y psicología. En una de las entrevistas que tuvo, concluyó con esta reflexión: “tengan cuidado, porque pequeñas cosas pueden arruinarles la vida”.

Con razón el rey Salomón advertía que así como una pequeña mosca pueden malograr un perfume o un vaso de bebida, así también una pequeña necedad, una fugaz travesura, una insignificante imprudencia o un desobediencia sin importancia, pueden arruinar una vida. 

La experiencia de Layane, nos da también otra lección. Ella contaba que ya se había perforado un lado de la nariz, así que con esa experiencia, ya no dudaba en hacerse otra perforación, y allí empezó su tragedia. De la misma manera, puedes estar envalentonado, porque ya hiciste alguna travesura, o una pequeña imprudencia y no ha pasado nada, pero recuerda que el momento menos pensado, el segundo que no imaginas, viene la desgracia o un desenlace que te va a complicar la vida para siempre. 

Mi apreciado(a) compañero(a) de fe, muchas veces tenemos precaución por no cometer graves delitos o grandes equivocaciones, cuando la llave que abre la puerta de las desgracias futuras, son los pequeños malos actos. Por eso, “debemos adiestrarnos para ser fiel en las cosas pequeñas”,[4]para evitar las grandes complicaciones y agradar a Dios.

Dios se complace con una vida que está atenta a los pequeños detalles y presta a rechazar las insignificantes faltas. Cuando nuestra vida esté direccionada a vencer las pequeñas tentaciones, y no pasar por alto los “pecados que pasan desapercibidos” como el orgullo, egoísmo y la envidia, entonces estaremos listos para vivir una vida de victoria y paz.

Mientras vayamos en el tiempo, teniendo mucho cuidado con las pequeñas obras, escucharemos a Jesús decir, como antesala de la premiación final de los salvos de todas las edades: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!”.[5] ¿Qué piensas?//////////////////.

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[1]Mes de Julio de 2018 

[2]https://elcomercio.pe/tecnologia/ciencias/piercing-nariz-acabo-dejando-joven-20-anos-paraplejica-noticia-606872?foto=5

[3]Ibid. 

[4]Elena G. de White, Mente, Carácter Y Personalidad: Tomos 1 y 2 (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1977), 311. 

[5]Mateo 25.21