UN NUEVO ORDEN MUNDIAL

Se levantará nación contra nación, y reino contra reino… Todo esto será apenas el comienzo de los dolores” (Mateo 24:7,8 NVI)

Más allá de una guerra o de un país invadiendo otro, el aparente orden mundial al cual ya estábamos acostumbrados está en vilo. Si las cosas continúan así, un nuevo orden en la vivencia humana a nivel global se avecina, aunque no exento de mucho caos y dolor.

Cuando hablamos de un nuevo orden mundial, nos referimos a esas normas internacionales que son como las reglas de una casa o entre amigos: solo existen y son válidas en la medida que la gente las practica. Y la invasión de Rusia a Ucrania es una señal clara que esas normas ya están por desaparecer.

Sin embargo, este orden internacional ya estaba muy débil, y no había coherencia con lo que ahora se quiere denunciar. La guerra de Irak y otros tantos eventos en los cuales potencias occidentales cambiaron los gobiernos de otros países a la fuerza: Afganistán, o tantos en América Latina, son ejemplos de la debilidad de orden mundial que ahora está agonizando. Es decir, el hecho de que Occidente haya creado excepciones para sí mismo, pasando por alto reglas internacionales, era una clara señal del debilitamiento del orden entre las naciones, que hoy Rusia muestra que no respeta más, entonces es inevitable que las cosas van a cambiar a nivel mundial.

Volviendo al evento que hoy tiene asombrado al mundo, cuando los tanques y los misiles de Rusia cruzaron hacia suelo ucraniano, los principios del derecho y las relaciones internacionales que costaron dos guerras mundiales e innumerables vidas parecieron echados por tierra. La sorpresa es mayor, cuando nos percatamos que invadir a un vecino o tomar tierras por la fuerza, que fue una práctica a través de los siglos, se volvió casi imposible desde la segunda mitad del siglo XX. Sadam Hussein intentó volver a esa práctica, y fue derrotado.

Ahora la cosa es mucho más seria, Rusia no es Irak, es una potencia con un poderoso brazo armado que nadie quiere enfrentar, y si pensamos que las sanciones económicas y represalias occidentales pueden hacerla retroceder, nos equivocamos, porque el presidente de esa nación frente al accionar sancionador de occidente ha respondido tajantemente: «nos están declarando la guerra». ¿Entonces?, ¿qué viene, ¿China invadiendo Taiwán?, ¿el poderoso arrasando con el débil?, ¿una nueva guerra a nivel global?

Lo seguro es que nada volverá a ser lo mismo, un nuevo orden mundial se avecina. Y la Biblia ya lo había advertido. Cuando pensábamos que ese asunto de los conflictos entre naciones ya estaba controlado, y que las reglas mundiales de convivencia funcionaban de maravilla, nos damos cuenta de que no es la realidad: los tambores de guerra suenan cada vez más cerca de nuestros oídos, y de ninguna manera cesarán.

Ver como millones de personas se quedan sin hogar de la noche a la mañana y tienen que huir heridos en el cuerpo y en la mente, me recuerdan la profecía: “apenas el comienzo de los dolores” y me estremezco.

La palabra original griega que se traduce como “dolores” (ōdinōn),[1] lleva la idea de ese dolor que sienten las madres cuando están a punto de dar a luz, y no es cualquier dolor, sino pregúntale a tu mamá, y verás que te narra momentos de angustia intolerable.  La Biblia habla de ese dolor insoportable, que se inicia cuando las reglas de convivencia entre naciones no son respetadas, produciendo guerras y conflictos. ¿Qué viene? ¿una tercera guerra mundial?, ¿bombas nucleares arrasando con las ciudades?, ¿escasez de alimentos?, ¿encarecimiento de los servicios básicos de la población?, ¿migraciones obligadas de millones de personas?

Mi apreciado(a) compañero(a) de fe, tú y yo somos testigos privilegiados del cumplimiento de las señales que determinan que esta Tierra está entrando en tiempos de caos y dolor, sin opción a escapar de ellos. ¿Qué hacer frente al cambio de las reglas mundiales y las posibles consecuencias globales que produzcan mucho dolor?

Tengo dos respuestas para esa pregunta. (1) Mateo 24: 13 dice: “… pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo”. La palabra “firme” en el idioma original, conlleva perseverancia, resistencia y paciencia. Es decir, no te salgas del camino de fe que estás andando, confía en que Dios proveerá lo que necesitas y que de ninguna manera un justo padece de hambre, y aún así sientas mucho dolor, espera en la providencia de Dios.

(2) Dice 2 Pedro 3:11 y 12: “Ya que todo será destruido de esa manera, ¿no deberían vivir ustedes como Dios manda, siguiendo una conducta intachable y esperando ansiosamente la venida del día de Dios?”. Aunque el texto está demasiado claro, puedo resumirlo: “Camina bajo el paraguas de los principios bíblicos y prepara tu vida para encontrarte con Jesús”.

¿Qué piensas?, ¿Qué decides?/////////////.

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[1]Joseph Henry Thayer, A Greek-English lexicon of the New Testament: being Grimm’s Wilke’s Clavis Novi Testamenti (New York: Harper & Brothers., 1889), 679.

MONSTRUOS

“Después de esto, en mis visiones nocturnas vi ante mí una cuarta bestia, la cual era extremadamente horrible y poseía una fuerza descomunal. Con sus grandes colmillos de hierro aplastaba y devoraba a sus víctimas, para luego pisotear los restos. Tenía diez cuernos, y no se parecía en nada a las otras bestias” (Daniel 7:7 NVI)

Dragón europeo - Wikipedia, la enciclopedia libre

En mis estudios sobre filosofía en el Medioevo, me encontré frente a libros de ciencia natural de esa época que me llamaron la atención, especialmente por ilustraciones de animales extraños en las portadas.

No he sido el único que he dado rienda suelta a la imaginación con las exposiciones deslumbrantes de leones y cocodrilos a dragones y aves fénix, animales tanto reales como imaginarios, sino miles de personas del siglo V hasta el siglo XV también fueron cautivadas con esas bestias.

Mientras que algunos animales, como las mascotas domésticas y los que les ayudaban en el campo, así como las criaturas de los bosques eran familiares, otros eran una maravilla lejana, descritos por viajeros o por los que volvían de las Cruzadas. Una gran cantidad de estos animales, desde el unicornio milagroso hasta la mosca molesta, encontraron su hogar en el bestiario latino medieval, que se convirtió en un género de gran éxito en el siglo XII.

Sin embargo, las descripciones eran compilaciones pseudocientíficas que se basaban en leyendas populares, fuentes clásicas y escritos patrísticos para crear descripciones de animales que además incorporaban la alegoría y la moralización cristianas. Por lo menos les voy a mencionar 5 animales extraños, quizá también para este tiempo:[1]

Mujer con unicornio
Unicornio
  • Unicornio: Uno de los animales más famosos del bestiario medieval, el unicornio, es un animal pequeño y feroz con un cuerno en el centro de la frente. La creencia más duradera y popular sobre el unicornio es que no puede ser capturado por un cazador. Entonces, ¿cómo atrapas un unicornio? Según bestiarios medievales, debes guiar a una virgen a la mitad del bosque y dejarla allí mientras te escondes y esperas cerca. El unicornio caerá presa de tu trampa al saltar al regazo de la virgen. Pero mientras que los recuentos modernos enfatizan en gran medida las cualidades positivas del unicornio, en la Edad Media las asociaciones vinculadas a esta criatura eran menos nítidas. Por ejemplo, en una popular compilación medieval de las vidas de santos, llamada «La leyenda dorada», el unicornio se convirtió en una alegoría de la muerte, persiguiendo a la humanidad incesantemente.
Mantícora
Mantícora
  • Mantícora: La mantícora fue una adición verdaderamente terrorífica al bestiario medieval. Con la cara y la barba de un hombre, un cuerpo rojo y del tamaño de un león, ojos azules y tres hileras de dientes, se decía que la criatura venía de la India y tenía una voz horrible: un cruce entre una flauta y una trompeta. Tenía cola de escorpión con aguijones en cada lado, y se decía que picaba tan rápido con esta arma que cualquiera que se acercara se enfrentaría a una muerte segura. Una opción para quienes se toparan con la mantícora era atacar desde la distancia, pero con cuidado, ya que la mantícora también podía utilizar su cola como arco y flecha. Rápida como un ciervo, la criatura era cruel y ansiaba carne humana. Sólo el elefante podía sobrevivir a su veneno, por lo que una forma de vencer a la mantícora era atacarla con un ejército de elefantes mientras le disparaban flechas.
Basilisco
Fénix
  • Fénix: El fénix era un pájaro mítico fabuloso, de color rojo violáceo, con una cresta (a veces dorada) y plumaje. Vivía en las regiones de Arabia y por lo tanto se asociaba con las maravillas exóticas de Oriente. Muchas fuentes describieron el fénix como del tamaño de un águila, pero su característica más distintiva era la inmortalidad. Después de 500 años, cuando el pájaro se sentía envejecer, construía una pira funeraria y usaba el Sol para prenderse fuego. En el noveno día, se levantaba de las cenizas.
comadreja
Comadreja
  • Comadreja: La humilde comadreja era un animal sorprendentemente popular en enciclopedias medievales, ilustraciones, fábulas y bestiarios. Astuta por naturaleza, algunos decían que la comadreja concebía a través de su oreja y daba a luz a través de su boca, mientras que otros atestiguaban lo contrario. De cualquier manera, la mayoría estaban de acuerdo en que las comadrejas podían concebir sin tener relaciones sexuales, y por lo tanto se convirtieron en una alegoría perfecta para la figura cristiana de la Virgen María. Asimismo, la comadreja supuestamente era experta en medicina y por eso podía revivir a sus hijos muertos; la abadesa alemana Hildegard de Bingen prescribió una mezcla de corazón de comadreja y cera derretida para la sordera y las infecciones del oído.
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Dragón
  • Dragón: El dragón medieval, que se creía que era el animal más grande de la Tierra, era más parecido a una serpiente que las bestias dentadas y resplandecientes del cine. Con cresta, una boca pequeña y tubos angostos a través de los cuales aspiraban y sacaban la lengua, el poder del dragón no estaba en sus dientes sino en su cola. No era venenoso, sino que lo mataba por estrangulamiento o por el látigo de su cola fuerte. Se decía que el dragón venía del aire, pero vivía bajo tierra y estaba aterrorizado por el agua. Su principal enemigo, el elefante, da a luz en el agua para proteger a sus bebés de las garras del dragón. Clasificado como una bestia depredadora y un animal diabólico, el dragón aparecía a menudo en bestiarios medievales como el adversario de los cristianos y unos santos particulares.

No obstante, este asunto de animales extraños y bestias temibles no fue un asunto exclusivo del Medievo, la Biblia también los expone, por ejemplo, hay cuatro en Daniel 7: 4-7:

  1. León con alas: La primera de ellas se parecía a un león, pero sus alas eran las de un águila. Mientras yo la observaba, le arrancaron las alas, la levantaron del suelo, y la obligaron a pararse sobre sus patas traseras, como si fuera un hombre. Y se le dio un corazón humano.
  2. Oso extraño: La segunda bestia que vi se parecía a un oso. Se levantaba sobre uno de sus costados, y entre sus fauces tenía tres costillas. A esta bestia se le dijo: “¡Levántate y come carne hasta que te hartes!”
  3. Leopardo volador: Ante mis propios ojos vi aparecer otra bestia, la cual se parecía a un leopardo, aunque en el lomo tenía cuatro alas, como las de un ave. Esta bestia tenía cuatro cabezas, y recibió autoridad para gobernar.
  4. Bestia rara y temible: Después de esto, en mis visiones nocturnas vi ante mí una cuarta bestia, la cual era extremadamente horrible y poseía una fuerza descomunal. Con sus grandes colmillos de hierro aplastaba y devoraba a sus víctimas, para luego pisotear los restos. Tenía diez cuernos, y no se parecía en nada a las otras bestias.
Monday: The Little Horn | Sabbath School Net

Algunos encontrarán en estas descripciones, cuentos trasnochados y fantasías inverosímiles, y otros, figuras proféticas que describen los principales poderes del mundo en relación con los seguidores de Cristo, hasta un poco antes de su retorno y del fin de mundo.

Mi apreciado(a) amigo(a), según lo que he leído, estamos viviendo en la época de la bestia rara y temible. Es responsable conocer más de esos monstruos y lo que le depara a esta tierra y sus habitantes. No te confíes en pensar que son descripciones anormales y cuentos fraudulentos, porque si todo es verdad, cuanto todo suceda de una forma rápida y dramática, no digas que no te lo anticipé./////////

Joe Saavedra

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[1]https://www.historyextra.com/period/medieval/fantastic-beasts-medieval-monsters-myths/

¿CONGREGARSE YA NO ES NECESARIO?

“No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca” (Hechos 10:25 NVI)

Este texto antes de la pandemia era relevante para los cristianos, en estos días, en medio de la crisis sanitaria que vive el mundo, se ha vuelto secundario, inclusive algunos líderes ya están hablando de una nueva forma de hacer iglesia y que el contacto entre creyentes no es necesario.

La experiencia del profesor peruano Juan Francisco Baldeón, que ha dictado clases de Derecho durante 17 años,[1] puede ayudarnos a encontrar respuestas a esta pregunta: ¿es necesario congregarse nuevamente?

Esta incógnita no solo se ubica en el contexto de prevención de la covid-19, sino abarca el futuro inmediato de la regular práctica de celebrar cultos y reuniones en los templos. Porque definitivamente, nos hemos acostumbrado a la nueva forma de celebrar las reuniones religiosas, que retornar a las prácticas cristianas pre-pandemia, será un verdadero reto para la iglesia.

Baldeón, el mes pasado llegó a un nivel de frustración sin precedentes, que lo llevó a anunciarle a sus alumnos que renunciaría a dar la clase que les impartía en la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV) peruana. «Ya no tengo ganas de enseñarles, ya me harté, de veras», les dijo enérgicamente a los estudiantes a través de la plataforma digital de video comunicaciones. Asimismo añadió ofuscado: «Van a decir ‘es que el profesor no me enseñó nada’. Y no es que no te haya enseñado nada, es que tú no leíste (…) Estoy viendo la posibilidad de renunciar y me largo».[2]

Episodios como el vivido por Baldeón están surgiendo en otras partes del mundo y muestran las dificultades que están enfrentando los profesores con la enseñanza en línea a la que muchas escuelas han recurrido por la pandemia de covid-19.

En una entrevista que concedió este profesor peruano, explica algunos de los retos que están enfrentando los profesores al impartir clases en línea y que llegan a generar situaciones de frustraciones como la que vivió el mes pasado:

1. Desconexión con el alumno

Photo by John Schnobrich on Unsplash

Baldeón explica que en la clase de la UNFV que impartía vía online, el pasado 26 de octubre, los alumnos no habían hecho las lecturas requeridas para el día. Explicó, que si bien su amenaza de renuncia no se hizo efectiva para todos los grupos que atiende, sí para ese en el que los alumnos no mostraban interés.

El docente explica que el principal problema que tienen los profesores al ofrecer clases en línea es el rompimiento del vínculo maestro-alumnos que es vital para el proceso de enseñanza-aprendizaje. «Una pantalla no es la universidad», dice al citar al pedagogo español Miguel Ángel Santos Guerra.

«El ser humano es un ser social por excelencia. Me parece que es la misma dificultad que enfrentan todos los docentes del mundo. No me imagino cómo puede enseñar un docente de medicina una cirugía. Lo que requiera práctica es mucho más difícil», añade.

2. Falta la respuesta no verbal del alumno

En clases en línea, los alumnos no están obligados a conectarse con la cámara activada, lo cual genera otro gran problema. El profesor, explica Baldeón, no solo necesita que los alumnos le hagan saber verbalmente si comprendieron o no un tema, sino que se requiere una respuesta no verbal. «Los sentimientos y emociones de los estudiantes al explicar un tema se perciben en el rostro. Cuando no entiende, el docente lo mira. Uno ve la sonrisa, el enojo, o preocupación. Y uno tiene que volver a repetir en la clase. Y hay una cuota de sentimientos», menciona.

Pero al estar frente a una pantalla, dividida en rectángulos que solo tienen un nombre y en algunos casos una foto, se pierde eso. «Al terminar mi clase, ya no interactúo con mis alumnos. ¿Por qué? Se apagó la pantalla», dice el docente, por lo que los alumnos de clases virtuales ya no tienen oportunidad para expresar dudas fuera del aula, como sí ocurre en la universidad.

3. No hay motivación de grupo

El desinterés de los estudiantes por las lecturas didácticas no es ajeno a las aulas presenciales, reconoce Baldeón, por lo que el mismo problema pudo habérsele presentado en las clases regulares. Pero la motivación colectiva que se da en los centros de enseñanza es difícil de replicarla en las clases en línea.

En la web Educador Digital podrás conocer recursos y técnicas para adaptar el proceso de enseñanza al entorno digital. Foto: UPC

«El proceso de aprendizaje es colectivo», sostiene Baldeón al tocar el tema: «los alumnos, que de por sí no son afines a la lectura, pierden el incentivo de participación al no tener presión de los compañeros».

Los jóvenes actualmente están habituados a leer en internet temas del momento, señala: «Pero la lectura universitaria es completamente distinta. Ahí el universitario debe estar comprometido a captar como una esponja el conocimiento».

4. Las carencias de espacios de estudio

La experiencia que ha tenido Baldeón este año le ha hecho notar que la falta de un espacio dedicado al estudio que tienen varios alumnos es otro problema en países como Perú. «Mientras están en su clase no presencial y les pregunto, de fondo escucho un mercado», explica el docente. «Probablemente no estén en un lugar de estudio especial, una sala o un ambiente de estudio. Parece que estuviesen en la calle. Y ahí el docente poco o nada puede hacer», añade.

Las iglesias al brindar enseñanzas en sus cultos regulares, también cumplen un papel educativo, por lo tanto la experiencia del profesor peruano en tiempos de covid-19, puede ser un compendio de reflexiones que nos sirvan para poder manejar y entender el nuevo formato de los programas religiosos, que amenazan con alterar o desdeñar la tradicional manera de congregarse en los templos y casas.

Las cuatro razones que presentó el profesor Baldeón, pueden aplicarse convenientemente a la nueva experiencia de los cultos en línea, y descartar que ésta puede ser la única manera en que la iglesia debe practicar sus celebraciones religiosas post-pandemia:

  1. Desconexion de los miembros de iglesia

Si antes ya era complicado saludar y conocer a todo los miembros de la agrupación religiosa al cual pertenecemos, ahora la situación se ha profundizado con cultos y celebraciones en línea, que aunque el término sea “conectarse al culto”, la verdad es que es una conexión que desconecta, una paradoja donde cada persona está separada de la otra. Quizá estemos frente a una forma de “iglesias entre desconocidos”.

Esto me recuerda una pregunta que le hizo Jesús a los fariseos y la respuesta equivocada de ellos:  “—¿Qué piensan ustedes acerca del Cristo? ¿De quién es hijo?”. —De David—le respondieron ellos”.[3] Estos líderes religiosos, estaba tan cerca de Cristo, pero no lo conocían, estaban desconectados. Como hoy que estamos conectados, pero desconectados.

2. Falta de respuesta no verbal en los miembros

El toque, el conocer las expresiones de nuestros hermanos y compañeros de lucha espiritual, es parte primordial en la perseverancia cristiana. Ese saludo cariñoso, ese apretón de manos, ese abrazo fraterno, era una forma de sentirnos amados, de dependencia, de saber que alguien se preocupaba por nosotros. Aun así, con todas esas prácticas de acercamiento, muchas iglesias se sentían frías, ¿imagínense ahora?, ya no podemos hablar de iglesias frías, sino de iglesia congeladoras. Si antes era común no saber de algún hermano, ahora ya nadie sabe de nadie. No se puede valorar los verdaderos sentimientos y emociones, a kilómetros de distancia, frente a un aparato electrónico, y por más que el emoticón o el sticker de felicidad o lágrimas esté bien dibujado, no expresan la realidad.  

Con razón Jesús le dijo al dubitativo Tomás: “Pon tu dedo aquí y mira mis manos. Acerca tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino hombre de fe”.[4] Porque la única forma en que una iglesia se una, confíe y fortalezca, es a través del toque y la cercanía, de lo contrario la incredulidad y la falta de fe tomarán el lugar en su experiencia cristiana

3. No hay motivación de grupo

Este principio bíblico, bien podría aplicarse a esta nueva realidad de cultos virtuales: “no es bueno que el hombre esté solo”,[5] frente a un aparato electrónico, queriendo adivinar o percibir lo que siente su compañero(a) de lucha espiritual, porque no hay otra forma percibir las emociones y sentimientos que de forma presencial y cercana.

Es en la cercanía y el contacto entre personas que se aprecian, que la motivación y la perseverancia espiritual se refuerzan. Por el contrario, es en la soledad que el desánimo y las tentaciones tienen lugar. Con razón no es raro encontrarnos con Jesús, cediendo y luchando frente a una tentación, manifestándole a su Padre su condición: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué  me has abandonado?”.[6] En otras palabras podría ser así: “Dios mío, Dios mío, me siento solo, estoy acercándome al fango oscuro del desánimo y el pecado”.

4. Las carencias de espacios adecuados

Los expertos en aprendizaje y procesos cognitivos, recomiendan que una buena concentración es posible considerando un lugar adecuado, sin elementos distractores y perturbadores. El alboroto, los ruidos y hasta el desorden, pueden ocasionar falta de concentración, y poca asimilación a las lecciones o conocimiento a los cuales se pretende acceder. Con razón, esta frase podría muy bien fortalecer la tesis que vengo esgrimiendo: “Cada cosa en su lugar, y cada lugar para cada cosa”. Así como la cocina sirve para cocinar, para concentrarse y aprender, deberíamos buscar un lugar especial para ese fin, sin distractores.

Frente a un televisor, con el control remoto listo para cambiar a cualquier canal, o una computadora con internet donde puedes ingresar a cualquier pagina o un teléfono inteligente que te avisa de los contactos que te están hablando, hay que ejercer mucha fuerza de voluntad para continuar en el culto virtual, sin salirse o entretenerse en otras actividades virtuales. Con razón, el texto que escogimos para esta meditación resalta el valor de congregarnos, porque los cultos y las celebraciones religiosas deberían ser en un templo, así cómo el dormitorio lo es para descansar y recuperar las fuerzas.

A estas cuatro razones, le voy a añadir una quinta, que nos persuada a no perder el deseo de congregarnos:

5. Ya no se estudia la Biblia

La Escuela Sabática y los cultos siempre han sido la salvaguarda de las doctrinas y enseñanzas bíblicas. Reunirnos, escuchar la exposición de Biblia o hacer preguntas de las lecciones de la semana, venían a ser una presión a leer y prepararnos. En esta nueva realidad, con reuniones a distancia,  sin persuasión cercana, sin lecciones que ejerzan un control de estudio y sin maestros que nos animen a leer las Escrituras, el estudio de La Palabra de Dios ha decaído a niveles alarmantes. Y no podemos negar que quién no come muere, y quién no se alimenta de la Palabra de Dios, correrá la misma suerte: muerte espiritual.

los primeros cristianos eran judios

Con razón el apóstol Juan exhortaba: “conocerán la verdad y ella los hará libres”,[7]libres de incredulidad, secularismo y  deterioro espiritual. Evaluémonos un instante: ¿estamos leyendo la Biblia regularmente?, ¿tenemos un culto personal y familiar diariamente, donde las verdades de salvación son repasadas y valoradas?, ¿cuánto tiempo le estamos dedicando a las enseñanzas bíblicas? No nos sorprendamos, que por estos tiempos seamos esclavos de la secularidad, que nos descubramos observando programas televisivos que en otro tiempo no se prendían en los días de culto o participando de conversaciones frívolas y seculares en la redes sociales, mientras estamos conectados al culto virtual.

Mi apreciado(a) compañero(a) de fe… estamos viviendo los momentos finales de la historia de este mundo, la profecías de las 10 vírgenes se cumplen con celeridad, el esposo está llegando, por eso “no dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca”. ¿Qué piensas?… ¿qué opinas?////////////.

Pr. Joe Saavedra

Desde mi rincón de poder… un poquito antes del retorno de Jesús…

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[1]La enseñanza virtual y en linea no le era desconocida para este profesor, pues desde hace tres años ya daba clases en plataformas digitales de video comunicación.

[2]https://www.bbc.com/mundo/noticias-54787845

[3]Mateo 22:41-42 NVI

[4]Juan 20:27

[5]Génesis 2:18

[6]Mateo 27:46

[7]Juan 8:32

QUE LA HISTORIA NO SE REPITA

“Cuando Moisés se acercó al campamento y vio el becerro y las danzas, ardió en ira y arrojó de sus manos las tablas de la ley, haciéndolas pedazos al pie del monte” (Éxodo 32:19 NVI)

El contexto de este versículo es un episodio lamentable en la historia del pueblo de Dios, que a pesar de las demostraciones visibles de la intervención divina y la indicaciones claras, volvió a sus mismas prácticas, costumbres y pecados. El resultado fue mortandad y un exhaustivo zarandeo, y el tiempo en el que vivimos acondiciona las circunstancias para que la historia se repita.

Quizás los temores de un nuevo rebrote más mortífero del nuevo coronavirus que los científicos creen probable, puede ser una buena ilustración para que ese episodio de relajo espiritual y confianza en el hombre, no se repita en la historia actual del pueblo de Dios, y que arriesgue su pronto reencuentro con su Salvador.

Jeremy Greene,[1] que ha seguido de cerca el desenvolvimiento de las últimas enfermedades mortales en el mundo, dijo esto en una reciente entrevista: «Es más probable que pensemos que la epidemia se acabó y dejemos de hablar de ella antes de que realmente acabe». Y hace una analogía de la escalada de una montaña con la curva de la pandemia del coronavirus que muchos anhelan con ansiedad, porque consideran que allí radica el final de esta enfermedad.

Los peligros si los países no bajan su curva de infección por el ...

Los alpinistas o expertos en escalar montañas, coinciden que muchas veces el descenso es más peligroso que el ascenso y el final puede ser el menos esperado. Por eso Greene, usa esa analogía porque es crucial entender qué implica llegar al pico de la pandemia, los riesgos del descenso, pero sobre todo para saber como será el final.[2]

Este investigador, dice que la historia muestra que no habrá uno sino dos finales de la pandemia del coronavirus: uno será biológico y otro será social.  Las características biológicas varían mucho de epidemia en epidemia, en cambio, las características sociales de una epidemia pueden ser muy similares. Entonces, las respuestas sociales pueden ser positivas y negativas, y en estas últimas, el principal temor de Greene es que la sociedad, al escuchar reportes que pregonan que se ha llegado a la cima y que emprendemos el descenso, tenga la percepción de que la epidemia ha terminado o ya está casi en su etapa final. Y esta apreciación puede llevar a relajar la prevención, a volver a las antiguas prácticas colectivas, desdeñando todo consejo de cuidado y acercamiento social.

Entonces, cuando estos dos cronogramas son diferentes y cuando los cronogramas biológicos y sociales de una epidemia tienen una diferencia sustancial hemos visto resultados catastróficos. Es decir, si por un lado la enfermedad sigue su curso normal de mortandad y no se ha encontrado una vacuna efectiva que lo detenga, y por otro, la sociedad piense que ya la enfermedad está casi controlada y relaje la prevención intentando volver a sus antiguas costumbres sociales, entonces un rebrote más mortífero es posible.

Por lo mismo, aplicando esta percepción científica a la experiencia del pueblo de Dios en estos días, sin dejar de considerar lo que hizo en el pasado, podemos aprender y prevenir un final similar que sucedió en el desierto de Sinaí. Allí los seguidores de Dios (capítulo 19 de Éxodo), acamparon frente a un monte después de tres meses de haber salido de Egipto. En ese monte, Moisés recibió la confirmación divina de que los había elegido para ser su pueblo exclusivo, ser luz de las naciones y recibir sus bendiciones. Asimismo, acordó una reunión entre Él y su pueblo, pero para ese fin les dejó indicaciones claras, de tal manera que ese encuentro se realice, y esta indicación es la más importante: “…y el SEÑOR le dijo: —Ve y consagra al pueblo hoy y mañana. Diles que laven sus ropas y que se preparen para el tercer día, porque en ese mismo día yo descenderé sobre el monte Sinaí, a la vista de todo el pueblo…”.[3]

La historia bíblica cuenta que en “la madrugada del tercer día hubo truenos y relámpagos, y una densa nube se posó sobre el monte. Un toque muy fuerte de trompeta puso a temblar a todos los que estaban en el campamento. Entonces Moisés sacó al pueblo para que fuera a su encuentro con Dios, y ellos se detuvieron al pie del monte Sinaí. El monte estaba cubierto de humo, porque el SEÑOR había descendido sobre él en medio de fuego. Era tanto el humo que salía del monte, que parecía un horno; todo el monte se sacudía violentamente, y el sonido de la trompeta era cada vez más fuerte. Entonces habló Moisés, y Dios le respondió en el trueno…”.[4]

El Becerro de Oro

Como preludio de este encuentro, Moisés les repite los 10 Mandamientos dados por Dios, como regla de conducta y fe, pero el pueblo, al escuchar sonidos de trompeta, ver los truenos, relámpagos y la montaña envuelta en humo, temblaron de miedo y no querían acercarse, por eso suplicaron a su líder que sea el intermediario, porque tenían miedo de morir. No obstante, Moisés los tranquiliza y les menciona la razón de todas las señales que estaban viendo:  “—No tengan miedo—les respondió Moisés—. Dios ha venido a ponerlos a prueba, para que sientan temor de él y no pequen”.[5] Ese fue el momento en que se acercaban a la curva (tomando como ilustración al desenvolvimiento del nuevo coronavirus).

Dios desde que nos creó lo hizo para estar con nosotros, y muy a pesar de la separación que el pecado provocó, Él ha ideado a través de las edades formas de reunirse con nosotros, que finalmente se llevará acabo cuando retorne por segunda vez. Y las indicaciones para que en ese encuentro ninguno de su pueblo falte, es: “Decidan que sea Yo el Dios exclusivo en sus vidas (conságrense), nada de tibieza o frialdad. Revisen su forma de vivir y comportamiento, y limpien sus vidas de pecado (laven sus ropas)”. En 2 Pedro 3:10-18 el apóstol lo explica de una mejor manera (lee esos pasajes si deseas encontrarte con Jesús).

Entonces, Moisés, subió a la montaña para escuchar las indicaciones de Dios y ser el intermediario con su pueblo, en ese lugar recibió un catálogo de ordenanzas que harían de su pueblo uno exclusivo y bendecido en abundancia (capítulos 21 al 31 de Éxodo). No obstante su pueblo, viendo que su líder se demoraba más de la cuenta, y pensando que Dios lo había eliminado, y que en breve los eliminaría también, olvidaron las palabras de Dios y las señales que garantizaban el cumplimiento de sus promesas y desviaron su confianza en Él, retornaron a sus antiguas costumbres y buscaron la salvación en cosas de este mundo: “Cuando Aarón vio esto, construyó un altar enfrente del becerro y anunció: —Mañana haremos fiesta en honor del SEÑOR. En efecto, al día siguiente los israelitas madrugaron y presentaron holocaustos y sacrificios de comunión. Luego el pueblo se sentó a comer y a beber, y se entregó al desenfreno”.[6]

El becerro de oro – Historia de la Biblia

Tomando nuevamente la figura del comportamiento del nuevo coronavirus en relación al comportamiento del pueblo de Dios en estos días finales, las señales y las promesas divinas, ya habían llegado al pico de la curva y el descenso debía ser para salvación y regocijo, pero el descenso para ellos fue llanto, tragedia y muerte, y por consecuencia, el encuentro con Dios, para muchos no se concretó.

Mi apreciado(a) compañero(a) de fe, estos últimos días, me han invitado para disertar sobre varios temas, pero el más recurrente a sido hablar sobre “la preparación para la crisis final”.  Y a decir verdad, cada vez que me mencionan ese tema, reacciono y les digo prontamente: “con gusto voy a predicar, pero cambiemos el tema y el título, creo que este es el más apropiado: ‘preparación en la crisis final’ ó mejor ‘acción en la crisis final’”, porque la locución preposicional “para” da la idea que todavía la crisis final no ha llegado y esto significa que el pueblo de Dios no está entendiendo lo que esta pasando ni lo que en breve pasará, ni está identificando las señales de este tiempo final, entonces la historia de relajo y desenfreno puede repetirse, y por consecuencia el encuentro tan esperado con Dios, quizá para ti y para mí no se lleve a acabo.

Porque si retornamos a nuestras mismas prácticas espirituales, a nuestra misma forma de adorar y nuestros mismos vicios y pecados ocultos o visibles, asimismo a nuestra misma pasividad misionera, entonces, el “descenso de la curva”, no trae sanidad, transformación y vida eterna, sino oscuridad y castigo eterno, porque contigo o sin mí, Cristo va a tener un encuentro con su pueblo.

Pero apreciado(a), hay esperanza, porque Moisés subió nuevamente al encuentro con Dios, para pedir sabiduría y actuar de acuerdo a su voluntad, y la respuesta que recibió no debe quedar solo en ti, difúndela en primer lugar a tu casa, luego a tu iglesia y a todo el mundo: “El SEÑOR le respondió a Moisés: —Sólo borraré de mi libro a quien haya pecado contra mí.  Tú ve y lleva al pueblo al lugar del que te hablé…”.[7]

No relajemos nuestra adoración y nuestra preparación, ni volvamos al mismo estilo de vida tibio y en muchos casos contrario a los principios de la Palabra de Dios, tampoco a considerar que la promesa de su venida tarda mucho y hay tiempo para confabular con el mundo, posponiendo la urgencia de predicar el evangelio. Aunque los parlantes del mundo suenen anunciando una pronta calma, levantemos la vista hacia la montaña, miremos las señales, recordemos las promesas de Dios, consagremos y lavemos nuestras vidas, que nuestra salvación está más cerca de lo que pensamos. ¿Qué decides?///////////.

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[1]https://bioethics.jhu.edu/people/profile/jeremy-greene-m-d/

[2]https://www.bbc.com/mundo/noticias-52732701

[3]Éxodo 19:10-11 NVI

[4]Éxodo 19:16–19 NVI

[5]Éxodo 20:20 NVI

[6]Éxodo 32:5-6 NVI

[7]Éxodo 32:33,34 NVI

¿NUEVO ORDEN MUNDIAL?

“Cuando estén diciendo: «Paz y seguridad», vendrá de improviso sobre ellos la destrucción, como le llegan a la mujer encinta los dolores de parto” (1 Tesalonicenses 5:3 NVI)

El contexto en el cual se pronuncian las palabras: “paz y seguridad”, son los momentos previos al inminente retorno de Cristo. Asimismo, la figura de las señales de una mujer embarazada a punto de dar a luz en relación a las señales finales de la segunda venida de Jesús, nos revela que quienes la pronuncian están dentro del grupo que ignora las señales del alumbramiento o simplemente hacen oídos sordos a sus advertencias.

Entonces, al narrarnos esos eventos finales, el apóstol Pablo distingue dos grupos de personas que estarán involucrados: (1) los que están al tanto de las señales y se preparan para recibir a Cristo, y (2) los que la ignoran, por lo tanto no hacen previsiones ó los que saben de las advertencias de la Biblia, pero no creen, ni viven de acuerdo a lo que conocen.

Con respecto al primero, es un grupo pequeño en relación al segundo. Jesús mismo cuando estuvo en esta tierra, los llamó “mi rebaño pequeño”,[1] y los instó a prepararse, porque definitivamente su forma de vivir, pensar y actuar estaría en contraposición al segundo grupo. Asimismo, una característica del primer grupo, es que no acumula riquezas y conocimiento para servirse y aprovecharse, sino para servir a los demás y presentarles al Salvador del mundo.[2]

En el segundo grupo, cada uno a su manera buscará las formas de salir de los apuros y desastres de los tiempos finales y justamente es ese objetivo una de las causas que los unirá. Con razón, en medio de esta crisis sanitaria, se puede notar como van surgiendo ideas de unidad para actuar en forma conjunta, coordinada y consensuada.

Un grupo de filósofos y activistas han propuesto una norma que sirva de “brújula de todos los Gobiernos para el buen gobierno del mundo». Estos se han reunido en Roma, el 21 de febrero pasado, y frente a la cuestión si “¿tiene sentido cerrar las fronteras para luchar contra el coronavirus?» ese grupo de “juristas y activistas ha elegido un camino muy distinto y, a pesar del momento crítico y convulso actual, ha lanzado una idea colosal: una Constitución de la Tierra como herramienta de gobernanza global. Frente al reflejo nacional, la imaginación cosmopolita quiere avanzar en la globalización del derecho”.[3]

Para estos pensadores y consejeros de los gobiernos del mundo, unificar a la humanidad no es una hipótesis utópica, al contrario, se trata de la única respuesta racional y realista. Asimismo,  la idea de reunirse para hablar de una salida mundial a los problemas de los países, no es nueva, sino lleva años fraguándose, promovida por el periodista italiano Raniero La Valle, y se había anunciado formalmente en Roma en diciembre de 2019, cuando el coronavirus era aún una realidad sin nombre ni reconocimiento oficial en China. Otro de los promotores de la reunión es Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz, quién comulga la idea de una unidad humana que alcance la existencia política, establezca las formas y los límites de su soberanía y la ejerza con el fin de continuar la historia y salvar la Tierra.

Ahora, con millones de personas confinadas en el mundo, la crisis sanitaria prueba, en la opinión de estos renombrados pensadores del mundo, que solo las “soluciones globales” y un “nuevo orden mundial” garantizan nuestra supervivencia.

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Para el primer grupo, que intenta no perder el rastro de las profecías del final de los tiempos, la idea de un nuevo ordenamiento mundial, no es extraña, así como no lo es que se haya elegido Roma para lanzar al mundo esa idea de tintes globales, como tampoco es extraña que desde el Vaticano en diciembre del año pasado, se haya convocado para el 14 de mayo de este año en la ciudad Roma una reunión para comprender mejor la urgencia de los desafíos educativos, que debe ser estudiada y afrontada por una comunidad unida, que suma esfuerzos en la construcción del futuro del planeta.[4] En definitiva, la ola que promueve una unidad mundial ha empezado a elevarse.

Elena de White, a propósito de las fuerzas que empujan a los habitantes de la tierra a unirse en torno a filosofías y causas ajenas a la verdad bíblica escribió: “Expulsado del cielo, Satanás estableció su reino en este mundo, y desde entonces ha estado esforzándose incansablemente para seducir a los seres humanos y apartarlos de su lealtad a Dios. Usa el mismo poder que usó en el cielo: la influencia de la mente sobre la mente. Los hombres llegan a ser tentadores de sus semejantes. Se acarician los fuertes y corrompidos sentimientos de Satanás, los que ejercen un poder persuasivo y poderoso. Bajo la influencia de estos sentimientos, los hombres se unen en confederaciones, en gremios, y en sociedades secretas”.[5]

Asimismo, comentando Apocalipsis 18:1-8, advirtió: “Este terrible cuadro, trazado por Juan para mostrar cuán completamente se entregarán al mal las potencias de la tierra, debiera mostrar a los que han recibido la verdad cuán peligroso es afiliarse a sociedades secretas o unirse de alguna manera con aquellos que no guardan los mandamientos de Dios”.[6]

Entonces, un nuevo ordenamiento mundial podría ser una alternativa para enfrentar los problemas que se van haciendo globales, no obstante, aunque parezca interesante y recomendable actuar a un mismo compás, si la Palabra de Dios no es la guía para esa unidad, entonces la dirección que se elija es insegura. Y aunque se promueva “paz y seguridad”, “vendrá de improviso sobre ellos la destrucción”, ¿sobre quienes?, sobre los que no saben, no creen o esconden la palabra profética segura.

Mi apreciado(a) compañero(a) de fe, ¿se viene un nuevo orden mundial, es el fin de la globalización para pasar a una glocalización?, no lo podemos saber exactamente, pero es seguro que el mundo no volverá a ser el mismo ni tampoco volverá a la normalidad y que los gobiernos del mundo buscarán consensos mundiales para poder seguir enfrentando las dificultades que se vienen. Asimismo, frente a los eventos que vivimos tenemos que tomar una decisión: (1) Anunciar esta realidad futura y cercana, (2) decir lo contrario o (3) simplemente no decir nada. De esa decisión depende en que grupo nos vamos ubicando, porque somos responsables de lo que decimos o de lo que callamos. Decidamos tú y yo ponernos del lado de la verdad bíblica. ¿Qué piensas y qué decides?//////////.

 Pr. Joe Saavedra

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[1]Lucas 12:32

[2]Ibíd., 12:33-34

[3]https://elpais.com/ideas/2020-04-03/las-crisis-mundiales-exigen-soluciones-globales-es-hora-de-crear-una-constitucion-de-la-tierra.html?event_log=oklogin

[4]https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2019-09/papa-francisco-pacto-educativo-mensaje-creacion.html

[5]Signs of the Times, 24 de marzo, 1887.

[6]Testimonios, Tomo 8, pág. 28 (1904).

¿QUÉ MÁS ESPERAMOS?

“Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares” (Mateo 24.7 NVI)

Punzadas de hambre, Brasil, Venezuela.

Es impresionante y estremecedor contemplar cómo las señales del pronto retorno de Jesús se van cumpliendo sin descaro ni rodeos frente a nuestros ojos. Reafirmando las palabras bíblicas, los estudios y cálculos científicos mencionan que el mundo después del Covid-19 no será el mismo. Se vaticinan desastres psicológicos, económicos y sociales.

En el contexto de los desastres económicos y sociales al final de los tiempos, el hambre ya estaba predicho de antemano en Las Escrituras. No obstante, siendo que ya era un problema en algunas latitudes del mundo, hoy ha saltado a la palestra y ocupa titulares de los principales periódicos del mundo, porque ya no será un problema solamente en países extremadamente pobres sino en las principales urbes, como Madrid, donde parroquias, la ONG Cáritas, comedores sociales y el Banco de Alimentos alertan de una nueva crisis de hambre en la capital. Los números son inquietantes, el Banco de Alimentos de Madrid ha informado que su demanda normal de alimentos, ahora se ha disparado en más de un 30% y se están quedando sin alimentos. Asimismo, los comedores sociales han cuadriplicado el número de usuarios que atienden a diario y Cáritas a reportado que las peticiones de ayuda se han triplicado y el 40% de estas solicitudes provienen de personas que lo hacen por primera vez”.[1]

Es decir, ya nos acercamos a un momento crítico, donde ya no vamos a hablar de condiciones de hambre en algunos rincones del planeta, sino a nivel global. Con razón hace algunas horas el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas, advirtió que mientras múltiples gobiernos de todo el mundo batallan contra la pandemia del covid-19, el planeta está al borde de una posible «pandemia de hambre».[2]

Morir de hambre en Venezuela, el país con las mayores reservas de ...

Los números mundiales son alarmantes, a finales de 2019, 135 millones de personas vivían con niveles de hambre «extremos», pero a causa de las cuarentenas por el covid-19, es probable que ese número aumente a 265 millones. Asimismo, si antes de que el coronavirus se convirtiera en un problema, las principales agencias sociales del mundo mencionaban varias razones que anticipaban que el 2020 enfrentaría la peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial, ahora, con el covid-19, aseguran que no sólo estamos enfrentando una pandemia, sino también una catástrofe humanitaria global.[3]

En este contexto, en una reciente videoconferencia del Consejo de Seguridad de la ONU, el director ejecutivo del WFP advirtió que podríamos enfrentar múltiples hambrunas de proporciones bíblicas en unos pocos meses, y éstos son los principales países que están en mayor riesgo: Yemen, República Democrática del Congo (RDC), Venezuela, Sudán del Sur y Afganistán. Y el problema del hambre se agravará en países de todo el mundo por presiones económicas similares a los mencionados.[4]

¿Qué estamos esperando?, ¿nuestra vida normal antes del covid-19?, ¿un mundo mejor? El hambre que viene no es un evento pasajero, sino el cumplimiento de las profecías que anticipan un mundo en caos que allana el camino para retorno de Cristo. No es broma escuchar a ciudadanos en todo el mundo que dicen «que si no mueren por el coronavirus, morirán de hambre».

Apreciado(a) compañero(a) de fe, no esperemos que el hambre o las tragedias que se avecinan toquen a nuestra puerta para entender que el tiempo en que vivimos es el último, sino ahora mismo, despertar, tomar en serio los acontecimientos y hacer todo lo que está a nuestro alcance para alimentar físicamente a aquellos que ya están sufriendo los estragos de la falta de comida y la miseria, pero también para alimentar a mucha gente que tiene otro tipo de hambre, uno de esperanza y de escuchar la verdad.  Frente a esta hambruna, Cristo es el mejor y suficiente alimento que podemos compartir.

Él mismo ya lo había dicho a traves de Juan su mejor amigo: “Yo soy el pan de vida—declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed”.[5] Y la mejor manera de compartir ahora ese alimento, es hacernos la siguiente pregunta: ¿qué puedo hacer para alimentar a tanta gente que ahora mismo está asustada y hambrienta de esperanza? Tengo la certeza que lo que hagamos, será un pequeño aliento, que tomará fuerza con la ayuda soberana y poderosa del  Cielo, ¿acaso ya olvidamos el milagro de la alimentación de los 5000 mil?

¿Qué esperamos? El tiempo es hoy… mañana será demasiado tarde. No desperdiciemos el regalo celestial de ser testigos de estos acontecimientos finales. Tengo la certeza que muy pronto en la eternidad, los apóstoles Juan, Daniel, Pedro y otros buscarán a los salvos de los tiempos finales para pedirles emocionados que les cuenten las acciones que hicieron en esos momentos de angustia, porque ellos no tuvieron ese privilegio./////////.

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[1]https://elpais.com/espana/madrid/2020-04-23/la-pobreza-inicia-su-escalada-cada-dia-viene-gente-nueva-las-colas-son-larguisimas-para-pedir-comida.html

[2]https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52402210

[3]Ibíd.  

[4]Ibíd

[5]Juan 6:35 NVI

MENTES ATRAPADAS

“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (Marcos 12:30 NVI)

El coronavirus generó pánico y paranoia en muchas personas en las últimas semanas (Shutterstock)

Revisando los registros de la historia universal, nos enteramos  que durante la Segunda Guerra Mundial, el embargo de alimentos de las tropas nazis provocó una hambruna catastrófica en los Países Bajos. Las secuelas de ese periodo marcaron para siempre la salud de los fetos que se estaban gestando en los vientres de las hambrientas embarazadas. Esa terrible experiencia que permitió a la ciencia entender mecanismos del desarrollo humano y su genética que de otro modo hubiera sido imposible, se conoce como  “experimento natural”. En otras palabras, es una experiencia que no podemos controlar, pero que afecta decisivamente a los sujetos y permite estudiar las consecuencias.

Otro buen ejemplo sucedió, pero con resultados positivos, cuando Pekín decidió reducir drásticamente la contaminación para no perjudicar a los Juegos Olímpicos de 2008. Ese experimento natural permitió observar que los bebés gestados en ese periodo sin gases contaminantes nacieron mucho más saludables que los anteriores.

Ante el aislamiento es fundamental estar bien informado (Shutterstock)

Sin embargo en la actualidad, el mejor ejemplo de un experimento natural, son los miles de millones de personas que están viviendo en carne propia un confinamiento obligatorio a causa de COVID-19, con una peculiaridad que lo torna más interesante e intrigante: es a escala mundial. Asimismo, miles de investigadores, de todas las disciplinas, se han lanzado a aprovecharlo.

Ya los resultados preliminares, van coincidiendo que el confinamiento preventivo y la paralización obligada de las actividades comunes de la sociedad mundial, marcará para siempre nuestras vidas. Asimismo, durante los próximos años se publicarán estudios analizando este periodo por las consecuencias políticas, económicas, en el consumo, las relaciones sociales y psicológicas. Sin embargo, estás últimas, quizás sean las más importantes, porque en el cerebro se gestan las ideas, los propósitos, decisiones y la forma de enfrentar la vida.

Entonces, ¿habrá consecuencias en la fe y las creencias de las personas? Es inevitable que todo se altere para bien o mal, para un crecimiento o decadencia espiritual, porque el centro de la fe y las creencias están en la mente humana. No es extraño encontrar en la Biblia aseveraciones tales como: “Hijo mío, no te olvides de mis enseñanzas; más bien, guarda en tu corazón mis mandamientos”[1] ó “por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida”.[2] Y el término “corazón” apunta al centro de comando del ser humano: la mente.

poder mental cebrero

Alfredo Rodríguez y su equipo de la Universidad Complutense, fue de los primeros en dar a conocer su trabajo preliminar sobre la psicología de los confinados en España: ya en la primera semana se observaban mayores índices de ansiedad, depresión, estrés y problemas de sueño. Y esos índices se elevaron especialmente por la enorme preocupación de la situación laboral y la incertidumbre sobre el futuro.[3]

Estos primeros estudios también revelaron que el factor socioeconómico era un punto determinante en los niveles de ansiedad y depresión. Rodríguez menciona que las personas con jardín tienen significativamente menos niveles de ansiedad y depresión. No obstante, este hecho seguramente está relacionado con la posibilidad de pasear al aire libre y estar expuesto al sol y vitamina D, pero es un asunto de clase social, porque una familia con jardín o con un parque verde, seguro y aseado es más probable que tenga una situación socioeconómica más holgada.

Asimismo, otro punto principal determinante, que afecta la salud mental, especialmente a los más jóvenes y que no mide clase social, es el uso indiscriminado de aparatos electrónicos. Ya estudios anteriores han revelado que el uso desmedido del celular o las pantallas electrónicas (entiéndase como desmedido más de tres horas por día) sin un descanso mental y actividad física, provocan desórdenes del sueño, alteración de los estados de ánimo, estrés y vida inactiva que puede desencadenar enfermedades alimenticias y obesidad mórbida, ¿cuanto más estos días, si a las horas aparentemente normales que un adolescente usaba su teléfono inteligente o su computadora, deben aumentarse 4 ó 5 horas de nuevas clases virtuales y sus consecuentes tareas?, que “para variar”, son investigaciones frente a una pantalla.

Cuarentena y ansidedad

Si no aprendemos de estos experimentos naturales, no nos sorprenda que en poco tiempo seamos parte de una sociedad alterada psicológicamente y una generación de jóvenes mentalmente descontrolados. Y por sobre todo, una generación de cristianos menos comprometida con la fe, más distanciada de sus creencias, con la mente embotada y trastornada que se desconectó de la fuente de vida y paz: Cristo Jesús.

Con razón el profeta Marcos, no escribe estas palabras como una opción sino como el mandamiento principal: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. Y en este texto aparecen juntos los términos “corazón”y “mente”, para enfatizar la importancia del centro de comando en la vida del ser humano: El cerebro.

El termino “corazón” apunta en un sentido fisiológico como el órgano central del cuerpo del hombre, que controla especialmente las emociones y las pasiones.[4]Y “mente” en su sentido básico, apunta al control del cerebro sobre el pensamiento y la reflexión.[5] En consecuencia, una mente saludable, que recibe el alimento adecuado, que descansa adecuadamente y con sus células cerebrales oxigenadas por un cuerpo activo, entonces está en condiciones óptimas para entrar en conexión con lo divino y asimilar los mensajes oportunos que como nutrientes fortalecen la vida espiritual que confía y espera en el Señor.

Apreciado(a) compañero(a) de fe, los investigadores están sacando provecho de este experimento natural para sus estudios y publicaciones en beneficio de la ciencia. No me queda duda que los ángeles malignos también, porque una mente insana o agotada, no prestará oído a los mensajes de salvación y vida eterna, ni se percatará de las horas finales que está viviendo. En esa condición es presa fácil para la incredulidad y cualquier tentación.

Frente a esta realidad, los padres, líderes y maestros cristianos ¿no deberíamos considerar con mayor seriedad este experimento natural de tal forma que tomemos las acciones y precauciones pertinentes para preparar a nuestros hijos y a la Iglesia a encontrarse con Jesús?

De nada vale un buen mensaje ó una profecía del fin bien interpretada que llegue a una cabeza desconectada del cielo. Cristo viene por un pueblo sano de cuerpo… y de mente. ¿Qué piensas… qué decides?//////////.

Pr. Joe Saavedra

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[1]Proverbios 3:1 NVI

[2]Proverbios 4:23 NVI

[3]https://elpais.com/ciencia/2020-04-17/tristes-generosos-enamorados-insomnes-somos-ratones-de-laboratorio-en-un-experimento-natural.html

[4]Friedrich Baumgärtel and Johannes Behm, “Καρδία, Καρδιογνώστης, Σκληροκαρδία,” ed. Gerhard Kittel, Geoffrey W. Bromiley, and Gerhard Friedrich, Theological Dictionary of the New Testament (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1964–), 608.

[5]Johannes Behm and Ernst Würthwein, “Νοέω, Νοῦς, Νόημα, Ἀνόητος, Ἄνοια, Δυσνόητος, Διάνοια, Διανόημα, Ἔννοια, Εὐνοέω, Εὔνοια, Κατανοέω, Μετανοέω, Μετάνοια, Ἀμετανόητος, Προνοέω, Πρόνοια, Ὑπονοέω, Ὑπόνοια, Νουθετέω, Νουθεσία,” ed. Gerhard Kittel, Geoffrey W. Bromiley, and Gerhard Friedrich, Theological Dictionary of the New Testament (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1964–), 963.

URBI ET ORBI

“—Galileos, ¿qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse”. (Hechos 1:11)

¿Quieres dar la vuelta al mundo en un avión de lujo?

Es innegable que el mundo pasa por tiempos difíciles mientras el covid-19 continúa propagándose.  Este virus que tiene aproximadamente 90 días en la tierra, ya ha contagiado a más de 542 000 personas y ha quitado la vida a 24 363 hasta el momento que escribo esto. Estas infecciones y muertes que aumenta día a día, han llevado a ciudades e incluso países a ponerse en cuarentena y millones de personas se ven obligadas a aislarse. Asimismo, la incertidumbre del futuro está empujando a la población mundial a un estado de miedo y desesperación colectiva.

Sin embargo, en medio de esta crisis y noticias desalentadoras, hay por los menos 6[1] razones para levantar la cabeza y llenarnos de esperanza. La sexta tiene que ver específicamente con los seguidores de Jesús, y no solamente es una buena noticia, sino que es necesaria e urgente. Veamos

1. Menos contaminación:

A medida que los países entran en cuarentena por el virus, se están registrando caídas significativas en los niveles de contaminación. Tanto China como el norte de Italia mostraron importantes derrumbes en los niveles de dióxido de nitrógeno, un gas tóxico que contamina el aire gravemente, en medio de una actividad industrial. En Nueva York el monóxido de carbono -principalmente producido por los autos- se redujo en casi un 50% en comparación con el año pasado en esa ciudad estadounidense. Y con las aerolíneas que cancelan vuelos en masa y millones de personas que trabajan desde sus casas, se espera que la tendencia siga este camino descendente.

2. Rios y canales se están limpiando:

Como en el caso de Venecia, Italia, los residentes notaron una gran mejora en la calidad del agua de los famosos canales que atraviesan la ciudad. Los canales del popular destino turístico en el norte de Italia están vacíos en medio del brote, lo que ha permitido que los sedimentos se acumulen en el fondo de los canales. El agua que generalmente es turbia se ha vuelto tan clara que incluso se pueden ver peces

3. Actos de bondad:

Circulan muchas historias de compras desenfrenadas y peleas por papel higiénico y latas, pero el virus también ha estimulado actos de bondad en todo el mundo. Por ejemplo, dos neoyorquinos reunieron a 1.300 voluntarios en 72 horas para entregar alimentos y medicamentos a personas mayores y vulnerables en la ciudad. También Facebook dijo que cientos de miles de personas en Reino Unido se unieron a grupos de apoyo locales creados para combatir el virus, mientras que grupos similares se formaron en Canadá. Asimismo, mucha gente también donó dinero, compartió recetas e ideas de ejercicios, envió mensajes alentadores a personas mayores que se autoaislaron y transformó negocios en centros de distribución de alimentos.

4. Un frente unido:

Entre el trabajo agitado y la vida hogareña, ya era común estar desconectados con los que nos rodean. Pero como el virus ha afectado a todos, esto ha unido a muchas comunidades de todo el mundo. Por ejemplo, en Italia, donde existe una cuarentena total en el país, las personas salieron a sus balcones para cantar canciones que levantan el espíritu. En el sur de España, un profesor de gimnasia, dirigió una clase de ejercicios desde un techo bajo en el medio de un complejo de apartamentos a la que los residentes aislados se sumaron desde sus balcones. Por otro lado, muchas personas han aprovechado la oportunidad para reconectar con amigos y seres queridos por teléfono o videollamadas, asimismo las personas en el mundo están resaltado la importancia del personal sanitario y otras personas que realizan servicios clave.

5. Un auge de la creatividad:

Mientras millones de personas están aisladas, muchas están aprovechando la oportunidad para ser creativas. Usuarios de las redes sociales han compartido detalles de sus nuevos pasatiempos, como leer, hornear, tejer y pintar. Por ejemplo, la Biblioteca Pública de Washington DC ofrece un club de lectura virtual, mientras que el chef italiano con estrella Michelin Massimo Bottura lanzó una serie de Instagram llamada Kitchen Quarantine (Cocina de cuarentena) en la que enseña recetas básicas para los que están atrapados en casa. Por otro lado, un maestro de arte en el estado estadounidense de Tennessee compartió clases en vivo para niños que no asisten a la escuela, inspirándolos a ser creativos en casa. Asimismo, aunque muchos espacios públicos están cerrados, los fanáticos del arte han aprovechado al máximo los recorridos virtuales ofrecidos por las galerías más grandes del mundo, observando las famosas pinturas del Louvre en París y las esculturas clásicas del museo del Vaticano desde sus salas de estar en casa.

6. Tenemos la mejor y mayor oportunidad:

Durante estos últimos días, diversos líderes del planeta han llamado a orar y meditar por los sucesos que estamos pasando y los que se vienen. Congresos de muchos países están eligiendo un día nacional de la oración. Ayer Francisco, el líder católico, en medio de una plaza vacía, pero frente a los ojos de millones de personas, dio su bendición Urbi et Orbi, porque en las ciudades y en el mundo hay un despertar religioso, ya sea por verdadera convicción, por miedo al futuro o por curiosidad.

Quiere decir, que este virus nos está poniendo el mejor background o nos ha acondicionado el mejor momento para decirle a las ciudades y al mundo que los sucesos que vivimos son el cumplimiento de las profecías, que son principios de dolores, pero que todo esto tiene su culminación en la segunda venida de Cristo.

Hace unos dos mil años atrás, Jesús después de su resurrección, estuvo 40 días con sus discípulos dándoles las instrucciones finales para la misión que tendrían que cumplir, cuyo evento final sería la destrucción del pecado y toda obra humana que existe por su influencia, y esto, cuando Él retorne por segunda vez. Quizás esta última parte, no les quedó del todo resuelta a sus discípulos, porque el mismo momento en que Jesús ascendía a los cielos a la vista de ellos, dos ángeles aparecieron e interrumpieron su asombro e incertidumbre con esta pregunta: ¿por qué están mirando al cielo?


Parece una pregunta redundante, si miraban al cielo era porque su maestro se iba, no obstante la pregunta era misional, tenía un objetivo misionero. La interrogante iba como lección final para la obra que los leales seguidores de Jesús debían cumplir. Llegará un momento, en que nuestra mirada al cielo, debe ser para reavivar nuestro amor incondicional por Dios y nuestro compromiso misionero. Porque hay un mundo, obligado a la oscuridad del pecado, que necesita conocer que todas las obras humanas se acabarán, para dar paso a una nueva era de paz, justicia y prosperidad, bajo el liderazgo de Jesús y sus principios eternos.

Y la mejor y mayor oportunidad de cumplir nuestra misión es hoy. El mensaje final urbi et orbi no encuentra mejor momento que este, porque la humanidad está sensible y preparada para recibir la verdad restauradora de su Palabra y lo que sucederá en un futuro cercano. El día es hoy, porque “cuando comiencen a suceder estas cosas, cobremos ánimo y levantemos la cabeza, porque se acerca nuestra redención”,[2] y en sabias palabras populares: “a río revuelto ganancia de pescadores”. El río está revuelto, no desaprovechemos la pesca.

Mi apreciado(a) compañero(a) de fe, si estás mirando al cielo para llenarte de valor misionero y reafirmar tu compromiso con Dios, está muy bien. Sin embargo, si estás mirando al cielo sin saber que hacer, paralizado por los últimos eventos, perdiendo el tiempo o esperando que pase todo, escucha el mensaje de los agentes del cielo, el mismo mensaje que escucharon los discípulos mientras tenían la mirada en la nubes: “Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse”.  

¿Lo leíste, lo escuchaste? Reacciona, el tiempo es hoy. ¿Qué vas a hacer?, busca la mejor manera de decirle a urbi et orbi que Cristo viene pronto. Las redes sociales, actos de bondad y labores sociales con propósitos misioneros, tu trabajo, tu influencia, pueden ser los canales para llegar hasta el último rincón del planeta con el mensaje de salvación.

No dejemos que la oportunidad, quizás la última, se pase de largo o falsos cristos se apoderen de la fe y la esperanza de millones de personas en las ciudades y en el mundo, porque urbi et orbi hay miradas perdidas para todas partes sin saber que pasará mañana. ¿Qué piensas… qué vas a hacer?//////////.

Pr. Joe Saavedra

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[1]Las 5 primeras fueron desarrolladas de https://www.bbc.com/mundo/noticias-51986136

[2]Lucas 21:28

MÁS CERCA

“Igualmente, cuando vean todas estas cosas, sepan que el tiempo está cerca, a las puertas” (Mateo 24:33)

Todo está paralizado. Este mundo y sus activas grandes ciudades parecen pueblos fantasma. Lugares acostumbrados al ajetreo y el bullicio han enmudecido por las restricciones masivas. Aeropuertos, terminales de buses, restaurantes, centros de educación y todo lugar de concentración de gente ha sido cerrado. La respuesta global al covid-19 no tiene precedentes.

En definitiva, el mundo pasa por una obligada tensa calma. Y es tensa, porque una pregunta flota en el aire: ¿Cuándo terminará todo esto y cuándo podremos seguir con nuestras vidas?

Personalidades del mundo tratan de dar una respuesta a esa interrogante. Por ejemplo el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, dijo que cree que su país puede «cambiar el rumbo» de la lucha contra el brote en las próximas 12 semanas y acabar con el coronavirus. Sin embargo cree que aunque lograran que el número de casos comience a disminuir en los siguientes tres meses, todavía están lejos del final. Con razón los entendidos en la materia, predicen que la normalidad tardará mucho tiempo, posiblemente años. Aunque no tienen claro, cuál es el camino a seguir en los próximos meses, porque la estrategia actual de autoaislamiento, que muchos países han puesto en marcha, no es sostenible a largo plazo por el daño social y económico que acarrearía.

Luchando contra el brote: ciudades en cuarentena y limpieza

Los expertos, solamente suponen que quizás, lo que podría posibilitar una salida a este embrollo de salud, son estas tres  formas básicas:

  1. Vacunación: La mejor suposición es que una vacuna podría estar lista en entre 12 y 18 meses si todo sale bien. Ese periodo de tiempo es mucho si tenemos en cuenta las restricciones sociales adoptadas. Con razón muchos profesionales de la salud mencionan que esperar una vacuna no debe considerarse una estrategia para salir de esta crisis.
  2. Un número suficiente de personas desarrollan inmunidad tras contraer la infección: Para coseguirla, dicen los entendidos, habría que continuar con las restricciones hasta frenar el virus, luego levantarlas hasta que otra vez los casos vuelvan a aumentar. Pero podría llevar más de dos años conseguirla, si todo saldría bien, asimismo hay dudas sobre si esta inmunidad durará, porque existen otros coronavirus y las personas pueden contraerlos o volver a contagiarse con el mismo virus varias veces en su vida.
  3. Cambiar permanentemente nuestro comportamiento como sociedad: La tercera opción son los cambios permanentes en nuestros hábitos de vida que nos permiten mantener bajas las tasas de transmisión, como una cultura de higiene, salubridad y conciencia social.

En resumen, la respuesta más cruda a la incógnita sobre el final de esta crisis sanitaria, es que ningún país tiene una estrategia de salida, ni saben cual es el final de todo esto.

Luchando contra el brote: ciudades en cuarentena y limpieza

Sin embargo, la Biblia tiene la respuesta precisa y va en dos sentidos, una buena y otra mala. Voy a empezar: Esta crisis no va acabar, recién empieza. En ese sentido, el libro de Mateo 24 :7 y 8 menciona que las señales del fin de mundo serán guerras, hambres, miseria y también enfermedades contagiosas. Y recalca, que todo eso no tiene un final cercano, más bien, son “principio de dolores”. Con razón la escritora cristiana White escribió: “El tiempo de angustia, cual nunca fue después que hubo gente se iniciará pronto… La imaginación más fecunda no alcanza a darse cuenta de la magnitud de tan dolorosa prueba”.[1]

No obstante, alguna persona podría estar razonando y alegando que las guerras, el dolor y las enfermedades ya lo vamos experimentando desde hace tiempo y siempre la humanidad ha podido recuperarse. Puede ser, pero esta nueva enfermedad, va a marcar el inicio de eventos donde el planeta no va a salir bien librado, porque este virus y sus consecuencias lo han llevado ha tomar medidas que no tienen precedentes, ni han sucedido en las peores guerras que ha librado. No solo lo digo yo, también lo dicen las principales autoridades del mundo. Y por supuesto, la Biblia ya lo dijo de antemano, para que cuando suceda “creamos”.

Asimismo, las Sagradas Escrituras, también tiene una buena noticia: Dios lo controla todo, cada suceso es parte de un plan. Por eso el profeta Daniel exclamaba admirado: “Suyos son la sabiduría y el poder. Él cambia los tiempos y las épocas, pone y depone reyes… Él revela lo profundo y lo escondido, y sabe lo que se oculta en las sombras…”,[2] y también las cosas simples y pequeñas no pasan desapercibidas para Él, como la cantidad de cabellos que tenemos o si un pajarito es herido y cae a tierra.[3]

Entonces, esta crisis también está en su agenda y lo permite para mostrar que Él tiene el dominio sobre la humanidad, y que no dejó al ser humano a merced del sufrimiento, el miedo y la incertidumbre de las cosas, sino que armó un plan de rescate que contempla la solución definitiva para  la maldad y el dolor. Y este plan tiene su evento cumbre en la segunda venida de Cristo y la re-creación de la tierra, porque en lo que se ha convertido no era parte de la idea de Dios. El apóstol Juan al respecto de ese acontecimiento dice:  “Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar. Vi además la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, procedente de Dios… Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir»”.[4]

Mi apreciado(a) compañero(a) de fe, la crisis final recién empieza, no hemos vimos nada todavía, pero Dios controla todos los acontecimientos y esta enfermedad que acecha a la humanidad, es parte de varios eventos que anteceden al final de las cosas tristes y traumáticas que no entendemos. El único requisito para soportar con esperanza lo que viene, es aceptarlo como Salvador y Hacedor de todas las cosas, y caminar bajo los principios de su Palabra. Si hacemos esto, la “gran tribulación, como no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás”,[5] no será un momento de miedo, zozobra o incertidumbre, sino sabremos “que el tiempo está cerca, a las puertas”. ¿Ya sabes de qué tiempo hablamos?///////////.

Pr. Joe Saavedra

Desde mi rincón de poder… un poquito antes del retorno de Jesús…

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[1]El conflicto de los siglos, 607.

[2]Daniel 2:20-22

[3]Mateo 10:29-30

[4]Apocalipsis 21:1-4

[5]Mateo 24:21

NO CAERÁS

“No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día, ni la enfermedad que acecha en las sombras ni la plaga que destruye a mediodía…” (Salmos 91:5-6)

Soy profesor de más de 50 profesionales de la salud, que en estos momentos son los que enfrentan cara a cara al temible covid-19. Varios de ellos me han escrito, evidenciando angustia, pidiendo que los tenga presente en mis oraciones.

Cada noche cuando me arrodillo con mi familia, me acuerdo de ellos y de todos los amigos que tengo en algún rincón del mundo. No obstante, estas noches al acostarme, no dejo de pensar en esas enfermeras, enfermeros y médicos que deben enfrentar ese virus “que acecha en las sombras”, en esas personas que están varados en los terminales y aeropuertos, en esas familias que se acuestan asustados y preocupados por no saber que pasará mañana.

Hoy me levanté con la decisión de no ir a la cama sin antes hacer algo más que interceder. Mientras leía la Biblia, el apóstol Pedro me dio la pista precisa con las palabras que le dijo a un lisiado que pedía dinero: “—No tengo plata ni oro… pero lo que tengo te doy…”.[1] Esta afirmación me dio calma, porque no tengo súper poderes para proteger a los que aprecio, tampoco dinero ni bienes para socorrer a los que necesitan, ni la autoridad para promulgar leyes en beneficio de los menos favorecidos, pero si tengo dos factores básicos para enfrentar la enfermedad y lo comparto: confianza en Dios y la alegría de su compañía.

Lo comparto, porque estos días de caos mundial a causa del nuevo coronavirus, los expertos en salud están exhortando a prevenir la enfermedad, por los menos con dos acciones básicas: (1) Aislamiento social, y (2) fortalecer el sistema inmunológico. Quedarse en casa y no tener contacto con grupos de gente donde el virus puede propagarse, es el resumen de la primera acción. Referente a la segunda, en palabras fáciles es, robustecer las defensas del cuerpo.

Y para fortalecer las defensas del cuerpo, necesitamos: (1) Descanso adecuado, (2) buena alimentación, (3) ejercicio constante, y (4) dispocisión positiva para la vida. Sobre los tres primeros puntos, hasta google puede ayudarnos. Pero para el cuarto punto, los dos factores que te mencioné son necesarios. Porque una vida positiva y optimista, es real y completa cuando tengamos:

  1. Confianza en Dios: Esto sucede al conocerlo, y no hay conocimiento fuera de su Palabra. Con razón, el libro de los Salmos dice:  “Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero”.[2] Entonces con esa luz encendida en tu vida, caminas confiado, sin tropezar, ni caer. Asimismo, cuando lees en el libro de Romanos: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien…”,[3] enfrentas muy seguro las dificultades, porque suceda lo que suceda, es lo mejor, porque Dios lo permite.  
  2. Alegría de su compañía: Cuando confíes en Dios, andarás seguro. Lo que venga no te va a quitar el gozo, porque caminas por la vida bajo su voluntad. Asimismo, las preocupaciones o los problemas no harán más que fortalecer tu fe, porque sabes que Dios “pondrá de nuevo risas en tu boca, y gritos de alegría en tus labios”,[4] y el resultado de enfrentarlos es lo que necesitas, pero no es mejor que su compañía, y eso lo sabía el rey David, puesto que en medio de sus dificultades escribió esto: “Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado”.[5] Y a su lado, andarás gozoso y no dejarás de repetir: “Tú, SEÑOR, me llenas de alegría con tus maravillas…”.[6]

Mi apreciado(a) amigo(a), estamos empezando momentos de angustia, con una enfermedad que acecha en la sombras, frente ha eso debemos preparar de la mejor manera nuestras defensas cuando entremos en relación con el virus y esto, cuando entendamos que “gran remedio es el corazón alegre, pero el ánimo decaído seca los huesos”.[7] Y vivirás de ese modo cuando confíes en Dios y disfrutes de su compañía, en esa condición “no temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día, ni enfermedad que acecha en las sombras ni la plaga que destruye a mediodía. Podrán caer mil a tu izquierda, y diez mil a tu derecha, pero a ti no te afectará”.[8] ¿Qué piensas? ////////////.

Pr. Joe Saavedra

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[1]Hechos 3:6 NVI

[2]Salmos 119:105 NVI

[3]Romanos 8:28 RVR60

[4]Job 8:21 NVI

[5]Salmos 23:4 NVI

[6]Salmos 92:4 NVI

[7]Proverbios 17:22 NVI

[8]Salmos 91:5-7 NVI