LA IGLESIA VERDADERA

No se quede en las intenciones: Si le gusta ayudar a los demás conviértase en voluntario

En estos momentos de crisis, el seguidor de Cristo, debe entender y vivir la misión que tiene la iglesia en la tierra, porque sus acciones y decisiones dependerán de ese conocimiento.  El mismo Salvador, en su paso por este mundo la primera vez, fue preciso al detallar su misión, la misma que fue dada a sus seguidores, tanto en un sentido individual y colectivo.

La mejor ocasión de hacer público las intenciones de su misión, fue un sábado en la sinagoga, porque ese día sagrado, mucha gente de Judea y Galilea se reunía para celebrarlo. Allí de pie, tomando el rollo del profeta mesiánico Isaías, leyó su misión y la de su iglesia: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor”.

Un trabajador asalariado hace fila para obtener comida después de haberse quedado sin empleo temporalmente durante el confinamiento de 21 días decretado en India. Imagen de Nueva Delhi, India, el 10 de abril de 2020.

Si nos percatamos, el sujeto de su misión, son los más necesitados: “pobres, cautivos, ciegos, oprimidos”. Por lo tanto, no es de extrañar que cuando revisamos los evangelios nos encontremos con una constante: Jesús socorriendo a los desvalidos y despreciados de la sociedad. No obstante, la pobreza al cual apunta su misión no era simplemente física, sino espiritual. Y para cumplirla, con los oprimidos físicos, primero satisfacía su necesidad de pan y alivio de sus dolencias, enseguida les mostraba la abundancia de su gracia, como en el caso del paralítico de Betesda. Asimismo, con los cautivos espirituales, con pocas carencias económicas, satisfacía sus necesidades afectivas, abriendo luego las puertas del perdón y paz, como en el caso de Nicodemo.

Pero en ambos casos, el sujeto de la misión era el ser humano, perdido en sus carencias y temores del futuro o en su opulencia y autosuficiencia. En este contexto, la misión propiamente dicha, consistía en su forma básica: anunciar, proclamar y pregonar las buenas nuevas, esto es, el evangelio: Salvación ofrecida gratuitamente por Dios, por medio de Jesucristo, a todos los que creen, para una mejor vida presente y para la eternidad. Por eso la parte central de la misión es la “evangelización”.

A la vez, para el cumplimiento de la misión, como mencionamos en un párrafo arriba, el método era satisfacer las necesidades y luego mostrar la gracia restauradora de Cristo. Lo que llamo el binomio evangelístico: «Ayudar y predicar», ambos no pueden separarse. Asimismo, para lograr ese cometido, Jesús dejó las estrategias claramente definidas:

Coronavirus en Ecuador EN VIVO minuto a minuto: contagiados y muertos HOY viernes 17 de abril

Anunciar las buenas nuevas a los pobres: Si había un grupo al cual el Señor no dejaba sin auxilio oportuno era el pobre y necesitado. Éste no tenía más esperanza que el socorro de Dios, por lo tanto era más susceptible  a su llamado. Por eso la labor social, esto es, socorrer al que lo necesita, es la principal evidencia que amamos como Jesús y la principal estrategia para abrir las puertas del evangelio.

Proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos: Definitivamente, cuando Jesús menciona a los “cautivos”, estaba pensando en los que son esclavos del mal, en su cuerpo, en su mente y en sus emociones. Asimismo cautivos de filosofías y ciencias humanas, donde el ser humano es el centro de todo, dejando fuera al Creador, dando paso a la  incredulidad y autosuficiencia. Con certeza para satisfacer las necesidades de libertad y luz, la iglesia creó escuelas y centros de estudios superiores para proclamar libertad de filosofías humanas y cuidar a los liberados, y por otro lado,  centros de salud para atender la urgencia de los “ciegos” físicos y atender a los restaurados, no obstante el objetivo es el mismo: predicar el evangelio.

Poner en libertad a los cautivos: La libertad que Cristo ofrece es completa, no se queda en un anuncio, sino es una realidad. Todo empieza, en la satisfación de las necesidades, desnudando la mayor necesidad: “libertad del mal y paz en Jesús”. Con razón el verbo griego empleado en este pasaje significa “quebrar”, “oprimir”, dando por sentado que el único que puede libertar a los hombres de la pesada carga del pecado y de la opresión es Jesús.

Pregonar el año del favor del Señor: El “año agradable del Señor” recuerda el año del jubileo, cuando los esclavos eran libertados, las deudas eran canceladas, y las tierras eran devueltas a sus dueños originales por herencia.[1] Definitivamente, las mejores buenas noticias, son las que trae el jubileo más grande, el retorno de Cristo, para recompensar a su iglesia, fiel cumplidora de su misión, y castigar a los que la mancillaron, dando la espalda a las necesidades de la gente, y por consecuencia estropeando el plan evangelístico.

Con razón la sierva del Señor, menciona que la iglesia de Dios “surgió en cumplimiento de la profecía con el objetivo de preparar a un pueblo para el regreso de Jesús. Fue escogida como un instrumento divino para proclamar a todo el mundo las buenas nuevas de salvación por la fe en el sacrificio de Cristo y la obediencia a sus mandamientos”.[2]No existe, otra tarea y misión más sublime para la iglesia que proclamar las buenas noticias de la Biblia, con el método de Cristo, donde el amor hacia el prójimo es la llave que abre su corazón.

Asimismo, también dijo que “el enemigo sabe muy bien que si no tenemos amor mutuo, puede alcanzar su objetivo, y herir y debilitar la iglesia, al provocar diferencias entre los hermanos. Los puede inducir a sospechar el mal, a hablar del mal, a acusar, condenar y aborrecerse. De esta manera se deshonra la causa de Dios, se arroja afrenta sobre el nombre de Cristo, y se le hace un daño indecible a las almas de los hombres. La gente del mundo nos está contemplando para ver qué influencia ejerce nuestra fe sobre nuestros caracteres y nuestras vidas. Nos está vigilando para ver si tiene un efecto santificador sobre nuestros corazones, si nos estamos transformando a la semejanza de Cristo. Están alerta para descubrir cada defecto en nuestras vidas, cada inconsecuencia en nuestros actos. No les demos la oportunidad de arrojar ofensa sobre nuestra fe. No es la oposición del mundo lo que nos va a poner en mayor peligro; es el mal albergado en nuestro seno lo que provoca nuestros más graves desastres. Es la vida carente de consagración, de los medios convertidos, lo que atrasa la obra de la verdad y arroja sombras sobre la iglesia de Dios…”.[3] Y por sobretodo, no entender ni comulgar la misión que Cristo nos ha encomendado.

Mi apreciado(a) compañero(a) de fe, Satanás está movilizando toda su maquinaria de desprestigio contra la iglesia y cuando los que la componen no entienden su misión, entonces se tornan aliados del enemigo de Dios. En estos tiempos de crisis, donde las necesidades agobian a los seres humanos, la iglesia de Dios debería estar en las portadas de los medios de comunicación como agente de amor y misericordia, lo contrario es oprobio a la causa de Dios, y de ninguna manera esa deshonra pasará desapercibida delante de sus ojos. Millares y millones de personas se prepararán para encontrarse con Jesús cuando tú y yo entendamos que la “religión pura y sin mancha delante de Dios nuestro Padre es ésta: atender a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y conservarse limpio de la corrupción del mundo”.[4] ¿Qué piensas… qué decides?///////////.

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[1]Francis D. Nichol and Humberto M. Rasi, eds., Mateo a Juan, vol. 5, Comentario Biblico Adventista Del Séptimo Día (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1995), 711.

[2]Elena de White, La Música, 64.

[3]Elena de White, Review and Herald, 5 de junio de 1888.

[4]Santiago 1:27 NVI

¿QUÉ MÁS ESPERAMOS?

“Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares” (Mateo 24.7 NVI)

Punzadas de hambre, Brasil, Venezuela.

Es impresionante y estremecedor contemplar cómo las señales del pronto retorno de Jesús se van cumpliendo sin descaro ni rodeos frente a nuestros ojos. Reafirmando las palabras bíblicas, los estudios y cálculos científicos mencionan que el mundo después del Covid-19 no será el mismo. Se vaticinan desastres psicológicos, económicos y sociales.

En el contexto de los desastres económicos y sociales al final de los tiempos, el hambre ya estaba predicho de antemano en Las Escrituras. No obstante, siendo que ya era un problema en algunas latitudes del mundo, hoy ha saltado a la palestra y ocupa titulares de los principales periódicos del mundo, porque ya no será un problema solamente en países extremadamente pobres sino en las principales urbes, como Madrid, donde parroquias, la ONG Cáritas, comedores sociales y el Banco de Alimentos alertan de una nueva crisis de hambre en la capital. Los números son inquietantes, el Banco de Alimentos de Madrid ha informado que su demanda normal de alimentos, ahora se ha disparado en más de un 30% y se están quedando sin alimentos. Asimismo, los comedores sociales han cuadriplicado el número de usuarios que atienden a diario y Cáritas a reportado que las peticiones de ayuda se han triplicado y el 40% de estas solicitudes provienen de personas que lo hacen por primera vez”.[1]

Es decir, ya nos acercamos a un momento crítico, donde ya no vamos a hablar de condiciones de hambre en algunos rincones del planeta, sino a nivel global. Con razón hace algunas horas el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas, advirtió que mientras múltiples gobiernos de todo el mundo batallan contra la pandemia del covid-19, el planeta está al borde de una posible «pandemia de hambre».[2]

Morir de hambre en Venezuela, el país con las mayores reservas de ...

Los números mundiales son alarmantes, a finales de 2019, 135 millones de personas vivían con niveles de hambre «extremos», pero a causa de las cuarentenas por el covid-19, es probable que ese número aumente a 265 millones. Asimismo, si antes de que el coronavirus se convirtiera en un problema, las principales agencias sociales del mundo mencionaban varias razones que anticipaban que el 2020 enfrentaría la peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial, ahora, con el covid-19, aseguran que no sólo estamos enfrentando una pandemia, sino también una catástrofe humanitaria global.[3]

En este contexto, en una reciente videoconferencia del Consejo de Seguridad de la ONU, el director ejecutivo del WFP advirtió que podríamos enfrentar múltiples hambrunas de proporciones bíblicas en unos pocos meses, y éstos son los principales países que están en mayor riesgo: Yemen, República Democrática del Congo (RDC), Venezuela, Sudán del Sur y Afganistán. Y el problema del hambre se agravará en países de todo el mundo por presiones económicas similares a los mencionados.[4]

¿Qué estamos esperando?, ¿nuestra vida normal antes del covid-19?, ¿un mundo mejor? El hambre que viene no es un evento pasajero, sino el cumplimiento de las profecías que anticipan un mundo en caos que allana el camino para retorno de Cristo. No es broma escuchar a ciudadanos en todo el mundo que dicen «que si no mueren por el coronavirus, morirán de hambre».

Apreciado(a) compañero(a) de fe, no esperemos que el hambre o las tragedias que se avecinan toquen a nuestra puerta para entender que el tiempo en que vivimos es el último, sino ahora mismo, despertar, tomar en serio los acontecimientos y hacer todo lo que está a nuestro alcance para alimentar físicamente a aquellos que ya están sufriendo los estragos de la falta de comida y la miseria, pero también para alimentar a mucha gente que tiene otro tipo de hambre, uno de esperanza y de escuchar la verdad.  Frente a esta hambruna, Cristo es el mejor y suficiente alimento que podemos compartir.

Él mismo ya lo había dicho a traves de Juan su mejor amigo: “Yo soy el pan de vida—declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed”.[5] Y la mejor manera de compartir ahora ese alimento, es hacernos la siguiente pregunta: ¿qué puedo hacer para alimentar a tanta gente que ahora mismo está asustada y hambrienta de esperanza? Tengo la certeza que lo que hagamos, será un pequeño aliento, que tomará fuerza con la ayuda soberana y poderosa del  Cielo, ¿acaso ya olvidamos el milagro de la alimentación de los 5000 mil?

¿Qué esperamos? El tiempo es hoy… mañana será demasiado tarde. No desperdiciemos el regalo celestial de ser testigos de estos acontecimientos finales. Tengo la certeza que muy pronto en la eternidad, los apóstoles Juan, Daniel, Pedro y otros buscarán a los salvos de los tiempos finales para pedirles emocionados que les cuenten las acciones que hicieron en esos momentos de angustia, porque ellos no tuvieron ese privilegio./////////.

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[1]https://elpais.com/espana/madrid/2020-04-23/la-pobreza-inicia-su-escalada-cada-dia-viene-gente-nueva-las-colas-son-larguisimas-para-pedir-comida.html

[2]https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52402210

[3]Ibíd.  

[4]Ibíd

[5]Juan 6:35 NVI

MAÑANA NO SERÁ IGUAL

“Todos ustedes son hijos de la luz y del día. No somos de la noche ni de la oscuridad. No debemos, pues, dormirnos como los demás, sino mantenernos alerta y en nuestro sano juicio” (1 Tesalonicenses 5:5-6).          

En tiempos de coronavirus, con la mayoría de la humanidad confinada en sus casas esperando con ansias que todo vuelva a la normalidad, una pregunta me ha tenido inquieto toda la semana: ¿volveremos a nuestra vida como la que teníamos antes de esa enfermedad?

Esta incógnita necesitaba tener una respuesta, frente a mensajes publicitarios motivadores que podemos ver en los medios de comunicación, que con palabras o clichés: “Unámonos, vamos a salir de esto, juntos la hacemos, de rodillas venceremos, con fe pasaremos la tormenta, etc.”, tienen un mismo mensaje central: “Resistamos un poco más que ya volveremos a nuestra vida normal”.

Sin embargo, considero que ese mensaje central está incompleto o simplemente son “dosis” de adrenalina motivadora para resistir estos momentos de crisis, porque la humanidad vive momentos de angustia e incertidumbre del futuro como una oscuridad sin fecha de término. Nadie sabe el final de esta pandemia, en lo único que los científicos, médicos, políticos y economistas coinciden es que muchas cosas han cambiado y van a cambiar. Empero, la certeza más grande es que nada volverá a ser lo mismo.

El escritor italiano Paolo Giordano, en plena pandemia publicó un libro titulado: “En tiempos de contagio”, y en la portada sintetiza perfectamente el tema central de su manuscrito, que es una verdad que debemos tener presente: “No tengo miedo de caer enfermo. ¿Y de qué tengo miedo? De todo lo que el contagio pueda cambiar. De descubrir que todo el andamiaje de la civilización que conozco es un castillo de naipes. De que todo se derrumbe, pero también de lo contrario: de que el miedo pase en vano, sin dejar ningún cambio tras de sí”.

Yo también tengo miedo que la gente, especialmente nosotros los seguidores de Cristo, pensemos que el enemigo principal al cual debemos derrotar es el covid-19. Nada más alejado de la realidad, porque enfermedades crueles nos han azotado y esta actual es la bienvenida a otras que no demoran en llegar, reivindicando lo que la Biblia ya lo decía desde varios siglos atrás: “son principio de dolores”.[1] Porque la verdad que no podemos esconder es que nada volverá a ser lo mismo, porque si los dolores empiezan, es absurdo pensar que la calma viene sin pasar por el momento del mayor umbral del dolor.

Asimismo, mi mayor temor no es que las personas ignoren lo que viene o imaginen que todo volverá a su cauce normal, sino que estos acontecimientos no produzcan en mi familia y en mí, cambios severos en nuestra forma de pensar, de comportarnos y de vivir nuestra fe. Porque entiendo perfectamente que un mundo que no tiene la verdad completa sobre los acontecimientos finales, tiene el derecho a motivar con frases y clichés motivadores, para animar a la gente a resistir y esperar seguros que todo vuelva a la normalidad.

Además, si esos mismos clichés, me están consolando, haciéndome esperar confiado en que las cosas se normalicen para seguir con mis mismas prácticas negativas, con la misma forma de practicar mi fe, con la misma frialdad espiritual y las mismas formas moribundas de predicar la verdad de estos últimos días, entonces el privilegio de ser un testigo presencial del cumplimiento de la palabra profética, está siendo en vano y que la insensibilidad del cual habla el profeta Juan es más agudo y visible en mi vida: “’Soy rico; me he enriquecido y no me hace falta nada’; pero no te das cuenta de cuán infeliz y miserable, pobre, ciego y desnudo eres tú”.[2]

Por el contrario, si me considero parte del pueblo de Dios y utilizo todos los recursos que tenga a la mano, para prepararme para la crisis final y preparar al mundo para lo que viene, entonces entiendo que los hijos de la luz no son de la noche ni de la oscuridad, puesto que la claridad y el día que esperan, no es una vida que regrese a lo mismo, a la misma vanalidad, frialdad e insensibilidad que fácilmente se comulga en estos tiempos finales.

Millones de personas viven una oscuridad que se ha puesto más intensa en estos días y su esperanza es salir de ella, no obstante, no saben que su anhelo de un mañana normal no es más que una densa noche, porque nada volverá a ser lo mismo. Entonces allí entra en escena el pueblo de Dios que entendió cual es su misión, porque “nadie”, solamente el que endurece su corazón a causa de los negocios apetecibles de esta vida ó el que no deja que la energía vital del Espíritu Santo despierte sus sentidos espirituales dormidos “enciende una lámpara para después cubrirla con una vasija o ponerla debajo de la cama», sino los hijos de la luz la ponen «en una repisa, a fin de que los que entren tengan luz”.[3] Esto último es nuestra tarea final, es el sentido de nuestra fe.

Mi compañero(a) de fe, ¿cuál es el cliché que vamos a utilizar en nuestro próximo mensaje en alguna red social favorita, cuál serán las palabras que diremos en vivo en algún canal online, qué reflexión daremos en el próximo “meme” que reenviaremos, qué le diremos a nuestros amigos y conocidos en la próxima llamada ó mensaje de texto? Los hijos de la luz, consideran que el mensaje principal para estos días es que nada será normal otra vez, y que la única luminosidad que puede acabar con la oscuridad que vivimos es la presencia de la gloria de Dios y el Cordero que es su lumbrera.[4]

Por eso el llamado del apóstol Pablo a los hijos de la luz es: “despierten y no duerman como los demás, sino manténgase alertas y en su sano juicio” y que cada palabra, acción y mensaje que comparten en estos momentos oscuros, sean para esparcir la verdadera esperanza, que no está en manos de ningún hombre que promete un mañana normal, sino en el plan que Dios tiene para su creación.

Mañana no volverá a ser normal, las mentes privilegiadas de este mundo y los poderosos lo están diciendo, la Biblia ya lo anticipó, por eso el mensaje de las palabras de Paolo Giorgiano me vienen dando vueltas en la cabeza, y sonando a mi manera: “No tengo miedo de caer enfermo. ¿Y de qué tengo miedo? De que el mundo no se de cuenta lo que el contagio pueda cambiar. De descubrir que todo el andamiaje de la civilización que conozco es un castillo de naipes. De que todo se derrumbe y muchos ignoren la destrucción que esta cerca, pero también de lo contrario: de que el miedo pase en vano, sin dejar ningún cambio tras de sí, porque como hijo de la luz preferí vivir en oscuridad, desaprovechando la mejor oportunidad que tengo para terminar de predicar el evangelio y apresurar el retorno de Cristo, y por sobre todo que pierda el tiempo en clichés con falsas esperanzas y pretenda volver a mi misma fría vida espiritual”. ¿Qué piensas… qué harás?////////////////.   

Pr. Joe Saavedra

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[1]Mateo 24:8

[2]Apocalipsis 3:17

[3]Lucas 8:16

[4]Apocalipsis 21:23-24

ACTITUD ADECUADA

Pase lo que pase, compórtense de una manera digna del evangelio de Cristo. De este modo, ya sea que vaya a verlos o que, estando ausente, sólo tenga noticias de ustedes, sabré que siguen firmes en un mismo propósito, luchando unánimes por la fe del evangelio” (Filipenses 1.27, NVI)

Mientras revisaba los titulares de algunos periódicos online, una pregunta me detuvo: ¿Qué pasaría si el mundo entero tuviera la misma hora?[1]

huso horarioTodos sabemos que los husos horarios[2] controlan nuestra existencia y en algunos países son una cuestión de interés nacional. Es decir, las naciones tienen horarios distintos ya sea por su ubicación o por situaciones particulares.

Steve Hanke y el profesor de física y astronomía Dick Henry, ambos del Instituto Johns Hopkins de Baltimore, en Estados Unidos han propuesto lo siguiente: Un cambio a nivel mundial del dominante sistema conocido como Tiempo Medio de Greenwich (GMT, en inglés), que luego fue rebautizado como Tiempo Universal Coordinado (UTC, en inglés) y que rige los husos horarios en todo el mundo.

Sin embargo, esta propuesta se torna complicada, justamente por la disparidad del tiempo en los relojes a nivel mundial, por los ya mencionados husos horarios y por algunas adaptaciones regionales. Sin embargo, la propuesta de estos expertos consiste en crear un horario universal, es decir, que los habitantes de Nueva York, París o Hong Kong tengan todos la misma hora en sus relojes. Según Hanke y Henry, el viejo sistema de zonas horarias se ha vuelto obsoleto a causa de internet, porque estamos en una situación de compresión de espacio y tiempo. “La gente se está acercando y puede comunicarse mejor que en el pasado», dicen estos expertos, para quienes es prioritario unificar el tiempo.predicar 4

Con todo esto, la pregunta sigue flotando: ¿Qué pasaría si el mundo entero tuviera la misma hora? Los mismos expertos opinan que hoy en día la mayoría de las actividades se desarrollan cuando el sol sale y la mayoría de la gente se acuesta cuando es de noche. Entonces, con el nuevo sistema horario, el ritmo de la vida obviamente también estaría marcado por el tiempo solar. Sólo cambiarían las horas que marca el reloj.

Con esto, no habría confusiones sobre el tiempo porque todos estarían viendo el mismo horario en sus relojes. Como resultado, existiría mayor seguridad y eficacia porque no se perderían vuelos ni reuniones de trabajo y sería más fácil organizar los tiempos de cada uno. Además, una llamada laboral entre oficinas localizadas en Pekín y Ciudad de México sería a las 09:00 para todos, aunque los primeros estarían trabajando de día y los segundos, de noche.

En las conclusiones de estos científicos, con un mismo horario sincronizado a nivel mundial, las actividades del  mundo serían más seguras y eficaces.

Leyendo esto, otra pregunta me vino a la mente: ¿Qué pasaría si la iglesia mundial sincronizaría su reloj evangelístico y sus métodos para alcanzar a toda raza, nación y lengua?

predicarElena de White tiene una respuesta precisa: “Los ángeles trabajan armoniosamente. Un orden perfecto caracteriza todos sus movimientos. Cuanto más de cerca podamos imitar la armonía y el orden de la hueste angelical, mayor será el éxito que coronará los esfuerzos de estos agentes celestiales en favor de nosotros. Si no vemos necesidad de acción armoniosa, y somos desordenados, indisciplinados y desorganizados en nuestra conducta, los ángeles, que se hallan cuidadosamente organizados y se mueven en perfecto orden, no podrán trabajar por nosotros con éxito”.[3] Entonces entiendo, que la eficacia de las actividades, éxito en las labores eclesiásticas y el pronto regreso del Señor viene precedido por una sincronización del reloj evangelístico y las acciones oportunas de su iglesia.

Ahora bien, ¿cuál es la sincronización mundial que traerá éxito a la iglesia? Cuenta White, que el duque de Wellington asistía una vez a una reunión “en la cual un grupo de cristianos discutía la posibilidad de éxito en el esfuerzo misionero entre los paganos. Apelaron al duque para que dijese si, a su parecer, los tales esfuerzos obtendrían un éxito proporcionado al costo. El viejo soldado contestó: —Caballeros, ¿cuál es vuestra orden de marcha? El éxito no es una cuestión que os toque discutir. Si mal no entiendo, las órdenes que se les dan son éstas: ‘Id por todo el mundo; predicad el evangelio a toda criatura’. Caballeros, obedezcan sus órdenes de marcha”.[4]predicar 3

Mi apreciado(a) compañero(a) de fe, la sincronización del reloj evangelístico es la acción misionera real, urgente y ferviente. Por lo tanto, “Que EL MENSAJE evangélico resuene por nuestras iglesias, llamándolas a una acción universal. Tengan los miembros de iglesia una fe acrecentada, y contágiense de celo de sus aliados invisibles y celestiales, al tener noticias de sus recursos inagotables, y convencerse de la magnitud de la empresa en que están empeñados, y del poder de su Director. Los que se colocan bajo el control de Dios para ser guiados y dirigidos por él, captarán la marcha firme de los sucesos que él ordenó. Inspirados con el Espíritu de aquél que dio su vida por la vida del mundo, no continuarán inactivos en la impotencia, señalando lo que no pueden hacer”.[5]

Entonces, toda actividad que los heraldos de Jesús promuevan, organicen o proclamen, sino empuja a la predicación del evangelio y el crecimiento del reino, indudablemente no une ni sincroniza el reloj evangelístico de estos tiempos finales, sino más bien arrastra el desorden, atrasa la misión y repele la influencia vital del Espíritu Santo.

predicar 2Jesús mismo dijo: “Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin”.[6] Y no es solo una buena exhortación, es el llamado a la acción misionera, sin pausas, ni demoras ni entretenimientos. Esa es la actitud adecuada para el cristiano del tiempo del fin, porque “pase lo que pase, compórtense de una manera digna del evangelio de Cristo. De este modo, ya sea que vaya a verlos o que, estando ausente, sólo tenga noticias de ustedes, sabré que siguen firmes en un mismo propósito, luchando unánimes por la fe del evangelio”. ¿Qué piensas?/////////.

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[1]http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/02/160218_internacional_zona_horaria_universal_ap

[2]En geografía, huso horario es cada una de las veinticuatro áreas en que se divide la Tierra, siguiendo la misma definición de tiempo cronométrico. Se llaman así porque tienen forma de huso de hilar, y están centrados en meridianos de una longitud que es un múltiplo de 15°. Anteriormente, se usaba el tiempo solar aparente, con lo que la diferencia de hora entre una ciudad y otra era de unos pocos minutos en el caso de que las ciudades comparadas no se encontraran sobre un mismo meridiano. El empleo de los husos horarios corrigió el problema parcialmente, al sincronizar los relojes de una región al mismo tiempo solar medio.

[3]Elena G. de White, Servicio cristiano, ed. Aldo D. Orrego, Cuarta edición. (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2007), 59.

[4]Obreros evangélicos, p. 120

[5]Elena G. de White, Servicio cristiano, ed. Aldo D. Orrego, Cuarta edición. (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2007), 61.

[6]Mateo 24:14 NVI

VUELTA AL MUNDO

Pero para ustedes que temen mi nombre, se levantará el sol de justicia trayendo en sus rayos salud. Y ustedes saldrán saltando como becerros recién alimentados. (Malaquías 4.2, NVI)

avion solarAyer, el avión Solar Impulse 2 partió de la ciudad de Abu Dhabi, en Emiratos Árabes Unidos, con la intención de ser el primer avión de energía solar que le da la vuelta al mundo. La intención de los promotores de este evento es que este avión lo haga en cinco meses.

Durante ese lapso de tiempo, los dos pilotos suizos artífices del proyecto, Bertrand Piccard y André Borschberg, se turnarán para pilotar la nave durante las doce etapas del viaje, algunas de las cuales involucrarán cinco o seis días de vuelo en solitario.

Las paradas se aprovecharán para descansar y para hacerle mantenimiento a la aeronave. Su primera escala será en la capital de Omán, Muscat.

El derrotero del Solar Impulse 2, prevé que irá saltando de continente en continente, atravesando los océanos Pacífico y Atlántico, a través de India, China, Hawái y Nueva York, para después regresar a Abu DAbi, sin usar una gota de combustible. En resumen, el plan es que el avión de la vuelta al mundo solamente con la energía que da el sol. avion solar.jpg 3

En apocalipsis en capítulo 14 Juan menciona que vio “a otro ángel que volaba en medio del cielo, y que llevaba el evangelio eterno para anunciarlo a los que viven en la tierra, a toda nación, raza, lengua y pueblo”, y “gritaba a gran voz: «Teman a Dios y denle gloria, porque ha llegado la hora de su juicio. Adoren al que hizo el cielo, la tierra, el mar y los manantiales”.[1] A éste mensajero se le unen otros dos que tienen la misión de dar la vuelta al mundo para presentar el evangelio eterno de salvación y denunciar las obras del enemigo y sus seguidores. Estos mensajeros representan a la Iglesia de Dios que tiene el deber de anunciar a viva voz que el reino de Dios está muy cerca, y debe hacerlo a todo el mundo.

En ese intento, la Iglesia, está probando diversos métodos para que el objetivo evangélico se cumpla sin más demoras. Infelizmente, la población aumenta y hay más personas que no conocen de Jesús, y la “vuelta al mundo” va yendo más lenta y quizás hasta retrocediendo. Basta ver que hasta el primero de enero del año pasado la población mundial había alcanzado los siete mil doscientos millones de personas[2] y la población de nuestra iglesia bordea los 18,1 millones de miembros, lo que demuestra una diferencia abrumadora. Aunque, lo triste es que en los últimos 10 años la Iglesia ha ganado a nivel mundial un promedio de un millón de personas y se ha perdido casi similar número, con razón el Pr. T. Ng[3] en el concilio anual del año pasado dijo con mucho pesar que las pérdidas de la iglesia eran tan importantes como su crecimiento.[4] Asimismo, otra triste estadística muestra que en los últimos cuarenta años, se han bautizado 31,8 millones de personas, mientras que 11,4 millones han sido borrados o han desaparecido. La cifra no incluye a los fallecidos. Muchos de los que se fueron, lo hicieron porque la iglesia no los cuidó en forma apropiada.[5]

tres angelesTomando la ilustración del Solar Impulse 2, la vuelta al mundo por parte de la Iglesia se está demorando, y entre las diversas razones que los expertos en crecimiento de iglesia formulan, una sin duda es la más importante: El “combustible” humano no es el adecuado para que la “nave” del evangelio avance a toda velocidad. Es penoso ver que las buenas intenciones, los recursos y el tiempo perdidos en programas humanos, solamente son peso que dificulta el viaje más que el combustible adecuado para acabar la misión. Necesitamos “el sol de justicia trayendo en sus rayos salud” para nuestra Iglesia pálida y débil en los asuntos misioneros. El sol de Justicia es el combustible correcto para dar potencia a la nave y así acabar la vuelta a toda la faz de la tierra. Cuando sus rayos bañen completamente cada minúscula fibra del cuerpo humano de cada uno de los líderes de iglesia primeramente y luego de los miembros, entonces las acciones misioneras serán oportunas y eficaces.

Esos rayos de justicia, que son el verdadero combustible de la acción misionera están retenidas en su Palabra y están listas para ser utilizadas.  Con razón Elena de White tuvo estas palabras oportunas: “Únicamente el método de Cristo dará verdadero éxito para alcanzar a la gente. El Salvador se mezclaba con los hombres como alguien que deseaba su bien. Les manifestaba simpatía, atendía a sus necesidades, y ganaba su confianza. Luego los invitaba así: ‘Sígueme’”.[6] Y también dijo: “Antes que los juicios de Dios caigan finalmente sobre la tierra, habrá entre el pueblo del Señor un avivamiento de la piedad primitiva, cual no se ha visto nunca desde los tiempos apostólicos… El enemigo de las almas desea impedir esta obra, y antes que llegue el tiempo para que se produzca tal movimiento, tratará de evitarlo introduciendo una falsa imitación”.[7] La iglesia necesita volver a la Biblia, descubrir el verdadero combustible, utilizarlo y mover la nave. Satanás se goza con los falsos combustibles.tres angeles 2

Mi compañero(a) de fe, la nave está empezando a moverse, tenemos que dar la vuelta al mundo, solo entonces veremos ese “día, ardiente como un horno. Todos los soberbios y todos los malvados serán como paja, y aquel día les prenderá fuego hasta dejarlos sin raíz ni rama—dice el SEÑOR Todopoderoso—.Pero para ustedes que temen mi nombre, se levantará el sol de justicia trayendo en sus rayos salud. Y ustedes saldrán saltando como becerros recién alimentados”.[8] ¿Qué piensas? //////.

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[1] Apocalipsis 14.6,7 NVI

[2] Leer más: http://mundo.sputniknews.com/spanish_ruvr_ru/news/2014_01_01/La-poblaci-n-mundial-alcanza-7-2-mil-millones-de-personas-0330/

[3] Secretario de la Iglesia Adventista mundial

[4] Revista Adventist World, Diciembre 2014, 5-7.

[5] Ibid.

[6] Obreros Evangélicos, 376.

[7] Eventos de los últimos días, 135.

[8] Malaquías 4:1-2 NVI

 

VIDEO RELACIONADO:

http://www.bbc.co.uk/mundo/video_fotos/2015/03/150309_video_avion_solar_impulse2_ig

MILAGROS

«—Hice un milagro y todos ustedes han quedado asombrados” (Juan 7:21 NVI)

La misión de Cristo en la tierra tenía un principal propósito: rescatar al ser humano atrapado por el pecado. Él mismo resumió su ministerio de la siguiente forma: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor”.[1] Parte de ese ministerio estuvo acompañado de hechos asombrosos, como un cojo que se puso a correr como un niño, un ciego contemplar emocionado un atardecer o un muerto volver a respirar.  Todos estos hechos causaron asombro a la gente que pudieron presenciarlos, y los llamaron milagros. Jesús mismo comenta esto: «—Hice un milagro y todos ustedes han quedado asombrados”.

Una definición de milagro dice que es un “evento que parece desafiar toda explicación racional, involucra la superación de las leyes naturales conocidas o la intrusión de lo sobrenatural en el reino de lo natural, y es atribuido a la intervención divina. En el sentido de un evento que es incomprensible, lo que es milagroso para una edad se torna en lugar común para otra. No obstante, si Dios es soberano de toda la creación, es lógico suponer su libertad y poder de intervenir en ella. Jesús apoyó y confirmó su predicación con m para excitar y robustecer la fe de los oyentes, pero no para ejercer coacción sobre ellos”.[2]

Entonces un milagro involucra hechos sobrenaturales, asombrosos, que no se pueden explicar fácilmente. Sin embargo, hoy cómo en el pasado podemos contemplar milagros más grandes, incomprensibles, sobrenaturales y asombrosos: “la conversión de una persona”. Elena de White comenta que “la conversión del alma humana no es de pequeña consecuencia. Es el mayor milagro realizado por el poder divino. Los resultados reales se alcanzan al creer en Cristo como Salvador personal”.[3] Ver personas que renuncian a una vida de pecado, a las comodidades de este mundo, a sus más grandes temores y corren a Jesús, son hechos asombrosos, incomprensibles y sobrenaturales.

Mientras escribo esta reflexión, me encuentro en un hotel camino a casa, maravillado de haber presenciado muchos milagros asombrosos. Todavía queda en mi cuerpo la adrenalina de haber levantado en una mano la Biblia y con la otra, invitar a jóvenes a correr a los brazos de Jesús.  No puedo explicar las lágrimas que he visto, los gritos de alegría a sentirse libres, las sonrisas de satisfacción después de la entrega, y la paz de los ojos. Solo puedo decir, que los milagros no tienen explicación, solo se aceptan, se alaban y se ruega estar en el momento justo para presenciarlos.

Mi amigo (a), todos somos llamados a presenciar los mayores milagros que no se pueden explicar. Solamente toma una Biblia en una mano, con la otra llama y con autoridad expresa: “ven a Jesús”. Quedarás asombrado de lo que vas a ver.

Pr. Joe Saavedra

Desde la línea de batalla  y un poquito antes del retorno de Cristo…

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[1] Lucas 4:18,19 NVI

[2]Pablo Alberto Deiros, Diccionario Hispano-Americano de la Misión (Casilla, Argentina: COMIBAM Internacional, 1997).

[3] El Evangelismo, capítulo 9

¿CLUB SOCIAL O IGLESIA DE DIOS? (viernes 18 de noviembre de 2011)

“… para que todo el que crea en él tenga vida eterna” (Juan 3:15 NVI)

Siempre me pregunté que hace que un grupo de personas juntas sean consideradas una iglesia. El mundo está lleno de grupos de personas, normalmente considerados como miembros de algún club. Al buscar una definición nos topamos con la idea de que  “club” es una sociedad compuesta por un número variable de personas, libremente asociadas, que se reúne como grupo en función de su coincidencia en gustos, aficiones u opiniones de todo tipo: artísticos, literarios, políticos, filantrópicos, deportivos, etc., o simplemente en sus deseos de relación social. Los fines y actividades de los clubes son muy diversos y dependen del motivo por el que las personas se hayan asociado: realización de actividades deportivas, intercambios de ideas, debates culturales, organización de actividades a favor de terceros, actividades formativas e informativas en beneficio propio, etc.

En resumidas cuentas, los clubes sociales, son organizaciones  con ideales, con metas y propósitos, quizá como nosotros, los que nos consideramos parte de la iglesia de Dios. Entonces, ¿qué hace la diferencia?, la respuesta aparece una y otra vez en la Biblia. Un ejemplo está en la experiencia de Jesús con Nicodemo, donde este líder judío no había entendido la motivación de  un seguidor de Jesús y una persona moralmente correcta. Cristo le mostró la diferencia al afirmarle: “Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”.[1] Nuestro negocio tiene que ver con la entrada al reino de Dios. Es decir, dejamos de ser un club social, cuando nos movilizamos fuera de nuestras fronteras invitando a otros a ser parte del reino de Dios, allí nuestras metas dejan de tener un aspecto temporal y terrenal, para convertirse en objetivos salvadores y eternos. Y el reino de Dios es inmortal, los que pueden entrar en él, son aquellos que crean y adquieran vida eterna.

En resumidas cuentas, podemos considerarnos como iglesia de Dios, cuando invitamos a otros a creer en Jesús y ser parte del reino de Dios. Y esto también puede tener un sentido contrario, es decir, dejamos de ser una iglesia cuando olvidamos nuestra labor misionera, cuando dejamos de invitar a nuestros amigos, parientes o conocidos a ser parte del reino de Dios al cual también nosotros aspiramos. Y esta labor, también fue encomendada por el mismo Jesús a la primera iglesia allá en Judea: “Los setenta, a diferencia de los doce, no habían estado constantemente con Jesús, pero habían escuchado con frecuencia sus instrucciones. Fueron enviados bajo su dirección para trabajar como él mismo lo hacía. Por donde fueran debían dar este mensaje: ‘El reino de Dios se ha acercado. Serán admitidos en él todos los que reciban su mensaje y a su Mensajero. Este es el día de oportunidad para ustedes’. Debían presentar la verdad de Dios de tal manera que la gente se sintiera inducida a tomar posesión de las bendiciones puestas a su alcance…”[2]

Un grupo de personas que solo se reúne para planificar actividades de entretenimiento, para buscar pasar el tiempo, para unir amistades y recrearse juntos, es solo un club social, pero un grupo de personas que se reúnen para planificar la salvación de las personas que los rodean, que salen a decirle al mundo que crean en Jesús, y que se preparen para heredar el reino de Dios, entonces estos son la iglesia de Dios.

Mi amigo (a), ¿perteneces a la iglesia de Dios o mañana irás a reunirte con tus pares en tu club social?, la prueba de eres de la iglesia de Dios, es que no estás tranquilo cuando observas a tus amigos, parientes y vecinos muriendo en sus desesperaciones y desgracias, sino sales a proclamarles el reino de Dios e invitarles a creer en Jesús. Te invito a ser parte de la iglesia de Dios, tu credencial de ser miembro de ella no es tu certificado de bautismo, sino la lista de personas por las cuales estás orando, a los que visitarás e invitaras a tener esperanza.

¡Feliz sábado!…

Pr. Joe Saavedra

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[1] Juan 3:5 NVI

[2] Carta 119, del 14 de abril de 1905, dirigida a los miembros de la Iglesia de Nashville.