BUENAS NOTICIAS
“¿No dicen ustedes: ‘Todavía faltan cuatro meses para la cosecha’? Yo les digo: ¡Abran los ojos y miren los campos sembrados! Ya la cosecha está madura” (Juan 4:35)

El sábado 29 de febrero, cuando ya el covid-19 traspasaba fronteras, el microbiólogo español Ignacio López-Goñi asumió tres retos, aunque del tercero no fue consciente hasta varios días después. El primero era conseguir información «motivadora» sobre ese virus emergente que estaba causando dolor y muerte en China. El segundo era escribir un texto científico, que invitara a la gente a no sentir miedo por ese coronavirus, altamente contagioso, que ya estaba llegando a varios continentes. Y el tercero, del cual no era consciente, era lograr que su artículo con noticias buenas se volviera viral.
Por estos días, el artículo de este catedrático de la Universidad de Navarra, que tituló: «Diez buenas noticias sobre el coronavirus» ya ha sido leído por más de 21 millones de personas y se ha traducido a diferentes idiomas: inglés, francés, portugués, italiano, coreano e indonesio.
Los sociólogos mencionan que normalmente las malas noticias son las que se recuerdan y se transmiten más fácilmente. Pero este artículo ha demostrado que en momentos de crisis las personas necesitan escuchar buenas noticias para llenarse de esperanza y optimismo, que las lleven a mirar la luz al final del túnel oscuro.

El médico López-Goñi, escribió en su artículo estas diez buenas noticias que ya son virales en las redes:[1]
- Sabemos quién es: Los primeros casos de sida se describieron en junio de 1981 y se tardó más de dos años en identificar al virus causante de la enfermedad. No obstante, este nueva enfermedad se notificó en China el 31 de diciembre de 2019 y para el día 7 de enero ya se había identificado el virus. Asimismo, el día 10 el genoma estuvo disponible.
- Sabemos cómo detectarlo: Desde el 13 de enero está disponible para todo el mundo un ensayo de RT-PCR para detectar el virus. En los últimos meses se han perfeccionado este tipo de pruebas y evaluado su sensibilidad y especificidad.
- En China la situación está mejorando: Las fuertes medidas de control y aislamiento impuestas por China están dando sus frutos. Desde hace ya varias semanas, el número de casos diagnosticados disminuye cada día. En otros países se está haciendo un seguimiento epidemiológico muy detallado. Los focos son muy concretos, lo que puede permitir controlarlos con mayor facilidad.
- El 80% de los casos son leves: La enfermedad no causa síntomas o son leves en un 81% de los casos. En el 14% restante puede causar neumonía grave y en un 5% puede llegar a ser crítica o incluso mortal.
- La gente se cura: Los únicos datos que a veces se muestran en los medios de comunicación son el aumento del número de casos confirmados y el número de fallecimientos, pero la mayoría de la gente infectada se cura. Hay 13 veces más pacientes curados que fallecidos, y la proporción va en aumento.
- No afecta (casi) a los menores de edad: Solo el 3% de los casos ocurre en menores de 20 años, y la mortalidad en menores de 40 años es solo del 0,2%. En menores los síntomas son tan leves que puede pasar desapercibido.
- El virus se inactiva fácilmente: El virus puede ser inactivado de las superficies de forma eficaz con una solución de etanol (alcohol al 62-71 %), peróxido de hidrógeno (agua oxigenada al 0,5 %) o hipoclorito sódico (lejía al 0,1 %), en solo un minuto. El lavado de manos frecuente con agua y jabón es la manera más eficaz de evitar el contagio.
- Ya hay más de 150 artículos científicos: En poco más de un mes ya se pueden consultar 164 artículos en PubMed sobre COVID19 o SARSCov2, además de otros tantos disponibles en los repositorios de artículos todavía no revisados por pares (pre-prints). Son trabajos preliminares sobre vacunas, tratamientos, epidemiología, genética y filogenia, diagnóstico y aspectos clínicos.
- Ya hay prototipos de vacunas: Nuestra capacidad de diseñar nuevas vacunas es espectacular. Ya hay más de ocho proyectos contra el nuevo coronavirus. Lo que puede alargar su desarrollo son todas las pruebas necesarias de toxicidad, efectos secundarios, seguridad, inmunogenicidad y eficacia en la protección. Por eso, se habla de varios meses u años, pero algunos prototipos ya están en marcha.
- Hay más de 80 ensayos clínicos con antivirales en curso: Las vacunas son preventivas. Más importante aún son los posibles tratamientos de las personas que ya están enfermas. Ya hay más de 80 ensayos clínicos para analizar tratamientos contra el coronavirus. Se trata de antivirales que se han empleado para otras infecciones, que ya están aprobados y que sabemos que son seguros. Uno de los que ya se ha ensayado en humanos es el remdesivir, un antiviral de amplio espectro, todavía en estudio, que ha sido ensayado contra el Ébola y el SARS/MERS.
Sin embargo, Jesucristo, el más experto médico del cosmos, nos ha dado la mejor noticia en estos tiempos de incertidumbre y miedo, que vislumbra el final del “virus” del pecado y sus consecuencias devastadoras sobre la raza humana: “¿No dicen ustedes: ‘Todavía faltan cuatro meses para la cosecha’? Yo les digo: ¡Abran los ojos y miren los campos sembrados! Ya la cosecha está madura”.
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Esta buena noticia debe desterrar de la mente del seguidor de Jesús, que las obras del mal, que se enseñorean sobre este mundo, tienen para un largo tiempo sobre la tierra. Más bien, esta angustia de alcance mundial, en la analogía bíblica de una mujer embarazada muy cerca del parto o de un campo sembrado, nos da una buena noticia: El bebé está por nacer o la siembra está lista para la cosecha. Los dolores han empezado, el trabajo de parto también; en el contexto de la otra figura, la cosecha debe empezar, no hay más tiempo para esperar el fruto.
A la luz de las señales de la Biblia, este acontecimiento de alcance planetario, es el anuncio de los dolores de parto que se irán acrecentando antes que Jesús retorne y ponga fin a la aflicción del pecado. Y este dolor que va en aumento anuncia que el tiempo de cosechar a llegado. Los acontecimientos actuales y los que vienen, van acondicionando a los habitantes de este mundo a recibir la amonestación y llamado final.
La buena noticia nos hace mirar los campos de la tierra listos para empezar la cosecha. Igualmente, el llamado divino es aceptar la tarea de ser un cosechador. Para serlo, debemos utilizar adrede todos los medios posibles que este tiempo de cuarentena nos permita, como el teléfono, redes sociales, plataformas virtuales para video conferencias, a fin de preparar a la gente para el encuentro con Jesús. Recordemos que el fruto está maduro.
Mi compañero(a) de fe, no contemos los días que han pasado sin poder salir de casa ni los que faltan para que la cuarentena termine ¿acaso faltan cuatro meses para la cosecha? Más bien contemos a las personas por las cuales hemos orado y a las que hemos advertido del tiempo en que vivimos y lo que viene.

Asimismo, aunque miremos a cualquier lado esperando que los eventos de angustia pasen, la cosecha empezará y nada lo detendrá. Al contrario, la siega será rápida porque cuando el dolor de parto empieza, todo lo que viene se acelera hasta que la madre tiene a su hijo en sus brazos. ¡Abramos los ojos! la cosecha es contigo o conmigo, o también sin nosotros y en contra nuestra. ¿Qué piensas… qué decides?//////////.
Pr. Joe Saavedra
Desde mi rincón de poder… un poquito antes del retorno de Jesús…
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[1]https://www.bbc.com/mundo/noticias-51721014