¿BUENA O MALA SUERTE?
“Fue Dios quien me envió aquí, y no ustedes. Él me ha puesto como asesor del faraón y administrador de su casa, y como gobernador de todo Egipto” (Génesis 45:8 NVI)
Hay personas que cree en la buena y en la mala suerte. Es común escuchar la frase “qué buena suerte” cuando algo ha salido bien, o que “mala suerte” si sucedió algo inesperado y desagradable. Este asunto de buena o mala suerte está ligado a la frase famosa “el destino”. Si algo salió mal, es tu destino de mala suerte; si todo salió bien, es el destino que te depara buena suerte. Hace algunas semanas atrás, estuve caminando por una calle céntrica de una ciudad grande, cuando en una esquina una señora vestida con ropas coloridas hacía la oferta a todo el que pasaba: “ven para leerte la mano y ver que te depara el destino”, y varios se quedaron para escuchar sobre su mala o buena suerte.
Sin embargo ese asunto es confuso para los hombres, porque muchas veces relacionan la suerte con los sucesos que van transcurriendo sin que estos sean parte del azar del destino, y lo que para unos puede ser mala suerte, quizás para otros sea buena, todo depende del momento y las circunstancias, como la ilustración que le contaba un amigo a otro:
Amigo 1: “Un avión comenzó arder en pleno vuelo y todos los pasajeros debían abandonar la nave”.
Amigo 2: “Qué mala suerte”
Amigo 1: “Pero todos corrieron a colocarse unos paracaídas de emergencia”
Amigo 2: “Qué buen suerte”
Amigo 1: “Pero cuando fueron a ponerse los paracaídas, estos había sido olvidados en tierra”
Amigo 2: “Qué mala suerte”
Amigo 1: “Si embargo un Señor encontró un paracaídas olvidado en su compartimiento”
Amigo 2: “Qué buena suerte»
Amigo 1: “Entonces se colocó el paracaídas y se lanzó para salvar su vida, pero el paracaídas no se abrió”
Amigo 2: “Qué mala suerte”
Amigo 1: “Sin embargo mientras el hombre pensaba que iba a morir se dio cuenta que iba directo a un gran montículo de paja”
Amigo 2: “Qué buena suerte”
Amigo 1: “Pero en medio del montículo de paja había tres rastrillos de hierro con los dientes afilados hacia arriba”
Amigo 2: “Qué mala suerte”
Amigo 1: “Pero hombre no cayó en la paja”
Amigo 2: ¿…?
No obstante, la Biblia es clara en colocar a un lado ese asunto de la buena o mala suerte, porque los sucesos transcurren según la voluntad de Dios. Cómo en la historia de José, cuando se presentó a sus hermanos con el hermano que ellos habían vendido y que su padre lo creía muerto. Y ante el asombro de su hermanos reiteró una verdad que todo ser humano debe entender: “No obstante, José insistió: —¡Acérquense! Cuando ellos se acercaron, él añadió: —Yo soy José, el hermano de ustedes, a quien vendieron a Egipto. Pero ahora, por favor no se aflijan más ni se reprochen el haberme vendido, pues en realidad fue Dios quien me mandó delante de ustedes para salvar vidas”.[1] No es el destino, ni la suerte, ni ninguna otra cosa parecida, lo que interviene en los acontecimientos de la historia del ser humano, sino la voluntad de Dios y las decisiones que el propio hombre asume. La frase es clara: “Dios me mandó delante de ustedes…”, no fue el destino, fue Dios el que lo permitió.
Mi amigo (a), es bueno mencionarte, que el destino y la suerte, no tienen relación con la vida que llevas; además, las victorias y la derrotas no tienen nada que ver con tu buena o mala suerte, o que el destino te escogió para ser mejor o peor, ¡no es así!, es Dios, soberano por sobre todas las cosas, quién va permitiendo sucesos en tu vida, tomando en cuenta las decisiones que libremente eliges. José sabía de eso, por eso volvió a reiterarles a sus seres queridos que no era el destino sino Dios el que había permitido todo los acontecimientos: “Fue Dios quien me envió aquí, y no ustedes. Él me ha puesto como asesor del faraón y administrador de su casa, y como gobernador de todo Egipto”.
Hoy sometámonos a su voluntad, y pidamos sabiduría para poder tomas buenas decisiones… ¡Buen día!
Pr. Joe Saavedra
Desde la línea de batalla y un poquito antes del retorno de Cristo…
Ubícame en mi página web: www.poder1844.org
[1] Génesis 45:4,5 NVI