ARDE

“La maldad arde como un fuego que consume zarzas y espinos, que incendia la espesura del bosque y sube luego, como torbellino, en una columna de humo.” (Isaiah 9:18, NVI)

incendioEl sur de California es un lugar acogedor, donde cada ciudad combina la modernidad de un país desarrollado y la naturaleza que es muy valorada. Las grandes carreteras se acoplan perfectamente con las montañas de variados tamaños que le dan a esta parte de los Estados Unidos un atractivo especial. Justamente, en este momento me encuentro escribiendo desde un lugar privilegiado, donde se puede ver las luces de la ciudad y las siluetas de las montañas, además de escuchar a la distancia el sonido de neumáticos, de los carros que parecen avisar que ya van llegando a sus hogares. No obstante, esta noche es distinta, no puedo estar tranquilo como ayer, porque ya no estoy mirando, ni las estrellas, las montañas, ni las luces, porque frente a mí, una cortina de humo, se levanta imponente, y llamas de fuego parecen que le dan a la montaña un color vivo.

A la distancia escucho las sirenas que no dejan de sonar y helicópteros que sobrevuelan la destrucción y no pueden hacer nada. Las noticias van informando que el fuego no puede ser controlado, son muchas horas que los bomberos luchan por apagarlo, pero solo han conseguido frenarlo en algunos puntos, porque las llamas ya han devorado casas, árboles y muchos autos. Parece que la lucha con el fuego va a durar toda la noche.

incendio 2Quizás tú, estás a punto de dormir cómodamente y yo estoy a acá escribiendo como un testigo privilegiado, mientras muchas familias están buscando donde pasar la noche. Pero no podemos hacer nada, tampoco es nuestra culpa, aunque quizás podemos aprender algunas cosas y reflexionar al respecto.

La Palabra de Dios dice que la “maldad arde como un fuego que consume zarzas y espinos, que incendia la espesura del bosque y sube luego, como torbellino, en una columna de humo”. El sentido en el original hebreo de «maldad», tiene que ver con las manifestaciones insensibles de odio y la ira incontrolada, que se manifiestan en las ofensas y las acciones que causan daño a las personas que nos rodean. Esto quiere decir, que cuando lastimamos en palabra o acción, estamos arrasando con un fuego consumidor una vida,  cuyo final será destrucción y cenizas.

El resentimiento, la envidia, los pensamientos negativos, el desgano para perdonar, las palabras que maldicen, los actos que producen dolor y arrancan lágrimas, y la insensibilidad para ayudar a quienes lo necesitan, son la demostración pasiva y activa de la maldad que controla a un ser humano, que como fuego va a destruir vidas, cuya muerte y dolor finalmente le alcanzarán a él mismo, porque las llamas de maldad, arrasan con todo.

Los helicópteros siguen sobrevolando y el sonido incesante de las sirenas me hacen mirar de nuevo a la montaña que frente a mí esta ardiendo. El fuego sigue devorando casas, las llamas se muestran imponentes, la lucha contra ellas será larga, ardua y agotadora para los bomberos, pero no será en vano, porque mientras hagan todo para apagarla, lo lograrán.

incendio 3Mi aprecido(a) amigo(a), la maldad es como un fuego destructor, que acaba con todo. Acaba con las familias, con los esposos, con los hijos, con los amigos y se lleva los sueños, la esperanza y la paz. Recuerda que si alguien afirma “«Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto”,[1] pero el “que ama a su hermano permanece en la luz, y no hay nada en su vida que lo haga tropezar”.[2] Y el amor se manifiesta en el perdón, en el socorro oportuno, en las acciones de bondad y en las palabras de esperanza. Frente a los actos de amor el fuego de la maldad no tiene mas opción que apagarse.

¿Has ofendido a alguien?, ¿te cuesta perdonar?, ¿tienes un pensamiento negativo contra alguna persona?, ¿tus palabras o acciones han arrancado lágrimas?, ¿tu comportamiento ha impedido que la alegría de Cristo tome una vida? Entonces, necesitas apagar el incendio, y aunque muchas personas se queden sin hogar cerca de donde estoy, otras pueden irse a la cama aliviados, con una sonrisa y con ganas de empezar un nuevo día, si tomas el teléfono este momento o sales sin demora a decirles que lo sientes, que te perdonen y que los amas.

Haz que alguna persona duerma en paz esta noche o que empiece el mejor día su vida. Y no olvides que si apagas un incendio, también apagarás el tuyo.////////.

firma 2017 1

 

 

Desde mi rincón de poder… un poquito antes del retorno de Jesús…

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[1]1 Juan 4.20 NVI

[2]1 Juan 2.20 NVI

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