ÁNGELES (miércoles 17 de agosto de 2011)

“Porque él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos” (Salmos 91:11 NVI)

Cuando pienso en todos los peligros que las familias cristianas deben de pasar, quedo en silencio y se produce una angustia en mi corazón. Y quizás sean naturales mis pesares porque vivimos en los días finales de la historia de este mundo, y las cosas van de mal en peor en todos los aspectos. Sin embargo, al repasar las promesas que Dios nos dejó en su Palabra, la alegría me inunda nuevamente. Una de ellas, es la presencia de los ángeles en nuestra vida. Desde pequeño, por donde voy, estoy a la expectativa de querer encontrarme con un ángel celestial y tener la certeza de ello. ¡Sé que he visto a varios de ellos!

La presencia de los ángeles, es uno de los mayores privilegios que el cristiano debería tomar en cuenta, y que muestra a nuestro Padre Celestial preocupado por nuestra seguridad. La Biblia y los mensajes del don profético garantizan su existencia y su colaboración directa con la raza humana. Con razón David, afirmó que todos nuestros caminos están escoltados por poderosos ángeles que obedecen la orden de Dios. Deberíamos sentirnos tan privilegiados de saber que no estamos solos y que cada paso que damos está protegido por seres invisibles de las regiones celestes.

Hay tantas cosas que podríamos comentar de los ángeles, que si nos atreviéramos a hacerlo, el espacio quedaría chiquito, sin embargo me gustaría resaltar  la protección que los ángeles proporcionarán a los fieles del Señor en medio del tiempo de angustia al cual ya estamos entrando:

“Vi a los santos abandonar las ciudades y los pueblos, y juntarse en grupos para vivir en los lugares más apartados. Los ángeles les proveían comida y agua, mientras que los impíos sufrían hambre y sed. Durante la noche pasó ante mí una escena sumamente impresionante. Parecía haber gran confusión y lucha de ejércitos. Un mensajero del Señor se paró ante mí y dijo: «Llama a tu familia. Yo os conduciré; seguidme». Me llevó por un oscuro pasaje a través de un bosque; luego por un desfiladero de las montañas, y dijo: «Aquí estarás segura». Había otros que habían sido llevados a aquel retiro. El mensajero celestial dijo: «El tiempo de prueba vendrá como ladrón en la noche, como el Señor anunció que vendría». En el período final de la historia de esta tierra, el Señor obrará poderosamente en favor de los que se mantengan firmemente por lo recto… En medio del tiempo de angustia cual nunca hubo desde que existiese nación, sus escogidos permanecerán inconmovibles. Satanás con toda la hueste del mal, no puede destruir al más débil de los santos de Dios. Los protegerán ángeles excelsos en fortaleza, y Jehová se revelará en su favor como: «Dios de dioses», que puede salvar hasta lo sumo a los que ponen su confianza en él. En el tiempo de angustia que vendrá inmediatamente antes de la venida de Cristo, los justos serán resguardados por el ministerio de los santos ángeles; pero no habrá seguridad para el transgresor de la ley de Dios. Los ángeles no podrán entonces proteger a los que estén menospreciando uno de los preceptos divinos…”.[1]

Hoy es el día de agradecer por la presencia de los ángeles en nuestra vida y de prepararnos para la crisis final que se avecina… ¡amén!

Pr. Joe Saavedra

Desde mi rincón de poder y un poquito antes del retorno de Cristo…

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[1] Elena de White, Dios nos cuida (21 de diciembre: Protegidos por los ángeles)

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