NUESTRA ROCA

“Sólo él es mi roca y mi salvación; él es mi protector. ¡Jamás habré de caer!” (Salmo 62.2, NVI)

datil 2Entre los mares del mundo habita un molusco peculiar, llamado “el dátil de mar”, quién para sobrevivir se aferra a las rocas de los peñascos, haciendo de ellas su hogar y su guarida.

El dátil de mar (Lithophaga lithophaga) es un molusco bivalvo de la familia Mytilidae presente en el Mediterráneo y costas atlánticas orientales. Su nombre científico, “comedor de piedra”, nos da una idea de su vida y costumbres. Su hábitat marino está formado por sustratos marinos rocosos calcáreos que perfora lentamente mediante la segregación de ácidos. Su forma, tamaño y coloración recuerdan al dátil de palmera y de ahí su denominación. Normalmente vive a profundidades que oscilan entre 0-25 metros y se trata de una especie con sexos separados (individuos macho y hembra).[1]

Encontramos dátiles de mar, aferrados a las zonas rocosas de los litorales del Mediterráneo y Atlántico (desde Portugal hasta Angola), donde se fija cuando es una pequeña larva y procede a una estrecha perforación (algunos centímetros) por medio de un efecto conjunto de rotación y segregación de ácidos, que van erosionando y reblandeciendo la roca. Una vez instalada en su interior, hace de ese agujero su fuente de vida, pues allí va a respirar, alimentarse y crecer. Si este molusco saliera de ese agujero, sería más vulnerable a las corrientes del mar y a sus más acérrimos depredadores, los peces y el hombre.datil

La sobrevivencia de este molusco, podría ser una buena analogía para el cristiano de estos tiempos finales. Este mundo, cómo un mar embravecido, está golpeando a la iglesia, y está rompiendo sus barreras de protección. A esto se suma las corrientes de aguas hirvientes que surgen del mismo centro de la iglesia y que irreversiblemente, van a lastimar sus mismos cimientos. El Pr. Ted Wilson recientemente, ha mencionado a estas “corrientes embravecidas” que por fuera y por dentro están golpeando a la iglesia: (1) la pérdida de la identidad adventista entre algunos pastores y miembros de iglesia, (2) la creciente marea de mundanalidad en el seno de la iglesia, (3) el peligro de la desunión, y (4) la apatía y complacencia espiritual que conduce a la falta de participación en la misión de la iglesia.

Frente a esto, tomando nuevamente a la sobrevivencia del “dátil de mar” como una analogía, podemos decir que la única forma de hacer frente a estas corrientes satánicamente embravecidas, es aferrarnos a la roca que es Jesús, y hacer de su Presencia nuestro santuario de sobrevivencia. Así cómo este molusco, debemos cavar en La Roca, colocarnos en Él, y succionar aire y alimento espiritual que nos mantengan vivos frente a las corrientes de muerte. Con razón, el Rey David decía: “Sólo Él es mi roca y mi salvación; Él es mi protector. ¡Jamás habré de caer!”.

datil 3El aire y el alimento del cristiano hoy, es la oración constante, el estudio consciente de su Palabra, que nos lleve a obedecer a Dios antes que hombres, y en esa condición, una fe a prueba de todo, salgamos y aprovechemos los últimos momentos de libertad que tenemos para cumplir la misión de la iglesia. Con tristeza podemos ver a muchos hijos de Dios desprotegidos a merced de las olas del mar, asiéndose de falsas rocas, confiando en hombres e ignorando a La Roca de los Siglos. Pablo los describe así: “Porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias; más bien, se hicieron vanos en sus razonamientos, y su insensato corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios se hicieron fatuos, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una imagen a la semejanza de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por tanto, Dios los entregó a la impureza, en las pasiones de sus corazones, para deshonrar sus cuerpos entre sí. Ellos cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y veneraron y rindieron culto a la creación antes que al Creador… Se han llenado de toda injusticia, maldad, avaricia y perversidad. Están repletos de envidia, homicidios, contiendas, engaños, mala intención. Son contenciosos, calumniadores, aborrecedores de Dios, insolentes, soberbios, jactanciosos, inventores de males, desobedientes a sus padres, insensatos, desleales, crueles y sin misericordia”.[2] Y lo más peligroso es que “a pesar de que ellos reconocen el justo juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen en los que las practican”.[3]

Mi amigo (a), toma la figura del dátil de mar y vive bajo la sombra protectora de la Roca, hoy no hay más tiempo que perder, se vienen olas de muerte, y solamente el justo por su fe vivirá. En esta cita yo veo la descripción de un “dátil de mar” de estos tiempos que se refugia en la Roca: “A medida que se va introduciendo la HelpMeverdad en la vida práctica, la norma ha de ser elevada de más en más para ponerse a la altura de las demandas de la Biblia. Esto hará necesaria la oposición a las modas, costumbres, prácticas y máximas del mundo. Las influencias mundanales, a semejanza de las olas del mar, baten contra los seguidores de Cristo para arrancarlos de los verdaderos principios de su mansedumbre y de su gracia; pero debemos permanecer en los principios tan firmes como una roca. El hacerlo exigirá valor moral, y aquellos cuyas almas no estén aseguradas a la Roca eterna, serán arrastrados por la corriente mundana. Podremos quedar firmes solamente si nuestra vida está escondida con Cristo en Dios. La independencia moral está en su sitio cuando se opone al mundo. Poniéndonos en completa armonía con la voluntad de Dios, estaremos en situación ventajosa y veremos la necesidad de una separación terminante de las costumbres y prácticas del mundo”.[4]

Por eso, “sólo Él es mi roca y mi salvación; Él es mi protector. ¡Jamás habré de caer!”////.

joe  firma 3

Desde la línea de batalla  y un poquito antes del retorno de Cristo…

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[1] http://www.ecologistasenaccion.org/article7747.html

[2] Romanos 1:24-31 RV60

[3] Romanos 1:32 RV60

[4] Maranata: El Señor viene, pág. 45

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