“La sabiduría del prudente es discernir sus caminos, pero al necio lo engaña su propia necedad.” (Proverbios 14.8, NVI)
Hace algunos días atrás Albert Einstein cumplió 60 años de fallecido. Sin embargo, hay un dato que quizás muchos no saben, una de las partes más preciadas de su anatomía: su cerebro, ha sido guardado en frascos y tajado en finos pedazos, puesto que tras su fallecimiento el 18 de abril de 1955, el cuerpo de Einstein fue cremado, pero salvaron su cerebro.[1]
Hoy podemos saber que tras la muerte del científico, el cerebro fue separado del resto del cuerpo con la intención de analizarlo para descubrir la clave de su genialidad, y fue el patólogo estadounidense Thomas Harvey quien logró quedarse con el cerebro del padre de la Teoría de la Relatividad, probablemente sin el consentimiento de la familia.
Después de conseguir el cerebro, Harvey se lo llevó a casa y lo guardaba en un gran tarro de cristal. Pero fueron pasando los años y la promesa de Harvey, repetida una y otra vez, de que revelaría las claves del cerebro de uno de los genios de la historia no daba frutos.
El patólogo murió en 2007 sin publicar ninguna investigación sobre el cerebro de Einstein, pero su esfuerzo no fue del todo en vano: Harvey tomó fotos del cerebro y lo cortó en 240 tajadas para ser observadas con microscopio, las cuales envió a los principales neuropatólogos estadounidenses de su tiempo.
Hoy podemos conocer algunas particularidades del cerebro de este genio que inspira asombro y despierta la curiosidad de los científicos, por ejemplo:
- Marian Diamond, de la Universidad de california, dijo por 1985 que Einstein tenía más células gliales por neurona que el grupo de control utilizado en el experimento. Estas células se ocupan de realizar una función de apoyo a las neuronas.
- El año 2012, Frederick Lepore, profesor de Neurología y la antropóloga Dean Falk, pudieron estudiar algunas fotos nunca antes vistas del cerebro de Einstein, y descubrieron que a pesar de no ser un cerebro muy grande, Einstein tenía cuatro giros prefrontales al contar con uno extra en su lóbulo frontal medio, puesto que la mayoría de las personas tenemos tres giros.
- Sandra Witelson, de la Universidad de McMaster (Canadá), dijo en 1999 que anatomía de la corteza cerebral de Einstein lo hacía un «genio parietal». Porque descubrió que el lóbulo parietal inferior de Einstein era más ancho de lo normal y parecía mejor integrado. Y esa es la parte del cerebro encargada del conocimiento espacial y el pensamiento matemático.
Quizás nosotros no tengamos un cerebro como la de Einstein, ni podamos resolver complejas ecuaciones matemáticas, tampoco descubrir fórmulas de elementos que transformen el mundo, pero Dios nos ha dotado de un cerebro capaz de sintonizar con Su Cerebro y con ello tomar sabias decisiones, diferenciar entre lo bueno y lo malo, y elegir caminar por las sendas que Él nos muestra.
Las prácticas y hábitos de este mundo están acondicionadas para arruinar las mentes y embriagarlas. Para evitar esto es “necesario ejercer el mayor cuidado y la mayor vigilancia para cultivar la mente y sembrar en ella las preciosas semillas de la verdad bíblica. El Señor, en su gran misericordia, nos ha revelado en las Escrituras las reglas del santo vivir”.[2]
Sin embargo, el ser humano puede no permitir que Dios dirija sus pensamientos y reflexiones y tomar sus propias decisiones, porque “hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte”.[3]O como dice nuestro texto de reflexión “al necio lo engaña su propia necedad”.
Mi compañero(a) de fe, Dios nos ha dado un cerebro tan hábil y capacitado para tomar grandes y sabias decisiones, ¡cuidémoslo! porque el “cerebro es el órgano y el instrumento de la mente, y controla todo el cuerpo. Para que las demás partes del organismo estén sanas, el cerebro tiene que estar sano”.[4] Y para que el cerebro esté sano, la sangre debe ser pura, y lo que entra al cerebro también. Por eso decía el sabio Salomón, “por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida”,[5] entonces en esa condición nos volvemos personas prudentes que andan por los caminos que agradan al Señor.//////.
Desde mi rincón de poder… un poquito antes del retorno de Jesús…
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[1] http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2015/04/150417_finde_extrano_viaje_cerebro_albert_einstein_ac
[2] Elena G. de White, Mensajes para los jóvenes, ed. Aldo D. Orrego, Cuarta edición. (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2009), 165.
[3] Proverbios 14.12 NVI
[4] Elena G. de White, Mente, carácter y personalidad: Tomos 1 y 2 (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1977), 216.
[5] Proverbios 14.12 NVI