APRENDAMOS A AMAR (viernes 30 de marzo de 2012)

“Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto” (1Juan 4:20 NVI)

El libro de primera de Juan, contiene muchas afirmaciones sobre el amor, específicamente el amor hacia las personas más cercanas, y en general con todos a aquellos que nos relacionamos. Cómo ejemplos podemos resaltar los versos 2: 9 – 11; 3:10, 14,15, 17 – 19, y sobre estos resalta el capítulo 4, que podría ser considerado el capítulo del amor por encima de 1 Corintios 13, pues emplea veintiún veces la palabra “amor”, frente a los ocho de Corintios. Una muestra del capítulo cuatro, es este verso que todo cristiano lleva en los labios: “El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor”.[1] Entonces, primera de Juan tiene como tema principal el amor a los seres que nos rodean, tratarlos con aprecio y cariño, y estar atentos a sus necesidades. Solamente una persona sensible al amor puede manifestarla.

Sin embargo, todo estaría bien, sino fuera que el autor de ese libro se llamaba el “hijo del trueno”. Ese apelativo, no llegó gratis, probablemente Juan se lo ganó merecidamente. Quizás fue un “cabeza caliente”, una persona reactiva y listo para agredir y tratar mal a los demás. Hijo de trueno, resalta el temperamento duro e insensible de Juan. Entonces, ¿cómo una persona insensible puede hablar de amor?

Pero, algo sucedió con Juan cuando se encontró con Jesús y comenzó a convivir con él. La presencia amable  de Jesús y su dulce espíritu de humildad y paciencia impresionó a Juan y él fue absorbiendo todo eso. Su temperamento duro e implacable comenzó a ser sacudido por el comportamiento suave y amoroso de su maestro. Poco a poco la fiereza de Juan fue cediendo al toque de amor de Jesús, hasta el punto de llegar a cuidar a María, como su propia madre. Más adelante las persecuciones y dificultades terminaron de transformar al Juan Trueno en Juan Amoroso. El amor de Jesús había impregnado cada rincón de la vida de Juan, hasta el punto de atreverse a escribir sobre el amor y el trato amable que debemos tener con las personas que nos rodean. La primera epístola que escribió es un ejemplo de eso, prácticamente cada versículo lleva la palabra “amor”.

Y nosotros, ¿seremos hijos de trueno?, ¿amamos a los demás como Jesús amaba?, ¿las personas se sienten bien cuando están con nosotros?, ¿podemos hacer felices a las personas de nuestro entorno? Responde estas preguntas con sinceridad y encontrarás la verdad, porque en algunos casos los hijos del trueno ni cuenta se dan que maltratan a los demás, piensan que ellos están bien y los demás no.

Si reconocemos que somos hijos de trueno, y que tratamos mal a las personas y que a más de uno hemos hecho llorar y sentirse miserable, ¡hay esperanza en Jesús! Imitemos al más grande hijo de trueno, Juan, quién corrió a Jesús, se quedó en su presencia y absorbió el amor verdadero que solo puede salir del corazón de Dios. ¡Corramos a Jesús cada día!, ¡pidamos que humille nuestro corazón duro y de piedra y que lo transforme en uno de carne lleno de sensibilidad! Luego, busquemos a esas personas que nos miran con miedo o dolor y pidamos perdón y una nueva oportunidad. ¡Yo deseo dejar de ser hijo de trueno y ser hijo de Dios!… ¿y tú?

Pr. Joe Saavedra

Desde la línea de batalla  y un poquito antes del retorno de Cristo…

Ubícame en mi página web: www.poder1844.org


[1] 1 Juan 4:8 NVI

AMAR AL PRÓJIMO (miércoles 28 de marzo de 2012)

“El que afirma que está en la luz, pero odia a su hermano, todavía está en la oscuridad. El que ama a su hermano permanece en la luz, y no hay nada en su vida que lo haga tropezar. Pero el que odia a su hermano está en la oscuridad y en ella vive, y no sabe a dónde va porque la oscuridad no lo deja ver” (1Juan 2:9-11 NVI)

Es muy agradable que nos digan: “todo lo que necesitas saber y aceptar es que eres salvo”, pero la idea no está completa. El primer libro de Juan, específicamente el último capítulo que ayer dimos un vistazo, afirma que podemos determinar si hemos sido salvados, aunque no menciona cómo, porque Juan asume que ya leímos los capítulos que anteceden y nos hemos dado cuenta de la tesis que formula en varias pasajes.

Por eso, dijimos ayer,  queda un punto al aire que no debemos pasar por alto: “No podemos tener la vida eterna, a menos que sepamos cómo tenerlo…” La última parte de 1 Juan (capítulo 5), no tiene ningún texto claro que nos diga si podemos ser salvos, a menos que entendamos cómo podemos saberlo, y éste “cómo” está en los pasajes anteriores. Es como decirle a tu hijo que puede ir al parque de juegos y no explicarle cómo llegar, ¡en ese contexto todo se vuelve complicado!

El “cómo”, te lleva a pensar en comportamientos, y a lo largo de su  libro, Juan resalta un comportamiento por lo menos media docena de veces, observa algunos:

“El que afirma que está en la luz, pero odia a su hermano, todavía está en la oscuridad. El que ama a su hermano permanece en la luz, y no hay nada en su vida que lo haga tropezar. Pero el que odia a su hermano está en la oscuridad y en ella vive, y no sabe a dónde va porque la oscuridad no lo deja ver”

“Así distinguimos entre los hijos de Dios y los hijos del diablo: el que no practica la justicia no es hijo de Dios; ni tampoco lo es el que no ama a su hermano”.[1]

Y este pasaje va al punto en cuestión, apertura la comprensión del comportamiento que debemos manifestar para tener la seguridad de vida eterna:

“Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte. Todo el que odia a su hermano es un asesino, y ustedes saben que en ningún asesino permanece la vida eterna”.[2]

Entonces, en amar al prójimo, a los seres que nos rodean radica, es la prueba de andar en dirección a la vida eterna. Dios no cumplirá su promesa de vida eterna a aquel que vive en odio y resentimiento por una persona cercana, puede ser un familiar, amigo o hermano de iglesia. La Biblia llama “asesino” a aquel que  odia a su hermano, y advierte que en ninguno de ellos permanece la vida eterna. El amor es un punto central en el libro en el primer libro de Juan, inclusive podríamos catalogar a 1 Juan 4 cómo el verdadero capítulo del amor, por encima de 1 de Corintios 13, porque Juan menciona 21 veces la palabra amor en el capítulo 4 y Pablo solamente 3 veces.

Cómo escribía Tim Crosby: “El amor es un requisito para entrar al cielo. El cielo no sería cielo si en ese lugar la gente no se amara. Por lo tanto, Dios nos ha concedido un período de aprendizaje aquí en la tierra, una especie de entrenamiento a fin de que podamos acceder al cielo”.

Mi amigo (a), ¿nos encontraremos listos para llegar al cielo?, ¿amamos de verdad, tratamos con amor y perdonamos genuinamente?, ¿tenemos asegurada la vida eterna?… Hoy revisaré mis relaciones de amor, con mi familia, con mis amigos y mis hermanos de iglesia… ¡Deseo llegar al cielo!… ¿y tú?

Pr. Joe Saavedra

Desde la línea de batalla  y un poquito antes del retorno de Cristo…

Ubícame en mi página web: www.poder1844.org


[1] 1 Juan 3:10 NVI

[2] 1 Juan 3:14,15 NVI

¿SALVOS DE QUÉ? (jueves 22 de marzo de 2012)

“Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y el pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte” (Santiago 1:15 NVI).

Una persona de la iglesia me preguntó: ¿qué le ofrecemos  a la gente?, ¿cuál es nuestro “interés”? esas preguntas me dejaron meditando. ¿Cómo iglesia qué le estamos “vendiendo” a las personas? Una respuesta segura y concreta es: “salvación”,  sin embargo, ¿salvación de qué?, es decir ¿para qué problemas el cristianismo es una solución? Si la respuesta gira en torno al “pecado”, es decir nuestro intento es alejar del pecado a este mundo corrompido, entonces creo que vamos por el camino equivocado, porque liberar al ser humano del pecado, es una tarea “titánica” y hasta imposible, porque, cómo dijo Pablo: “…Pero yo soy meramente humano, y estoy vendido como esclavo al pecado”.[1] Si hablamos en terrenos reales, el pecado es altamente atractivo, ¿por qué querría alguien ser salvado de algo altamente atractivo y agradable? Si todo lo que podemos ofrecerle a las personas es liberarlos de sus debilidades favoritas entonces nuestra oferta no es muy buena.

El pecado en sí no es el problema principal, y no pasa de ser más bien la causa del problema. No podemos esforzarnos solamente  en tratar de convencer a las personas en centrarse en sus pecados y “sudar al máximo” para liberarse, sino en llevarlo a entender que la liberación no es del pecado sino de la consecuencia que ella origina.

El apóstol Santiago nos dice que la “madre” es el “deseo” (pasión) y esta acaba en muerte. Desde el punto de vista del pecador, su principal deseo no es liberarse del pecado, sino de la consecuencia: la muerte. Es decir, el pecador es como un infeliz paciente que no quiere liberarse de cigarro sino solamente del cáncer. Por lo tanto, el cristianismo debe ser una solución para el problema de la muerte. Nuestra oferta debe ser en señalar el camino que lleva a la vida eterna. Si entendemos este asunto, entonces estos textos tienen sentido: “—Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí”,[2] “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”.[3] ¡No para condenar por el pecado, sino para ser salvo de él![4] El pecado nos lleva a la muerte, pero podemos tener otro final: “La vida eterna”.

White dice: “Por naturaleza estamos enemistados con Dios. El Espíritu Santo describe nuestra condición en palabras como éstas «Muertos en las transgresiones y los pecados» (Efe. 2: 1), «la cabeza toda está ya enferma, el corazón todo desfallecido», «no queda ya en él cosa sana» (Isa. 1: 5, 6). Estamos enredados fuertemente en los lazos de Satanás, por el cual hemos «sido apresados para hacer su voluntad» (2 Tim. 2: 26). Dios quiere sanarnos y libertarnos. Pero, puesto que esto demanda una transformación completa y la renovación de toda nuestra naturaleza, debemos entregarnos a él enteramente”.[5]

Pero, ¿cómo podemos saber que vamos en la dirección correcta a la vida eterna? ¡Buena pregunta!

Pr. Joe Saavedra

Desde la línea de batalla  y un poquito antes del retorno de Cristo…

Ubícame en mi página web: www.poder1844.org


[1] Romanos 7:14 NVI

[2] Juan 14:6 NVI

[3] Juan 3:16 NVI

[4] Juan 3:17

[5] La maravillosa gracia, cap: “salario o don”

¿LO ABANDONARÁS? (viernes 16 de marzo de 2012)

“En mi primera defensa, nadie me respaldó, sino que todos me abandonaron. Que no les sea tomado en cuenta” (2 Timoteo 4:16 NVI)

Como toda persona, Pablo también necesito del aliento de sus amigos, especialmente en esos momentos de miedo, cuando fue encarcelado. Nadie desea quedarse solo en momentos de angustia, cómo Pablo que tenía que comparecer por segunda vez ante el  tribunal del despiadado Nerón, y lo más probable era que iban a ser su últimos días. Así que antes de morir, Pablo escribe a Timoteo su discípulo, a quién encargó las iglesias, para contarle sus temores humanos y el abandono de los que consideraba amigos. Pablo escribió: “…pues Demas, por amor a este mundo, me ha abandonado y se ha ido a Tesalónica. Crescente se ha ido a Galacia y Tito a Dalmacia”,[1] eso fue doloroso para el apóstol, porque Demas era un supuesto amigo de confianza y el prefirió dejarlo al verlo en problemas. En otra parte reafirma el abandono de sus amigos, aunque resalta que hubo algunos, como Onesíforo que estuvo cuando algunos lo abandonaron: “Ya sabes que todos los de la provincia de Asia me han abandonado, incluso Figelo y Hermógenes. Que el Señor le conceda misericordia a la familia de Onesíforo, porque muchas veces me dio ánimo y no se avergonzó de mis cadenas. Al contrario, cuando estuvo en Roma me buscó sin descanso hasta encontrarme”.[2]

Sin embargo, ni siquiera Onesíforo estuvo presente en la primera audiencia de Pablo ante Nerón: “En mi primera defensa, nadie me respaldó, sino que todos me abandonaron. Que no les sea tomado en cuenta”.[3] No obstante, el apóstol Pablo si tenía un amigo incondicional, que jamás le falló, que lo acompañó en todo momento y en las circunstancias más adversas, y no solo estuvo para acompañarlo, sino que estuvo listo a dar su vida por él: “Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que por medio de mí se llevara a cabo la predicación del mensaje y lo oyeran todos los paganos. Y fui librado de la boca del león. El Señor me librará de todo mal y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos…”.[4]

Jesús, es el mejor amigo que puedes tener, fiel en toda circunstancia, leal en toda prueba y listo para sostener su mano cuando empiezas a flaquear.  No existe compañero más dispuesto en todo, que Jesús y es el modelo de la clase de amigo que debemos ser y desear. Porque un amigo verdadero, es aquel que llega y se queda cuando los demás abandonan.  Con razón una escrito cristiana escribió de Jesús: “Él nunca ha fallado ni lo ha engañado. Será su guía y libertador en las circunstancias más difíciles. Estará a su diestra. Estamos en todo momento rodeados por su poder y su presencia tan ciertamente como lo estuvieron los israelitas en medio del mar partido en dos”.[5]

Apreciado (a), ¿tienes amigos leales?, ¿eres un amigo que no falla?… oremos por tener amigos fieles y porque nosotros seamos  así con otros… Y sobre todo, roguemos para que Jesús nos considere en su lista de amigos leales, los que son “fieles hasta la muerte”, y que no engrosemos las filas de los pseudos amigos de Jesús, que solamente están con él para pedir y exigir, y que al menor aviso de sacrificio o perdida por amor a su nombre, escapan a esconderse debajo de cualquier cosa…. ¡Seamos los incondicionales de Jesús!

Pr. Joe Saavedra

Desde la línea de batalla  y un poquito antes del retorno de Cristo…

Ubícame en mi página web: www.poder1844.org


[1] 2 Timoteo 4:10 NVI

[2] 2 Timoteo 1:15-17 NVI

[3] 2 Timoteo 4:16 NVI

[4] 2 Timoteo 4:17,18 NVI

[5] Alza tus ojos, 19 de septiembre

NO ES AMIGO (miércoles 14 de marzo de 2012)

“Con las riquezas aumentan los amigos, pero al pobre hasta su amigo lo abandona” (Proverbios 19:4 NVI).

El hombre por naturaleza es un ser sociable. Lo normal es querer conversar y reírse en compañía de otras personas.  Ese vínculo afectivo, entre personas que comparten aventuras y experiencias de vida se llama amistad. ¡Todos necesitamos de un amigo!

Sin embargo, entre los buenos amigos, pueden filtrarse algunos malos, y esos como un “gusano” carcomen las buenas intenciones, el afecto y la confianza. ¿Cómo saber quién es un buen amigo?, la respuesta empieza en la comprensión cabal de quién es un amigo. Ayer dijimos, que un amigo “es una persona en quién confiamos, que apreciamos mucho y que nuestro afecto es correspondido”, además “busca lo mejor para nosotros y podemos contar con él en cualquier circunstancia”. Entonces, un amigo es una bendición y un “ángel guardián” en la vida de una persona.

Todo lo contrario sucede con un falso amigo, porque se torna en una desgracia y es la piedra de tropiezo en el camino de la vida. Solo hay que abrir bien los ojos y orar por discernimiento para identificar a los malos amigos, porque éstos se delatan de muchas maneras. Basta observar de manera realista y sin remordimientos su comportamiento, para que la enemistad oculta aflore en toda su intensidad y descaro:

1. El mal amigo siente envidia. Le molesta el triunfo del “compañero”, no lo comprende o simplemente no lo justifica. No se pone VERDE DE LA ENVIDIA, pero adquiere un tono pálido de rabia contenida.

2. El mal amigo no da refuerzos o da muy poco, no felicita ni muestra admiración. Le duela dar el brazo a torcer. Se cuida en el halago porque teme engordar el ego del otro, como si el reconocimiento fuera una forma de HUMILLACIÓN.

3. El mal amigo no es solidario, o es solidario a medias, que es peor. Suele jugar el papel de árbitro o de Pilatos: no toma partido y asume una objetividad inaceptable para quien considera amigo. Evalúa, juzga y duda de nuestras verdades, o simplemente guarda silencio cuando debe hablar. No nos apoya en los proyectos más importantes e incluso puede torpedearlos de manera solapada.

4. El mal amigo se escapa cuando las cosas se complican y no le pone el pecho a la contingencia. En las malas, se esfuma misteriosamente, y en las buenas hace su aparición. AMIGO POR CONVENIENCIA, DESERTOR DE OFICIO. La Biblia ya lo decía: “Con las riquezas aumentan los amigos, pero al pobre hasta su amigo lo abandona”.

5. El mal amigo casi siempre es amigo de NUESTROS ENEMIGOS O DE PERSONAS QUE NOS HACEN DAÑO… ¿Podríamos ser amigos de alguien que maltratara a nuestros hijos? El cuerpo no nos dejaría, la AMISTAD incluye siempre un carácter transitivo: “Si lastimas a quien quiero, me lastimas”.

6. El mal amigo va sumando pequeñas traiciones y engaños que pasan desapercibidos en un comienzo, pero con el tiempo se acumulan hasta que un día explotan. El problema es que el daño ya está hecho.

7. El mal amigo nos recuerda los defectos cada vez que puede. Y aunque diga que es por nuestro bien, su verdadera intención es meter el dedo en la llaga. La CRÍTICA AMISTOSA del mal amigo siempre está contaminada de morbo. No hay ternura ni cuidado, sólo ganas de resaltar lo malo. No hay delicadeza, sólo agresión encubierta.[1]

8. Te cubre en los eventos malos, porque tiene una idea confusa de que amigo es un “cómplice” de las cosas malas. Aunque más tarde te delate o te saque en cara su complicidad.

9. Un mal amigo, te sugerirá probar de todo, y que nada es peligroso cuando lo haces con cuidado. Te dirá: “aprovechemos de la vida mientras somos jóvenes”. No parará hasta verte sucio y tirado en cualquier rincón.

Y por sobretodo, te aleja de Dios, y te alienta a pensar que todo lo puedes hacer solo, que  confíes en su amistad, y te lleva cada vez más lejos de la verdadera solución: “tu amigo Jesús”. Y su amistad está confirmada: “Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando”.[2]

¿Tienes buenos amigos?, ¿puedes identificar a tus malas amistades?, ¿eres un buen amigo o uno que está llevando a la ruina a otros?… ¡Qué tu vida esté rodeado de amigos verdaderos!

Pr. Joe Saavedra

Desde la línea de batalla  y un poquito antes del retorno de Cristo…

Ubícame en mi página web: www.poder1844.org


[1] http://www.topofertas.com/about7002.html

[2] Juan 15:14 NVI

AMIGO (martes 13 de marzo de 2012)

“En todo tiempo ama el amigo; para ayudar en la adversidad nació el hermano”  (Proverbios 17:17 NVI)

El hombre por naturaleza es un ser sociable. Lo normal es querer conversar y reírse en compañía de otras personas.  Ese vínculo afectivo, entre personas que comparten aventuras y experiencias de vida se llama amistad. ¡Todos necesitamos de un amigo!

El término “amistad”, proviene del latín amicĭtas, por amicitĭa, de amicus, “amigo”, que deriva de amare, amar, por lo tanto es una relación afectiva entre dos o más personas. “La amistad es una de las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de las personas tiene en la vida”.[1]

“La amistad se da en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y trascendencia. La amistad nace cuando las personas encuentran inquietudes comunes. Hay amistades que nacen a los pocos minutos de relacionarse y otras que tardan años en hacerlo. La verdadera amistad dura toda la vida”.[2]

Entonces, al determinar el concepto de amistad, podemos entender que un “amigo”  es una persona en quién confiamos, que apreciamos mucho y que nuestro afecto es correspondido. Con razón, en la dimensión bíblica, el término hebreo es “rea”, que puede entender como compañero de confianza, amigo íntimo (en el contexto de mutua confianza).

En referencia a un amigo se han vertido muchas opiniones, algunas son dignas de ser repetidas, “un amigo…”:

(1)   Es alguien que multiplica las alegrías, divide las penas y cuya honestidad es inviolable.

(2)   Es alguien que entiende nuestro silencio.

(3)   Es un volumen de compasión envuelto en tela.

(4)   Es un reloj que late verdad todo el tiempo y nunca se descompone.

(5)   Es aquel que llega cuando todo el mundo se ha ido.

(6)   Es una luz que brilla en la oscuridad

Todos necesitamos un amigo, es parte de nuestra fortaleza y nuestro caminar seguro en medio de las tormentas. Con razón estas palabras son sabias: “Un apretón de manos enérgico y servicial de un verdadero amigo, tiene más valor que el oro y la plata”.[3] Porque en todo tiempo ama un amigo y se vuelve un hermano en la adversidad. ¿Tienes un amigo así?, ¿eres un amigo así?…

Pr. Joe Saavedra

Desde la línea de batalla  y un poquito antes del retorno de Cristo…

Ubícame en mi página web: www.poder1844.org


[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Amistad

[2] Ibid.

[3] Elena de White, Carta 16, 1886.

MUJER (jueves 08 de marzo de 2012)

“Mujer ejemplar, ¿dónde se hallará? ¡Es más valiosa que las piedras preciosas!” (Proverbios 31:10 NVI).

La vida de las mujeres ha cambiado en los últimos años. El abuso a las que fueron sometidas por mucho tiempo, ha hecho que ellas busquen igualdad en la sociedad. Sin embargo, en el afán de ser reconocidas, se han pasado a un extremo donde existe confusión sobre los roles que cada sexo. La historia reciente nos confirma que  en su intento por igualarse al hombre, han confundido “funciones” con “actividades”. No debe parecer extraño encontrar a una mujer cavando en una mina o dirigiendo un partido de futbol, si pueden hacerlo está bien;  pero dejar a un lado responsabilidades específicas, deriva en consecuencias desastrosas: familias desunidas, parejas separadas e hijos heridos de “muerte”. Si tan solo el hombre y la mujer entendiesen que la igualdad entre ambos no debe discutirse, somos iguales delante de Dios, sin embargo hay roles específicos, responsabilidades compartidas y retos personales.

Dentro de la confusión que ha traído la competencia de sexos, hay una característica que toda mujer debería desear, esa característica la haría una mujer valiosísima, como una piedra preciosa. En ese contexto, el rey Salomón pregunta: “… ¿dónde se hallará? ¡Es más valiosa que las piedras preciosas!”. La respuesta a esta pregunta se encuentra al inicio de ese texto: “mujer ejemplar…”. La palabra original de ese adjetivo es “chayil”, que puede ser traducido como: fuerza, eficacia, virtud y capacidad.

No hay ser más completo sobre la tierra que una mujer, Dios le ha concedidos dones y atributos especiales, que los varones no poseemos. Una mujer es sinónimo de fuerza, de resistencia, con razón ha soportado y soporta toda clase de abusos  y atropellos de seres inconscientes y de segunda categoría. Una mujer puede alcanzar grados altos de eficiencia y eficacia, de tal forma que nada pasa por alto, todo entra en su agenda, todo lo puede hacer bien. Una mujer es capaz de poseer muchas virtudes, porque su capacidad va en relación a la eficacia de sus hemisferios cerebrales, por ejemplo Jill Goldstein del Harvard Medical School tras medir y comparar 45 regiones cerebrales entre hombres y mujeres sanos, encontró que las partes del lóbulo frontal involucradas en la toma de decisiones y la resolución de problemas, era proporcionalmente más grande en las mujeres. Lo mismo ocurría con el área que regula las emociones. Por otro lado, otros estudios ya habían hallado que el hipocampo -involucrado en la memoria a corto plazo-  también es más grande en mujeres que en hombres. Es decir una mujer está mejor preparada para enfrentar los retos de la vida y tomar las mejores decisiones.

Sin embargo, una mujer es ejemplar, cuando aprovecha los atributos y dones que Dios le ha concedido. Es como una piedra preciosísima, de alta estima, cuando sabe diferenciar lo que le corresponde y empeñarse en las acciones correctas. De seguro, si la mujer estaría a la altura de sus capacidades, alcanzaría sus más caros sueños, el hombre sería mejor, dejaría de creerse más de lo que es, las estructuras de la familia serían más estables y habría menos niños desorientados y heridos de muerte.

A mis amigas y hermanas: ¡Feliz día de la mujer!, ¡vuélvete una mujer ejemplar!… ¡Eres una creación especial y superior de Dios!… ¡No le creas a nadie que quiere humillarte y avergonzarte!… ¡Eres mujer, eres lo máximo!… ¡Las piedras preciosas fueron hechas para brillar!…

Y hablando de piedras preciosas… tengo dos en casa… desde que las tengo no soy el mismo, una me motiva con su sabiduría, la otra me desarma con su sonrisa… ¡Feliz día Eve y Rubí (La Roca)”

Pr. Joe Saavedra

Desde la línea de batalla  y un poquito antes del retorno de Cristo…

Ubícame en mi página web: www.poder1844.org

SOLEDAD (Lunes 05 de marzo de 2012)

“Luego Dios el SEÑOR dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada” (Génesis 2:18 NVI)

Este versículo es uno de mis preferidos cuando voy a realizar una boda o tengo que aconsejar a una pareja de novios que están a punto de casarse. Sin embargo, estas palabras que salen de la boca de Dios tienen una repercusión más amplia en las relaciones humanas. “No es bueno que el hombre esté solo…”, es una advertencia que va más allá de un compromiso de amor, abarca mucho más.

Sólo en lo últimos años la soledad ha sido considerada como un problema clínico, que requiere de una terapia específica. El tema ha cobrado enorme importancia, ya que tiene una alta incidencia, tanto en la población en general como en personas que presentan algún grado de desajuste.

La soledad también se considera como uno de los posibles factores que causan otros desórdenes. Entre ellos depresión, suicidio y graves problemas médicos, como las enfermedades cardiovasculares. Este problema había sido sistemáticamente negado como un trastorno que requiere de una atención seria, tal vez porque quienes lo sufren no siempre admiten que puede ser la raíz de otros males. O no quieren reconocerse como «solos», debido a que experimentan vergüenza de sus sentimientos o de su inadecuación para superar el aislamiento.

Una definición general, postula que “soledad” “significa aislamiento o confinamiento, falta de contacto con otras personas”,[1] y esto podría ser hasta cierto punto normal, como algunas personas que pueden pasar períodos cortos de soledad para poder trabajar, pensar o descansar sin ser distraído. Sin embargo, es considerada trastorno cuando la soledad es durante períodos más largos, transformándose en momentos desagradables, causando aislamiento y reclusión, resultado de una incapacidad de establecer relaciones con los demás. Por esto, “soledad”, psicológicamente “se define como la ausencia, real o percibida, de relaciones sociales satisfactorias, que se presenta con síntomas de trastornos psicológicos y desadaptación, como ansiedad, depresión, insomnio, abuso de drogas y alcoholismo”.[2] Sin embargo, antes que la inteligencia humana descubra todo esto, el Dios Creador ya lo había advertido en el Manual de funcionamiento del hombre: “No es bueno que el hombre esté solo…”, porque nadie es más exacto en detallar el funcionamiento, los requerimientos y las advertencias de uso de una creación que su propio creador.

“No es bueno que el hombre esté solo…”, porque el tú y yo fuimos creados como seres sociables, dependientes de afecto y cariño, y porque nuestras “baterías” de energía de vida, también se recargan con palabras de afecto y contacto humano. “El hombre no fue creado para que viviese en la soledad; había de tener una naturaleza sociable. Sin compañía, las bellas escenas y las encantadoras ocupaciones del Edén no hubiesen podido proporcionarle perfecta felicidad…”.[3]

¿Tienes un amigo?… ¡no lo pierdas!, aprovecha toda oportunidad para demostrar tu aprecio y satisfacción por esa persona. ¿Tienes alguien a quién amar?… ¡no lo pierdas!, has de cada instante un momento oportuno para recordarle que ocupa un lugar irremplazable en tu vida. ¿Te sientes solo?, ¿estás sólo?… estas en graves problemas, pero… ¡eso tiene solución!

Pr. Joe Saavedra

Desde la línea de batalla  y un poquito antes del retorno de Cristo…

Ubícame en mi página web: www.poder1844.org


[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Soledad

[2] http://www.inteco.cl/temas/t0104a2.html

[3] Conflicto y valor, 8 de enero

FELICES (viernes 02 de marzo de 2012)

“Cuando vio a las multitudes, subió a la ladera de una montaña y se sentó. Sus discípulos se le acercaron, y tomando él la palabra, comenzó a enseñarles diciendo: ‘Dichosos… Dichosos…’ ” (Mateo 5:1-3,4 NVI)

Hace pocos años atrás se estrenó una película titulada: “En busca de la felicidad” («The pursuit of happyness», en inglés), una producción estadounidense dirigida por Gabriele Muccino y protagonizada por Will Smith y su hijo Jaden.[1] Lo comento porque el título es bastante sugestivo y resalta la búsqueda insaciable de todo ser humano: “La felicidad”. No existe persona normal en esta tierra que no desee fervientemente ser feliz. Todas las acciones que emprendemos tienen objetivos diversos, pero el fin supremo es encontrar felicidad.

Un concepto general de felicidad estipula que “es un estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada. Tal estado propicia paz interior, un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas. Es definida como una condición interna de satisfacción y alegría”.[2] Recuerdo que en una clase, pregunté qué pensaban sobre la felicidad y una alumna replicó esto: «Es un momento de gozo, paz y que no deseamos que acabe nunca”.

Sin embargo, los conceptos pueden ser varios y las apreciaciones diversas, lo seguro es que las definiciones quedan en un segundo plano, porque lo primordial es saber cómo encontrarlo, porque estoy seguro que tú yo estamos “en busca de la felicidad”. Tú ¿ya lo encontraste?, ¿todavía no?, ¿no estás seguro?, entonces te invito a encontrarlo, subamos la montaña.

El “libro de la felicidad”, menciona que Jesús subió a la montaña, se sentó y tomando La Palabra enseñaba a sus discípulos, este detalle es importante, porque enseñamos de lo que aprendemos, ya que nadie enseña de lo que no sabe. No obstante entra en escena otro detalle que no podemos dejar pasar. Allí en la montaña, de los labios de Jesús, salió una luz que ilumina el firmamento de la vivencia humana: “dichosos…”. Esta palabra viene del griego “makarios”, que otras versiones lo traducen como bienaventurados, pero esta palabra también puede ser traducido como “bendecido” y “feliz”.

“Bendecido” y “feliz” el que sube a la montaña, se sienta y se fortalece con La Palabra de Dios. Bendecido y feliz, el que comprende que en la presencia de Dios cada día y en obediencia a su Palabra se abre la puerta que te lleva a la felicidad genuina y duradera. Bendecido y feliz el que busca en Cristo la paz y el gozo que el mundo no puede dar.

Mi amigo(a) ¿estás buscando la felicidad?, entonces comienza cada día en la montaña, ponte las sandalias de los discípulos, sube la pendiente, acomódate bien y bebe de la fuente de la felicidad, que apaga para siempre toda sed de venganza, odio, maldad, pecado y miseria. Cristo es la fuente de toda felicidad, y su Palabra la garantía que puede ser por siempre.

El rey David, conoció la montaña por eso escribió: “Cual ciervo jadeante en busca del agua, así te busca, oh Dios, todo mi ser. Tengo sed de Dios, del Dios de la vida”.[3] No salgas de casa, sin subir la montaña, allí se encuentra la fuente de la felicidad.

Pr. Joe Saavedra

Desde la línea de batalla  y un poquito antes del retorno de Cristo…

Ubícame en mi página web: www.poder1844.org


[1] La película se estrenó en 2006 y está basada en la historia real de Chris Gardner.

[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Felicidad

[3] Salmos 42:1,2 NVI